Estos son los motivos por los que instituciones y expertos abogan por potenciar las bibliotecas en los colegios

En una época de retroceso de las bibliotecas en los colegios, instituciones como la UNESCO y el ministerio de Educación las defienden y ponen en valor. Estos son los motivos que argumentan para que no se eliminen. 
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Esta primavera, 203 profesionales del ámbito educativo español, entre otros muchos docentes de universidades, firmaron un manifiesto “a favor de las bibliotecas escolares y el acceso a lecturas en papel”. El objetivo del texto era reivindicar el papel de las bibliotecas escolares y su impacto positivo en dicho ámbito en una época en la que están en claro retroceso.

Así lo indican las cifras del ministerio de Educación y Formación Profesional. Estas aseguran que entre los cursos 2015/2016 y 2019/2020 el número de colegios con biblioteca cayó hasta el 81,8%. La digitalización de estos recursos es uno de los motivos que explican estos datos.

Además, la pandemia, al no poder hacer uso de este tipo de espacios comunes, le ha dado un nuevo impulso a este descenso, si bien todavía no se ha podido plasmar en datos concretos.

Sin embargo, tanto los profesionales que firman el citado manifiesto como instituciones como el propio ministerio de Educación o la UNESCO recalcan la importancia que tiene la biblioteca escolar en el ámbito educativo.

Dos pequeños, leyendo

Las instituciones, a favor de la biblioteca escolar

En el Manifiesto UNESCO/IFLA, se afirma que “la biblioteca escolar ofrece servicios de aprendizaje, libros y otros recursos que permiten a todos los miembros de la comunidad escolar forjarse un pensamiento crítico y utilizar eficazmente la información en cualquier formato y medio de comunicación”.

A esta fuente hace referencia el ministerio de Educación en el documento ‘Las bibliotecas escolar como espacio de aprendizaje’, donde define la biblioteca escolar como “un servicio concebido como herramienta y recurso imprescindible al servicio del conjunto de la comunidad educativa, así como indicador de calidad del centro escolar”.

Para el ministerio de Educación, la biblioteca escolar es “un medio y apoyo imprescindible” para alumnos y profesores en relación a cuestiones como los déficits de lectura y escritura; el uso apropiado de la información y su restitución para un proyecto académico o personal; o la igualdad de oportunidades y la compensación de las desigualdades de base, entre otros aspectos.

Considera, por lo tanto, a la biblioteca una aliada de la escuela para conseguir “aportar conocimientos, desarrollar habilidades y cultivar actitudes positivas en los alumnos respecto a la lectura, la escritura y el manejo de la información”.

En la misma lona se expresa la Unesco en su Manifiesto sobre las bibliotecas escolares: "la biblioteca escolar proporciona información e ideas que son fundamentales para desenvolverse con éxito en nuestra sociedad contemporánea, basada en la información y el conocimiento. [...] Proporciona a los alumnos competencias para el aprendizaje a lo largo de toda su vida y contribuye a desarrollar su imaginación, permitiéndoles que se conduzcan en la vida como ciudadanos responsables”, señala.

Por su parte, en su defensa de las bibliotecas escolares, el ministerio de Educación enumera hasta varios tipos de funciones de estos espacios: educativas, documentales, formadora, socializadoras y compensadoras, haciendo hincapié en que “fomenta la igualdad real de oportunidades en el acceso a la cultura, la información y los instrumentos que facilitan al ciudadano su desarrollo personal, social y profesional”. 

Una niña disfruta con la lectura de una novela

Los argumentos de lo firmantes del manifiesto

También aportan sus propios argumentos de peso a favor de las bibliotecas escolares los 203 firmantes del manifiesto de los docentes a favor de estos espacios. “Si bien las bibliotecas digitales pueden aportar un valor añadido, eliminar las bibliotecas escolares constituye un grave error”, apuntan.

En su opinión, hay aspectos claves que argumentan por qué las bibliotecas escolares se deben potenciar y no abolir de los colegios.

Los condensamos y resumimos, reproduciendo literalmente las palabras del manifiesto, a continuación:

  • Desempeñan un papel crucial en la democratización del conocimiento y la información, ofreciendo acceso gratuito e igualitario a recursos educativos y culturales. Este acceso equitativo fomenta la justicia social y la inclusión en la comunidad escolar.
  • Contribuyen a compensar las desigualdades en el acceso a los libros impresos y otros recursos culturales no digitales.
  • Son el mejor punto de referencia para las familias donde obtener el tipo de materiales de lectura específicos que requieren los más pequeños en su proceso de alfabetización inicial, así como orientaciones para contribuir en este aprendizaje fundamental para sus hijos.
  • Tienen la capacidad de crear un sentido de comunidad en torno a los libros y la lectura: cuando los alumnos coinciden en la biblioteca, cada uno actúa como un modelo de lectura positivo para el otro.
  • Son un servicio que fomenta el desarrollo de valores que afianzan las bases de la comunidad educativa: la colaboración y el cuidado del patrimonio cultural común. Asimismo, su presencia en la escuela refleja el valor que la comunidad educativa atribuye a los libros y la lectura.
  • La investigación pone de manifiesto que los programas de dinamización de la biblioteca escolar y la presencia de bibliotecarios que comparten sus conocimientos con la comunidad educativa impulsan el desempeño académico de los estudiantes.
  • Numerosas experiencias muestran que abrir las bibliotecas escolares a toda la comunidad educativa representa una oportunidad para mejorar la convivencia y la integración social.
  • Ofrecen espacios seguros y acogedores para leer, estudiar, investigar y socializar, contribuyendo al bienestar emocional y social de los estudiantes.
  • El hecho de que la escuela limite la promoción de la lectura por medio de dispositivos multitarea, en vez de promover la experiencia lectora en papel, contribuye al desarrollo de una cultura lectora y unos hábitos de lectura enmarcados exclusivamente en el entorno digital.
  • Se convierten en un elemento clave para promover la lectura por placer. La investigación refleja que los menores que leen libros solo en papel o en ambos formatos disfrutan más de la lectura que aquellos que solo leen en formato digital.
  • El formato en papel contribuye a la educación literaria, entendiendo que la lectura de los clásicos de la historia literaria además del contenido es el formato

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