El baño del bebé: relajación, estimulación y diversión

Relajación, estimulación y diversión. Todo esto es lo que le ofrece al bebé su baño diario, que es mejor aún si va acompañado de una buena dosis de cariños de papá y mamá.
Baño

Antes de desvestir al bebé, la temperatura ambiente del baño debe estar entre 22 y 25 grados para que no sienta frío. Coloca dos toallas sobre el cambiador (la segunda es para secarle) y deja a mano el jabón y la crema para no tener que separarte del pequeño en ningún momento.

Hay que llenar la bañera poco a poco con agua templada, empezando por la fría (la caliente se queda en el fondo y le podría quemar). Después se mezcla bien con la mano y se comprueba la temperatura: debe estar entre los 35 y los 37 grados. A los recién nacidos les basta con estar dentro un par de minutos. Después se puede alargar hasta diez. Además, cuando vayas de viaje con el bebé puedes evitar cargar con la bañerita. ¡Bastantes cosas llevas ya! Lo más práctico es asearle en una piscinita hinchable. Si el niño no es muy grande, también se le puede dar un baño rápido en el lavabo.

Si el lavabo es pequeño, es mejor enjabonarle fuera. Calienta antes tus manos en el agua y empieza por la cabeza (en el caso de que vayas a lavarle el pelo). Luego ve bajando por el cuerpo hasta el culete.

Si se asusta mucho con el agua, no es necesario meterle en la bañera o el lavabo. Puedes limpiarle con una esponja humedecida en agua tibia encima del cambiado

Antes de introducirle en el agua, enjuágate bien las manos para que no resbalen por su piel enjabonada. Coloca una mano bajo su axila y otra bajo de las nalgas. Métele en el lavabo empezando por los pies.

Una vez dentro del agua, puedes sujetarle con una sola mano pasando el brazo bajo la nuca. La otra queda libre para hacerle mimos y jugar con él. Aunque el espacio sea pequeño, déjale que chapotee.

Antes de sacarle del agua, aclárale las partes del cuerpo que no están sumergidas. Deja la cabeza para el final, pues es lo que menos les suele gustar. Retira del cambiador la toalla húmeda y deja solo la de debajo para arroparle a la salida.

Al sacarle del agua, igual que al meterle, es esencial sujetarle con firmeza con una mano bajo la nuca y la otra a la altura del culete. Si te quedan restos de jabón en las manos, intenta aclarártelas antes para que no resbalen.

Al secarle, túmbale sobre el cambiador y envuélvele rápidamente para evitar que se enfríe. Sécale sin frotar, insistiendo mucho en los pliegues. Si le has lavado la cabecita, sécala también con la toalla muy suavemente.

El secador está totalmente desaconsejado en los bebés.

En el agua

Para introducir al niño en el agua, sujeta el cuello y su cabeza con una mano y sostén con la otra las nalgas y los muslos.
 
 
 

Lavarle el cuerpo

Cuando notes que su culete se apoya en la bañera, libera la mano que lo sujeta, para poder lavarle el cuerpo. Si llora, cógele de las manitas hasta que se tranquilice (la primeras veces necesitarás la ayuda de otra persona).

El aseo

Al asearle, revisa bien los pliegues de la piel (bajo el cuello, entre los muslos...) que suelen acumular suciedad. Si utilizas una esponja (también puedes limpiarle con tu mano), lávala y escúrrela bien al terminar.

Solo unos minutos

Los primeros baños deben ser cortos. Unos minutos bastan, pero si ves que tu hijo disfruta, déjale que después chapotee durante un rato, vigilando que el agua no se enfríe.

Cuidado con los ojos

Muchos niños detestan que se vierta agua sobre su cabeza, y aún más sobre los ojos.

La salida de la bañera

Es un momento delicado, pues la piel mojada es muy resbaladiza. Sujeta al bebé con firmeza, envuélvele rápidamente en una toalla (puedes templarla previamente en el radiador para que esté calentita) y apóyale sobre una base segura y confortable para poder secarle bien y echarle crema por el cuerpo.

Diversión en el baño

El momento del baño, además de ser relajante para los peques también es para muchos un momento de ocio y diversión, por eso, podemos acompañarlo con juguetes para el baño, como los que propone VTech. Esta aquasilla, por ejemplo, es un juguete con dos modalidades, silla de baño y panel de actividades, para que los niños puedan jugar tanto dentro como fuera del agua, y que incorpora muchos elementos y botones para que aprendan, mientras están sentados dentro de ella, las formas, colores, números, animales… Está recomendada a partir de los 6 meses. ¡Aprendizaje y diversión, todo en uno! 

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