Una madre se deshace de todos los juguetes de sus hijos

Los  juguetes son los elementos que históricamente van asociados al entretenimiento, felicidad y diversión de los niños, pero pocas veces nos planteamos el debate acerca de cuántos son los suficientes. ¿Realmente están más contentos cuantos más tienen? Allie Casazza es una madre de cuatro hijos que un día se formuló estas preguntas y tomó una determinación.

Allie se deshizo todos los juguetes de sus hijos. Aseguraba estar harta de que su casa estuviese hecha un desastre, con todos por medio, y el que el caos y el desorden se hicieran protagonistas. Además, esta mamá estaba segura de que sus hijos ya no valoraban ni disfrutaban con sus juguetes como antes.

Desde que lo llevase a cabo, Allie confesó haber mejorado la relación con su marido, con sus hijos y familiar en general, además de reducir el estrés y el nerviosismo que le suponía tropezarse con decenas de juguetes por los pasillos de la casa. La decisión de donarlos le ha hecho sentirse liberada y considera que ha sido una de las mejores que ha tomado nunca.

Este hecho plantea un interesante debate acerca de lo que se conoce como el  síndrome del niño rico. Esto sucede cuando los padres consienten todo a sus hijos sin darse cuenta del daño que les pueden estar haciendo, fomentando niños con falta de imaginación y un tanto frustrados. Este síndrome no está relacionado para nada con el dinero ni la riqueza, sino con la cantidad de caprichos que se les conceda a los pequeños.

Sin lugar a dudas que nos hace reflexionar a todos acerca de cómo educamos a nuestros hijos en el sentido de regalos y juguetes que les compramos, pensando que así van a ser felices. Quizás haya que cambiar la manera de entenderlo que se ha impuesto históricamente.