Las micoplasmas son microorganismos que pertenecen a la categoría de las bacterias. Algunos se encuentran naturalmente presentes en el tracto genital en cantidades no patógenas (es decir, sin causar problemas). Pero, en algunas situaciones, pueden causar una infección y requerir tratamiento médico a base de antibióticos. Esto es lo que ocurre con ureaplasma urealyticum.
¿Qué es y en qué consiste la infección por ureaplasma?
La bacteria ureaplasma urealyticum pertenece a la familia de los micoplasmas, que son unos microorganismos que presentan la capacidad de reproducirse y proliferar rápidamente. Se dice que esta bacteria es comensal, lo que significa que la encontramos de forma natural en el tracto genital, en pequeñas cantidades, y no representa ningún peligro (es decir, no es patógena).
De hecho, se estima que, en nuestro país, entre un 30 a un 40 por ciento de las mujeres son portadoras de esta bacteria. Pero, en caso de desequilibrio de la flora vaginal, lo cual podría verse favorecido por cambios hormonales, baños vaginales o un tratamiento médico a base de antibióticos, puede hacer que las bacterias se multipliquen de forma incontrolada.
Es aquí cuando surgen los síntomas típicos de una infección bacteriana. De hecho, a nivel genital femenino, se considera que una concentración de estas bacterias por encima de 10.000 ucc/ml es sugestiva de infección. En estos casos, la bacteria puede acabar volviéndose patógena, causando ciertas infecciones del tracto genital, como:
- Salpingitis: Consiste en la inflamación de las trompas de Falopio.
- Endocervicitis: Se trata de la inflamación del cuello uterino.
Es más, en los hombres también puede cursar con la inflamación de la uretra (uretritis) y de la próstata (prostatitis).
¿Qué síntomas produce la infección por ureaplasma?

Por lo general, una persona sana, con un sistema inmunitario fuerte, puede controlar la bacteria evitando que se propague a otras partes del cuerpo. Sin embargo, si la concentración de la bacteria ureaplasma aumenta, podría provocar complicaciones médicas graves.
Si bien es cierto que, en algunos casos, puede permanecer de forma asintomática, existen una serie de síntomas que pueden surgir, e incluyen:
- Problemas de fertilidad: Tanto en hombres como en mujeres, se ha encontrado que esta bacteria es un agente causal, que a menudo se encuentra en pacientes que presentan una infertilidad inexplicable. En las mujeres, particularmente, una infección por ureaplasma dificulta mucho la concepción.
- Malestar y dolor: Una infección por ureaplasma puede causar picor y molestias en el área de los genitales, además de dolor pélvico y abdominal, y secreciones.
- Otros síntomas y problemas: Las infecciones por ureaplasma se han relacionado con una amplia variedad de afecciones, como enfermedad pulmonar crónica, determinados trastornos ginecológicos, cálculos urinarios o uretritis no gonocócica.
¿Qué puede ocurrir con la infección por ureaplasma durante el embarazo?
La evidencia científica muestra un vínculo entre la bacteria, cuando afecta a la vía vaginal alta, y el parto prematuro, sin mencionar, además, la ruptura prematura de membranas.
Debemos tener en cuenta que el nacimiento prematuro se define como el nacimiento que tiene lugar tres semanas o más antes de la fecha estimada de parto (conocida como fecha probable de parto), es decir, bebes que nacen antes de las 37 semanas de gestación. Los bebés prematuros presentan un riesgo mayor de morbilidad y mortalidad perinatal.
Aunque el daño al endometrio (endometriosis) es posible después del parto, suele ser considerada como una complicación rara.
Esta infección también se ha relacionado con neumonía y meningitis neonatal. Las investigaciones muestran problemas de inflamación en las primeras etapas del útero cuando la embarazada tiene una infección por ureaplasma, lo que podría provocar displasia broncopulmonar, corioamnionitis intrauterina o infecciones sistémicas postnatales, que pueden tener graves consecuencias tanto para la futura mamá como para el niño.