La opinión de un pediatra sobre si los bebés pueden comer lo mismo que el resto de la familia

Cuando los bebés comienzan a interesarse por la comida de los adultos, es natural preguntarse si es adecuado dejarles probar. El Dr. Carlos González nos saca de dudas.
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Muchas familias se preguntan si pueden dejar que su bebé pruebe los mismos alimentos que ellos consumen, especialmente cuando comienza a mostrar interés por la comida. Según el Dr. Carlos González, a partir de los seis meses un bebé sano puede probar prácticamente cualquier alimento que consuma la familia. Este pediatra es autor de "Mi niño no me come" y "Un regalo para toda la vida", entre otros libros como estos.

¿Es segura la sal y el azúcar para los bebés?

El Dr. González explica que "se suele recomendar no añadir sal ni azúcar a la comida de los bebés, pero no porque estos alimentos sean tóxicos para ellos, sino por otros motivos". El motivo principal es fomentar hábitos alimenticios saludables desde temprana edad: "El exceso de sal o de azúcar no es bueno", asegura el Dr. González. Las autoridades sanitarias buscan que las nuevas generaciones crezcan acostumbradas a consumir menos cantidad de estos ingredientes, y esta recomendación ayuda a los padres a evitar añadirlos en exceso para que el niño coma mejor. Si necesitas más información, aquí tienes 7 trucos para que los niños aprendan a comer sano.

Ofrecer la misma comida familiar

El Dr. González menciona que muchos productos infantiles ya contienen azúcar o sal. "Los cereales para bebés que venden en la farmacia contienen azúcar y los potitos llevan sal o azúcar, según sus ingredientes", destaca el pediatra. Por eso, no hay inconveniente en ofrecer al bebé comida normal, la misma que los padres comen en casa: "arroz con tomate, macarrones, pollo, hamburguesa, lentejas, plátano, garbanzos, guisantes, etc.", sugiere el Dr. González.

Consejos para cocinar sin sal

Para facilitar que toda la familia coma de forma saludable, el Dr. González recomienda "cocinar sin sal y añadirla a los platos de los adultos al final de la cocción". Esta práctica ayuda a reducir la cantidad de sal que consume el bebé y, al mismo tiempo, beneficia a toda la familia al acostumbrarse a comidas menos saladas. Sin embargo, el Dr. González tranquiliza a los padres: "Si os resulta imposible o alguna vez os olvidáis de poner la sal al final, no pasa nada: un poco de sal o azúcar en la comida no harán daño a tu bebé".

En resumen, un bebé de seis meses que muestra interés por la comida familiar puede probar una gran variedad de alimentos. La clave está en ofrecerlos sin añadir sal o azúcar, fomentando así hábitos alimenticios saludables desde el inicio. Por ello, es recomendable involucrar a los niños en la planificación y preparación de comidas saludables en casa.

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