Las dificultades para dormir son un problema frecuente a medida que el embarazo avanza. Según un estudio liderado por expertos de la Universidad de Granada, se estima que para el tercer trimestre de la gestación, 2 de cada 3 mujeres sufren insomnio. Lo que sucede es que a los cambios hormonales que tienen lugar en la gestante, se suma el crecimiento de la barriga y las molestias en la espalda, lo que hace más difícil conciliar el sueño y disfrutar de un descanso reparador. Afortunadamente, existen algunos trucos que pueden ayudarte a descansar mejor como, por ejemplo, usar una almohada para embarazadas.
Las almohadas para embarazadas son un accesorio muy útil durante la gestación ya que además de servir de soporte al vientre, contribuyen a aliviar las molestias en la espalda. Esto gracias a que brindan un ajuste perfecto, adaptándose al cuerpo de la mujer y aliviando la carga sobre la espalda y las articulaciones. De esta manera, también son un buen aliado para aliviar los dolores pélvicos y de cadera, sobre todo cuando se trata de almohadas muy alargadas que llegan hasta las rodillas.
Su uso contribuye además a restringir los movimientos durante la noche, evitando que te gires o pases mucho tiempo boca arriba y ayudando a dormir en las mejores posiciones. Asimismo, son una idea estupenda para prevenir la acidez estomacal y las molestias gastrointestinales o físicas causadas por una posición inadecuada al dormir.
¿Qué debes tener en cuenta al elegir (o regalar) una almohada de embarazada?
Elegir una almohada de embarazada no es tan sencillo como parece, sobre todo porque existen diversos diseños con múltiples funcionalidades que se adaptan a las necesidades de cada gestante. Por eso, es importante no decantarse por el primer modelo que encuentres, sino elegir la almohada que mejor se ajuste a ti. En este sentido, debes tener en cuenta:
- El diseño. Uno de los primeros detalles que debes valorar al elegir una almohada para embarazada es el diseño. Lo ideal es que se ajuste a tu cuerpo y a la posición en la que sueles dormir, a la vez que sirva de soporte a la zona que más te molesta. De esta manera, podrás elegir entre almohadas en forma de cuña, triangulares o media luna, con forma de U, con forma de J, con forma de C o cuerpo entero o tubular.
- Las dimensiones. Es importante que al elegir una almohada de embarazada no solo tengas en cuenta su forma, sino también el tamaño. Ten en cuenta que la almohada no solo debe adaptarse a tu cuerpo, sino también a tu espacio. Por tanto, si buscas dar soporte a una zona puntual y no cuentas con mucho espacio en casa, igual quieras decantarte por una almohada de cuña. En cambio, si necesitas una almohada que se adapte a todo el cuerpo y el almacenamiento no es un problema, las almohadas con forma de J, C o U son perfectas.
- El material. Otro aspecto importante que debes valorar es el material con el que están confeccionada la almohada. Si buscas un accesorio más natural y respetuoso con tu piel, quizá debas decantarte por una almohada de algodón o plumas. Sin embargo, si no tienes ninguna preferencia en este sentido, una almohada de poliéster o látex podría salirte más económica. Y, si prefieres una almohada que no tengas que estar arreglando cada mañana, las almohadas confeccionadas con espuma viscoelástica son una buena alternativa.
