¿A tu hijo le cuesta hacer amigos? Puedes ayudarle

Es bueno que un niño sepa jugar y entretenerse solo, pero no lo es tanto que esa sea su única manera de divertirse.
¿A tu hijo le cuesta hacer amigos? Puedes ayudarle

En sus primeros años, los pequeños juegan sobre todo con sus padres y en solitario, pero entre los tres y los seis años los amigos empiezan a ocupar un lugar importante en su vida.

A estas edades las amistades todavía son muy poco estables (pueden cambiar cada dos días de amigos) y los padres siguen siendo su fuente principal de relación y afecto... pero los compañeros comienzan ya a ocupar un lugar importante en la vida de nuestro hijo.

La socialización con otros niños es muy importante para su desarrollo. Si no tienen amiguitos, podrían aparecer más tarde problemas de adaptación. Esto no significa que tengan que estar continuamente rodeados de otros niños: también deben ser capaces de jugar ellos solos y estar a gusto consigo mismos.

Un niño que está solo porque tiene dificultades para relacionarse merece que le prestemos atención. Además, los padres podemos ayudarle para que aprenda a hacerlo poco a poco. Aunque parezca que hacer amistades es algo sencillo y natural, implica un aprendizaje.

Una buena autoestima

Cuando un niño cuenta con unos padres afectuosos y capaces de darle confianza y seguridad, tiene una buena base para establecer sus primeros contactos sociales.

En niños muy pequeños se ha observado que la presencia de la madre (u otra figura de apego) les tranquiliza y les permite explorar confiadamente lo que les rodea, mientras que al dejarles solos se angustian, se retraen y deciden suspender la exploración.

Cómo podemos ayudarle

  • Para su cumpleaños, o con algún otro pretexto, podemos organizar una fiesta e invitar a algunos compañeros del parque o del colegio. Tenerlos como invitados en el territorio de tu hijo puede aumentar la confianza del niño y favorecer su espontaneidad, lo que repercutirá luego en el parque o en el colegio. Además, es importante que ese día lleve golosinas para repartir entre sus compañeros, aumentará su popularidad.
  • Puedes invitar a casa a los amiguitos con los que congenie mejor y permitir que jueguen a sus anchas. Es preferible que las invitaciones no sean de muchos niños, mejor pocos y elegidos, de modo que nuestro hijo no se intimide y vaya ganando confianza poco a poco.
  • Y por último, se le puede elogiar cuando tenga actitudes amistosas adecuadas. Si observamos comportamientos contraproducentes, le podemos sugerir otros más adecuados y aplaudir sus pequeños avances, mostrándole sus ventajas.

Consejos para que sea más sociable

 

Recomendamos en