Siete beneficios desconocidos de explorar la naturaleza junto a los niños

Existe un listado largo de ventajas que aportan las actividades al aire libre a los más pequeños. Esto va desde disminuir el estrés hasta promover su creatividad. La realidad es que los beneficios abarcan cada una de las áreas del desarrollo infantil. ¡Te lo contamos!
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Con el desarrollo de nuevas tecnologías, y los cambios en los estilos de vida, es cierto que cada vez menos niños practican actividades al aire libre. Debido a ello, muchos expertos alertan del incremento de casos de sobrepeso y obesidad en la población infantil, ya que suelen pasar más tiempo delante del televisor o jugando a consolas, en lugar de pasar tiempo en la naturaleza.

Como ya conocíamos en el día de ayer, es cierto que el interés por la naturaleza suele descender a medida que el niño pasa a la adolescencia. Y aunque es cierto que no se trata de algo generalizado, que ocurra por igual en todos los adolescentes, parece que, al menos, tampoco es algo fijo, de forma que, una vez en la etapa adulta, el joven vuelve a recuperar su interés por los espacios verdes.

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En cualquier caso, no hay duda que pasear por la naturaleza no solo es divertido para los más pequeños de la casa. También les puede ser de muchísima ayuda a la hora de fomentar su desarrollo físico, social, emocional e intelectual.

Y no se requiere mucho para poder disfrutar de todos esos beneficios en compañía de nuestros hijos. Basta con preparar unos bocadillos, una pequeña mochila con todo lo necesario, coger algo de abrigo (especialmente si estamos en otoño o invierno y hace frío), y dirigirnos al lugar donde deseamos pasar el día. Eso sí, recuerda lo fundamental: el espacio a donde vayamos debe ser seguro para los más pequeños, para que así puedan jugar con tranquilidad sin temor a que ocurra nada grave.

¿Cuáles son las ventajas y los beneficios de explorar la naturaleza con nuestros hijos?

En el campo o en el bosque, los niños se mueven cada vez con mayor libertad, lo que les ayuda de forma realmente positiva a la hora de disminuir su nivel de estrés o ansiedad, especialmente durante los fines de semana.

Estar en la naturaleza puede reducir el estrés y la ansiedad en los niños, brindándoles herramientas para manejar emociones de manera más efectiva. La conexión con la naturaleza ofrece un entorno tranquilo que fomenta la relajación y el bienestar emocional en los más pequeños.

Es más, no están obligados a realizar movimientos en un espacio restringido, ¡todo lo contrario! Por lo que todos tienen espacio para correr, jugar y moverse en libertad, siempre y cuando se encuentren en un entorno seguro. Así pues, los niños pueden mejorar sus habilidades motoras gruesas y finas al explorar la naturaleza, como trepar árboles, saltar sobre rocas y recoger objetos.

Beneficios de que los niños pasen tiempo al aire libre

Y es que el tiempo al aire libre ayuda a que los niños se muevan, se mantengan activos y hagan ejercicio físico, lo que acaba siendo de muchísima utilidad para mejorar su salud física. Sobre todo en los niños que están en pleno desarrollo de los músculos y crecimiento de los huesos.

No solo eso: también puede promover la imaginación y la creatividad, dado que pueden interactuar libremente con la naturaleza que les rodea. Además, la naturaleza es un entorno rico que estimula la curiosidad de los niños y les anima a hacer preguntas y aprender sobre el mundo natural.

Como señalan muchos expertos, y también bastantes estudios, el contacto directo con un entorno natural es de muchísima utilidad para que los niños despierten sus cinco sentidos: oler una flor, saborear una fruta, escuchar a los pájaros, tocar la corteza de un árbol o mirar las nubes. Todas estas son experiencias embriagadoras para los niños.

Así pues, pueden estimular su desarrollo intelectual mediante un aprendizaje sensorial. Los niños pueden experimentar los sentidos de una manera única en la naturaleza, observando, oliendo y escuchando los sonidos naturales.

Y teniendo en cuenta que los más pequeños viven y disfrutan del momento presente como nadie, es evidente que todo ello les ayuda a desarrollarse. Por ejemplo, cuando les decimos que se fijen en la tortuga que se encuentra en el estanque, esto les ayuda a aumentar su capacidad de concentración.

A su vez, el contacto directo con plantas, insectos y otros elementos de la naturaleza anima a los más pequeños a observar y manipular su entorno. Y nosotros, como adultos, podemos incluso mejorar los descubrimientos del niño con la ayuda de libros y actividades, con lo que conseguiremos, además, aumentar su curiosidad por la naturaleza.

A través del contacto regular y directo con la naturaleza, los niños aprenden a amar el medio ambiente y los espacios verdes que les rodean, y a sentirse bien en ella. Incluso puede inspirarlos a protegerlo y tener un mayor cuidado para preservarlo.

Fomentar un amor y respeto por la naturaleza puede ayudar a los niños a desarrollar un sentido de conexión con el mundo que los rodea.

Además, la naturaleza ayuda a los niños a ser más positivos, de manera que influye directamente en su desarrollo tanto social como psicológico, manteniendo una conexión más cercana con el medio ambiente, y aumentando el deseo de protegerla.

Y uno de los beneficios más importantes: salir de casa en familia puede ayudar a promover la unión familiar. Salir de casa en familia para explorar la naturaleza es una oportunidad valiosa para dejar la rutina o las pantallas y poder fortalecer los vínculos entre todos sus miembros. Compartir experiencias al aire libre fomenta la unión familiar, creando recuerdos y momentos compartidos que promueven la cercanía y el amor entre los miembros de la familia.

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