Un análisis de sangre para saber el sexo del bebé

Conocer el sexo del bebé es una de las mayores incógnitas de los padres durante el embarazo. Todos estamos deseando tener claro si nuestro peque será niño o niña lo antes posible.
Test para saber si es niña o niño: ¿existen tests fiables?

El sexo del bebé con un análisis de sangre

Mediante un sencillo e inocuo análisis de sangre se puede conocer el sexo del bebé en las primeras semanas de gestación y, lo mejor de todo, con una certeza de entre el 95 y el 99%. El objetivo de la prueba es determinar el sexo del feto en el primer trimestre de gestación y la muestra empleada es sangre de la madre, con lo que esta prueba no supone ningún riesgo, ni para el bebé, ni para la madre.

Análisis de sangre a una embarazada

Según los estudios de un equipo de investigadores de los Institutos Nacionales de Salud (NIH), de Estados Unidos, la sangre de la madre tiene información suficiente para determinar el sexo del feto a partir de la séptima semana de embarazo, mucho antes de lo que se conoce con la ecografía, que suele ser a partir de la semana 20.

Anteriores estudios decían que había ADN fetal circulando en plasma. Lo que se hace ahora es corroborar que efectivamente existe ese ADN fetal y comprobar si dentro de él hay fragmentos exclusivos correspondientes al cromosoma Y, ya que en este caso, sólo podría proceder de un niño. Los científicos han obtenido una efectividad superior al 98% en las 120 muestras estudiadas.

La amniocentesis lo determina con total seguridad a partir de una muestra de líquido amniótico pero es una prueba invasiva que conlleva un riesgo de aborto del 1%. 

La amniocentesis se hace para extraer líquido amniótico y células del útero para hacer análisis o tratamientos. El líquido amniótico rodea y protege al bebé durante el embarazo.

Si bien la amniocentesis puede brindar información valiosa sobre la salud del bebé, es importante comprender sus riesgos y prepararse para los resultados.

La amniocentesis se puede hacer por varios motivos:

Pruebas genéticas. La amniocentesis genética implica tomar una muestra de líquido amniótico y analizar el ADN de las células para el diagnóstico de determinadas afecciones, como el síndrome de Down. Es posible que se haga después de otro examen de detección que haya mostrado un alto riesgo de sufrir esta afección.

Diagnóstico de una infección fetal. En algunos casos, la amniocentesis se usa para evaluar si el bebé tiene una infección u otra enfermedad.

Tratamiento. La amniocentesis se puede hacer para drenar el exceso de líquido amniótico del útero, una afección llamada polihidramnios.

Prueba de madurez pulmonar fetal. Si el parto está planeado para antes de la 39 semanas, el líquido amniótico se puede analizar para determinar si los pulmones del bebé están lo suficientemente desarrollados para nacer. Sin embargo, esta prueba es poco frecuente.

¿En qué consiste este análisis de sangre?

La técnica consiste en analizar fragmentos del ADN no celular del plasma procedentes del feto.

A partir de la séptima semana de embarazo, hay plasma del feto suficiente en la sangre de la embarazada como para saber si es niño o niña.

Además, conocer desde las primeras semanas de embarazo el sexo del bebé, permitirá estudiar si hay o no trastornos genéticos asociados al sexo, como la hemofilia.

Además, la aplicación de este método con ese análisis tiene dos vertientes: desde el punto de vista clínico, permite prevenir y tratar a aquellas mujeres portadoras de enfermedades monogénicas ligadas al cromosoma X como son la hemofilia, o la distrofia muscular de Duchenne; y desde el punto de vista social, contribuye al interés que se tiene por conocer el sexo del bebé desde el principio del embarazo.

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