Cuando dejamos de dar el pecho, hasta que la glándula mamaria se estabiliza del todo, pueden producirse pequeños cúmulos de leche retenida en los depósitos que hay dentro de la glándula.
Esa leche puede producir una inflamación de la mama e incluso una infección en el pecho. Lo normal es que se reabsorba y desaparezca sola en unos días, pero para que el proceso sea más rápido, puedes ayudar poniendo frío en la zona, un antiinflamatorio y un sujetador apretado.
Si no se quita, te sigue doliendo o aparece fiebre y malestar general, debes acudir a tu ginecólogo porque se puede estar produciendo una mastitis.
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