Pruebas que se realizan al recién nacido para comprobar si está sano

Algunas pruebas se deben practicar inmediatamente después de nacer, en el mismo paritorio, mientras que otras se posponen algunas horas e incluso días. Vamos a analizar cuáles son y en qué consisten
recién nacido

El bebé ya ha nacido y seguramente todo está bien. Pero en las primeras horas de vida se van a realizar una serie de pruebas que analizan la situación del recién nacido y estudian posibles problemas que puedan surgir a futuro.

Lo ideal es hacer las primeras pruebas al bebé sobre la madre. En contacto con ella va a encontrar calor, seguridad, protección, alimento… Por ello, la mayoría de los profesionales que atienden partos, siempre que pueden, hacen los primero cuidados del recién nacido estando encima del abdomen materno.

Corte del cordón umbilical

Inmediatamente después de nacer, el profesional sanitario que atiende al bebé (matrona o pediatra) calienta al recién nacido al ponerlo sobre su madre y le limpia con un paño estéril las secreciones que tiene sobre todo en la cara. Esta limpieza implica además una estimulación táctil que mejora su adaptación al medio externo.

A continuación se le corta el cordón umbilical. Pero, ¿cuál es el mejor momento para hacerlo? Existe controversia al respecto: hay profesionales que dicen que hay que cortarlo inmediatamente después de la salida del bebé. Por el contrario, hay otros que prefieren esperar a que deje de latir y se colapse por completo. Al menos, es aconsejable que el recién nacido comience a respirar y a llorar para no dejarle sin el suministro de oxígeno tan bruscamente.

Extracción de sangre

Una vez que hemos cortado el cordón umbilical, se recogen dos muestras de sangre para realizar dos pruebas importantes para el recién nacido: la determinación del grupo sanguíneo y Rh, y el análisis de gases y pH (imprescindible para conocer el nivel de oxigenación que tiene al nacer). Normalmente la muestra se extrae directamente del cordón umbilical para evitar pinchar al recién nacido.

El test de Apgar

El test de Apgar es un examen sencillo, no invasivo, que valora el estado del niño. Lo realiza la matrona que atiende el parto, un pediatra o una enfermera de pediatría. Mide cinco aspectos de la salud del bebé:

Se realiza al minuto de nacer y se repite cinco minutos después. A cada uno de los parámetros que se valoran se le asigna una puntuación (0, 1, 2), en función de la respuesta y el estado del bebé. La puntuación máxima es 10 y la mínima 0. En el primer test (el que se realiza al minuto), muchos niños obtienen entre 8 y 9. El 10 es muy raro porque la adaptación a la vida extrauterina se realiza de forma paulatina. Puede suceder que en el primer minuto el test tenga un resultado bajo y a los cinco minutos, cuando el niño ha superado el estrés del parto, el estado del pequeño haya mejorado, y el test de Apgar también.

Pesos y medidas

Una de las cosas que más inquieta a los padres es saber el peso y la talla de su pequeño. Pero esto es un dato que se puede retrasar. Es mejor que el niño permanezca junto a su madre, caliente y tranquilo durante las dos primeras horas después del parto y, pasado este tiempo, se le pese, se le mida y se le vista. 

Prueba del talón

A partir de las 48 horas del nacimiento se extrae una pequeña muestra de sangre (generalmente del talón, porque se obtiene más fácilmente) que se analiza en un laboratorio centralizado en cada Comunidad Autónoma. Esto se conoce como prueba metabólica o del talón.

Mediante este sencillo análisis se pueden diagnosticar hasta 19 enfermedades metabólicas al recién nacido. En función de la comunidad autónoma se realizan más o menos cribados, pero la finalidad es poder detectar enfermedades que sean asintomáticas al nacimiento pero que se puedan beneficiar de un tratamiento precoz para evitar consecuencias.

Profilaxis ocular

Todos los recién nacidos reciben una aplicación ocular de antibiótico para evitar la infección en los ojos por gérmenes presentes en el canal del parto. Esta aplicación se hace en forma de pomada y se aplicará en la primera hora de vida.

Otoemisiones: prueba de audición

En la gran mayoría de hospitales y antes del alta del recién nacido se hace un cribado auditivo mediante un procedimiento que se llama otoemisiones acústicas. Mediante ello se detectan las formas precoces de pérdida  de audición de manera que se pueda iniciar un estudio y un tratamiento precoz. En algunos casos si las otoemisiones no se pueden realizar o salen alteradas se realizarán lo que se llama Potenciales Evocados del Tronco del Encéfalo (PEATC) que miden la pérdida de audición a nivel nervioso.

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