Tiene cinco años, ¿le dejo elegir su ropa?
A los cinco años (a veces incluso antes) algunos niños se empeñan en escoger la ropa. ¿No es demasiado pronto?
Sí...
Existe un fenómeno de precocidad, sobre todo en las niñas, en el vestir. Sin embargo, la conocida diseñadora de ropa Agatha Ruiz de la Prada manifiesta claramente su oposición a que los niños vayan vestidos de adultos. Es tajante al afirmar además que los niños no deben elegir su ropa antes de los dieciocho años, y que si los padres permiten que una niña decida la ropa que se pone es que esos padres se están equivocando mucho.
Interesante opinión, aunque algo extrema. Es cierto que hay madres que cada mañana tienen que habérselas con una niña disconforme con la ropa que le han preparado para ir al colegio. A menudo niñas y mamás difieren en sus gustos, surgen diferencias a la hora de vestir a aquéllas, y otro tanto pasa en las tiendas cuando toca comprarles ropa.
No..
Es bueno permitir y estimular a los niños a tomar algunas decisiones, respetar y tener en cuenta sus gustos, en el tema del vestido como en otros. Ayuda a desarrollar su sentimiento de autonomía el no ser tratados como muñecos, sino como individuos con criterios propios. Lo cual no quiere decir que hagan todo lo que les venga en gana, sino que son los padres quienes en definitiva deben tener siempre la última palabra.
Depende...
Pero siempre se puede negociar y tratar de llegar a acuerdos. Hay algunos trucos. La mamá de Claudia le selecciona cada día dos o tres conjuntos de ropa y le deja elegir a la niña. Otras veces elige ella la prenda principal (el pantalón o la falda) y le deja elegir a la niña la prenda que la complementa.
De ese modo, ofreciendo alternativas, la niña sentirá que ella también decide. El procedimiento no es infalible pero ayuda. Eso sí, si pretende chantajearnos (“Si me dejas ponerme esto, ordeno mi cuarto”), habrá que tener cuidado de no caer en la trampa. Y si el atuendo que pretende ponerse resulta verdaderamente chocante o inadecuado, podemos sugerirle que sólo se vista así en casa, para jugar.
Sea cual sea la decisión de los padres en el tema de quién decide cómo se viste(n) su(s) hijo(s), es importante tener en cuenta que cada niño y cada niña son un mundo diferente, por lo que no es aconsejable hacer lo que veamos que hacen a nuestro alrededor: hermanos con sobrinos, amigos con sus hijos, padres de compañeros de nuestros hijos... Cada familia tiene su propia idiosincrasia y lo verdaderamente importante es respetar el carácter y los tiempos de cada persona.
Además, es fundamental en la educación de nuestros pequeños que el momento del vestir no se convierta en una pesadilla ni para nosotros, padres, ni para ellos, niños. Ni en una moneda de cambio ni de ellos con nosotros ni de nosotros con ellos. Parece baladí pero el tema de la indumentaria abre conflictos entre padres e hijos que a veces se enquistan. Así que cuidado con vuestra decisión. No olvidéis la flexibilidad pero tampoco dejéis al margen la autoridad.