Comer en familia se ha convertido en una excepción. El tipo de vida, la sociedad individualista, el ritmo del trabajo, la falta de tiempo, comer a deshoras, el cansancio, que la televisión sea el nuevo eje en torno al cual se reúne la familia o la tendencia posmoderna de hacer muchas cosas a la vez (almorzar, leer un correo y ver la televisión) hace que la vieja y sana y tradición de comer en familia se esté perdiendo.
En Harvard ya hablaron de los beneficios de comer y cenar en familia. Como ves, es algo que está lleno de ventajas, son las siguientes:
- Aumenta el bienestar personal
Según un estudio de Knorr, ocho de cada diez españoles consideran la comida familiar un valor a preservar, y el 75% asegura que influye positivamente en su bienestar personal. En Reino Unido, otro estudio revela que nueve de cada diez personas que comen acompañadas se sienten más felices y satisfechas con la vida.
- 2. Estrecha los lazos familiares
Nueve de cada diez personas afirman que la comida sabe mejor cuando se disfruta en familia. Estos momentos de compartir historias y anécdotas fortalecen la unión familiar, facilitando la comunicación entre sus miembros, como confirma un informe realizado por Coca-Cola a través de ARCONTE y Estadística Aplicada en 2013.
- 3. Previene la obesidad en adultos y niños
La Asociación Dietética Americana señala que quienes comen solos tienden a consumir más rápido, ingieren más refrescos, grasas saturadas y no se conceden tiempo para disfrutar la comida. En cambio, quienes comen en compañía suelen ingerir más frutas, verduras, calcio y fibra, y dedican casi el doble de tiempo a la comida.
- 4. Fomenta el comportamiento correcto en la mesa
Según el sociólogo José Luis Barceló, comer en familia enseña a los hijos el modo adecuado de usar los cubiertos, limpiarse la boca y otras normas de etiqueta en la mesa, siendo esta una tarea que no debe delegarse solo al colegio.
- 5. Hace de la adolescencia una etapa más saludable
Un estudio de la Universidad de Columbia en EE. UU. concluyó que los adolescentes que no cenan regularmente con sus padres están más predispuestos a consumir tabaco, alcohol y drogas.
- 6. Facilita la conversación en torno a un único tema
“En una época sobrecargada de datos e información, sentarse a hablar en familia es un ejercicio de concentración invaluable y necesario”, señala el sociólogo José Luis Barceló.
- 7. Desarrolla la autoestima
Las conversaciones en familia durante las comidas fortalecen la autoestima de los niños, haciéndolos menos propensos al bullying, según las conclusiones del congreso Pediatric Academic Societies.
- 8. Transmite hábitos y cultura
El sociólogo Barceló destaca que “el mejor modo de compartir anécdotas del pasado, sueños del futuro o inquietudes del presente es con la familia sentada a la mesa, una práctica con reminiscencias del pasado”.
- 9. Previene algunos trastornos alimentarios
El Protocolo de Actuación en los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA) aconseja realizar al menos una comida diaria en familia, evitando que las conversaciones se centren en la comida o el aspecto físico, como medida de prevención de trastornos como la anorexia y la bulimia.
- 10. Favorece digestiones más saludables
Estudios indican que comer acompañado, ayuda a saciarse antes, comer más despacio y tener digestiones más llevaderas, favoreciendo un estado general de bienestar después de la comida.