El agua del mar contiene cloruro sódico, sal, y otros minerales y oligoelementos, como potasio, yodo, magnesio..., que son beneficiosos para el organismo.
Si el agua solo lleva sal, como la de los baños que le preparas a tu hijo, tiene efecto antiséptico (evita que se infecten las heridas) y cicatrizante, eso sí, no debes poner mucha cantidad porque podría irritarle los ojos.