Si nos ceñimos al San Valentín de la rosa, el angelito con el arco y la flecha y las cartitas de amor que cruzan tanto pupitres como matrimonios rotos intentando sobrevivir como si esta fecha fuese un último bote salvavidas, puede que el día de hoy te cause la misma reticencia que a mí.
Pero también podemos ir un paso más allá y hacer una revisión actualizada de esta festividad, de acuerdo a los tiempos modernos y diversos que vivimos.
Os propongo desvincular esta "fiesta del amor" de su interpretación romántica y tradicional, y encontrar en el 14 de febrero una ocasión para enaltecer con nuestros hijos la importancia de los distintos tipos de afectos: desde el amor propio, hasta el amor por la familia, los amigos o incluso una afición o un lugar.
La importancia de las tradiciones
Independientemente de ningún significado ideológico o político, las tradiciones como hitos culturales que se celebran cíclicamente de manera comunitaria son una gran herramienta para trabajar el sentimiento de pertenencia a un grupo en nuestros hijos, así como su carácter y habilidades para reconocer límites y conexiones. Además, sus beneficios alcanzan a la familia entera, gracias a estos ritos se va construyendo la identidad familiar, forjándose vínculo y creando memorias colectivas.
Por supuesto que no hay que celebrar obligatoriamente nada, pero sí que conviene recordar que podemos darle el enfoque a cada festividad que mejor se adecue a nuestros principios y valores, y así poder disfrutar de días especiales sin ningún cargo de conciencia de estar fallando a nuestros ideales.
Para un San Valentín sin rosas, ni princesas, ni bombones, yo te propongo distintas formas de celebrar el amor y el bien que nos hace sabernos queridos.
Ideas para un San Valentín distinto:
- Escribir una carta de amor a uno mismo. Podéis proponer a vuestros hijos, y hacerlo vosotros también, escribir una misiva a su yo del futuro recordando las cosas de las que actualmente se siento orgulloso. ¡No habrá mejor regalo en un futuro San Valentín que abrir ese sobre!
- Cocinar para alguien con cariño. ¿Qué mejor forma de decirle a tu abuela que la quieres que haciéndole el bizcocho que tantas veces te hizo ella a ti? Así recordamos la importancia de cuidar a los que nos cuidan.
- Leer un cuento sobre distintas formas de amar. Si algo hay que combatir en esta fecha es la visión sesgada del amor romántico, tradicional y heteronormativo. Os propongo echarle un ojo al libro Familias de Verónica Sánchez de Oh Mami Blue.
- Amigo invisible emocional. Un juego para toda la familia en el que recordar al otro cuánto significa para ti. Como en el Amigo invisible de toda la vida, en este que os proponemos hacéis papelitos con los nombres de todos los integrantes, cada uno coge uno aleatoriamente, y será encargado de hacer ese día algo que le haga feliz a la persona que le toque.
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