El conocido como sangrado de implantación es un tipo de sangrado que generalmente ocurre entre 6 a 12 días después de la concepción, justo en el momento en el que el óvulo, una vez ha sido fecundado, se adhiere -o se implanta, de ahí su denominación- al revestimiento del útero.
Es habitual que algunas mujeres lleguen a confundirlo con su período menstrual, especialmente porque suele parecer similar, y porque ocurre en un período de tiempo más o menos cercano a cuando se espera la llegada del ciclo normal.
Pero, ¿cómo es posible saber si lo que estás experimentado (o has experimentado) es sangrado de implantación? ¿Se trata, entonces, de un síntoma de embarazo? Y, sobre todo, ¿cuándo es preocupante el sangrado vaginal?
¿El sangrado de implantación es común?
De acuerdo a algunas estadísticas, el sangrado de implantación sería en realidad bastante común. Tanto, que ocurriría en aproximadamente el 25 por ciento de los embarazos. De hecho, en muchos casos, es considerado como el primer signo o síntoma de embarazo.
En este sentido, la mayoría de las mujeres que lo tienen piensan que tienen un período corto ese mes, cuando de hecho se trata del sangrado de implantación. Es más, muchas mujeres pueden no darse cuenta que están embarazadas hasta el momento en el que se realizan una prueba de embarazo y esta ofrece un resultado positivo.
¿Cuánto dura?
A diferencia de la duración que suele tener un período menstrual regular, en el caso del sangrado de implantación es en realidad de corta duración. Por lo general, dura aproximadamente entre 1 a 2 días. Y este es, precisamente, el tiempo en el que el óvulo, ya fecundado, tarda en implantarse en el revestimiento uterino.
Podríamos establecer, de hecho, una especie de línea del tiempo que nos ayudaría a saber qué ocurre con el óvulo en esos días:
- Primer día del período menstrual.
- Día 14-16: tiene lugar la ovulación.
- Día 18-20: ocurre la concepción (fecundación).
- Día 24-26: es cuando, finalmente, el óvulo fecundado se implanta. De esta forma, el sangrado de implantación ocurre de 2 a 7 días después.
¿Cómo es? ¿Cuáles son sus síntomas?

Es habitual que, el sangrado menstrual típico (común y regular), generalmente dure entre tres a cinco días. Éste empieza a ser más pesado para luego mostrar una apariencia algo más ligera.
Sin embargo, a diferencia de éste, el sangrado de implantación no es un flujo pesado, es típicamente marrón oscuro o negro (lo que significa que se trata de sangre más antigua), aunque en ocasiones también puede ser rojiza o rosada.
No obstante, es cierto que para muchas mujeres puede ser difícil saber la diferencia entre un período regular y el sangrado de implantación, ya que los síntomas pueden ser bastante similares; tanto, que ambos tipos de sangrado pueden llegar a confundirse.
Es decir, las manchas que surgen en la ropa interior o al limpiarse suelen ser mucho más ligeras. También puede aparecer una especie de flujo ligero y constante.
Principales diferencias entre el sangrado de implantación y la menstruación
Período menstrual regular
- Al comienzo suele ser algo pesado, para aclararse y aligerarse a medida que transcurren los días.
- Dura entre 3 a 7 días, aproximadamente. Además, es muy común que la sangre tenga un color rojo brillante entre 2 a 3 días.
- Los calambres uterinos se sienten más intensa y severamente. En muchas ocasiones tienden a surgir antes de que aparezca el sangrado, y continuar durante 2 a 3 días.
Sangrado de implantación
- Cuando se trata de un sangrado de implantación, lo más común es que sea bastante más liviano y leve. Puede ser ligeramente rosado, marrón o negro.
- No suele durar más de 24 a 48 horas.
- No existen calambres uterinos, o si aparecen, son muchísimo más leves.
¿Cuándo podría ser preocupante?
Aunque no todo el sangrado es una emergencia o una señal de complicaciones, cualquier sangrado durante el embarazo es considerado como anormal. Por tanto, es necesario informar al médico siempre que ocurra. Y, si es así, es probable que el especialista desee realizar pruebas, como por ejemplo podría ser el caso de un ultrasonido vaginal, con el fin de descubrir la causa.
Si se trata de un tipo de sangrado rojo brillante podría significar que el sangrado aún está activo, especialmente si se tiene dolor y aparecen a su vez algunos coágulos de sangre. Esto podría ser una señal de aborto espontáneo, o de embarazo ectópico, que requieren de atención médica inmediata.
En estos casos, sobre todo cuando el sangrado es abundante y surgen calambres, es importante acudir rápidamente al médico, ya que es posible que se esté experimentando un aborto espontáneo.
Otros síntomas tempranos de embarazo
Dado que el color y la consistencia del sangrado de implantación pueden variar de una mujer a otra, así como de embarazo a embarazo, en muchas ocasiones no puede utilizarse como ejemplo de síntoma de embarazo, aunque de producirse sí puede convertirse en una señal. Especialmente si existen otros síntomas.
Por ejemplo, la sensación de fatiga y náuseas o la micción frecuente son algunos de los primeros síntomas de embarazo. También es posible que los senos se vuelvan más sensibles e inflamados debido a los cambios hormonales que ocurren poco después de la concepción.
Por otro lado, también existen otros síntomas, como: estreñimiento, hinchazón, calambres, irritabilidad, mal humor y algunas aversiones a la comida.