Ser Padres

Cremas hidratantes para cuando salgan los niños de la ducha

Debemos garantizar a diario que la piel de los peques de la casa esté bien hidratada sufran o no dermatitis atópica.

Cuando dejamos el verano tendemos a relajarnos con los cuidados de los pequeños de la casa después de la ducha. De repente, como ya no pasan horas debajo del sol veraniego, por ejemplo, no hidratamos su piel con un producto acorde para ello, y es un error porque es recomendable hacerlo durante todo el año, especialmente si sufre dermatitis atópica.
De hecho, en invierno, dependiendo del clima que domine en el área geográfica donde residas, la piel se reseca mucho, sobre todo la que pasa más tiempo sin estar cubierta por la ropa, como es el caso de las manos y la cara. Por eso, no cuesta tanto reservar tres minutos después del baño a hidratar la piel de tus hijos también en los meses de frío.
No vale de nada, eso sí, hacerlo con un producto que no proteja su piel además de hidratarla. Este es el segundo “problema” en esta cuestión después de la falta de constancia en la rutina por parte de los adultos -si fuera por los peques ni se ducharían algunos de ellos así que es responsabilidad de los mayores cuidar su piel-.
A menudo optamos por productos elaborados con ingredientes nada recomendables para la salud de la piel de los niños y niñas pese a las numerosas advertencias de médicos, fabricantes y también de medios de comunicación de que leamos siempre bien el etiquetado de los productos cosméticos porque no es una cuestión baladí. Sin ir más lejos, una crema puede contener determinados ingredientes que provoquen una reacción alérgica en pieles sensibles o atópicas.
Por ello es altamente recomendable invertir en una crema hidratante de composición natural, que hidrate y no agreda la piel de los peques. No creas que por ser así tiene que ser muchísimo más cara que las cremas más económicas. Afortunadamente, la cosmética natural es un sector al alza y más en el ámbito infantil, por lo que hay suficientes opciones de calidad en el mercado como para que haya alternativas de sobra para todos los gustos y para que los precios no se disparen. Puede que en muchos casos sean un poquito más costosas, pero es un esfuerzo económico que merece totalmente la pena porque es una inversión en salud, la de piel de vuestros hijos e hijas.
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