El hábito que mejora la memoria y las habilidades cognitivas en la infancia: solo 15 minutos más de sueño al día pueden cambiar el cerebro de tu hijo

Un nuevo estudio confirma que solo 15 minutos más de sueño al día potencian la memoria, la inteligencia y el desarrollo cerebral en adolescentes.
El cerebro adolescente se beneficia de descansar durante apenas 15 minutos más al día, según un estudio
El cerebro adolescente se beneficia de descansar durante apenas 15 minutos más al día, según un estudio (Midjourney - RG) - El cerebro adolescente se beneficia de descansar durante apenas 15 minutos más al día, según un estudio

A veces, los cambios de hábito más pequeños conllevan resultados más sorprendentes y efectivos, algo que en crianza es lo realmente importante: que funcione. Y según un estudio recién publicado en Cell Reports desarrollado por investigadores de la Universidad de Fudan y la Universidad de Cambridge, basta con aumentar 15 minutos el tiempo de sueño de los adolescentes para que el descanso surta efecto y mejore la memoria, la inteligencia y el desarrollo cerebral. 

El sueño siempre ha sido una pieza clave para la salud infantil, pero ahora sabemos que su impacto es todavía más profundo si cabe de lo que ya se pensaba… y se sabía, puesto que la ciencia ha demostrado que el sueño ayuda al cerebro a ordenar los recuerdos, entre otros muchos beneficios. Gracias a distintas investigaciones, se sabe con bastante certeza cómo afecta el sueño infantil a cómo se conectan distintas áreas del cerebro y al rendimiento escolar

Pues bien, este nuevo estudio publicado en Cell Reports se centra en concreto en el sueño durante la adolescencia y su impacto. Esta es una etapa crítica para el crecimiento cerebral, y el estudio muestra que unos pocos minutos extra de descanso pueden marcar diferencias visibles y duraderas.

Tres biotipos de adolescente según el sueño

Si alguna vez has dudado si merece la pena insistir a tu hijo  o hija que se acueste un poco antes o dejarle dormir un poco más por las mañanas, la ciencia te ofrece una respuesta clara para reforzar tu argumento y despejar tus dudas: hazlo, aunque tengas que “pelear” con ellos y ellas hasta que se conciencien de la importancia que tiene el descanso. Según el citado estudio, 15 minutos pueden no parecer mucho, pero para un cerebro en desarrollo, son oro puro

Para llegar a esta conclusión, el estudio analizó los datos de más de 3.200 adolescentes del proyecto estadounidense ABCD (Adolescent Brain Cognitive Development Study). Utilizando dispositivos Fitbit, los investigadores recogieron información objetiva sobre patrones de sueño durante tres semanas: horarios de acostarse, duración total del sueño, calidad del descanso y frecuencia de despertares nocturnos.

Figura 1. Descripción general del diseño y análisis del estudio Utilizamos características objetivas del sueño basadas en dispositivos y mediciones de neuroimagen, que abarcan tanto la estructura como la función cerebral, para explorar los correlatos neuronales del sueño y sus implicaciones psicofisiológicas en adolescentes. Todos los datos utilizados en este estudio provienen del estudio sobre el Desarrollo Cognitivo del Cerebro Adolescente (ABCD). Los hallazgos de la muestra de descubrimiento se basaron en los datos de seguimiento de 2 años a los 11-12 años ( n = 3222), y se realizaron dos réplicas con los datos de seguimiento de 4 años ( n = 1190; 13-14 años).
Figura 1. Descripción general del diseño y análisis del estudio Utilizamos características objetivas del sueño basadas en dispositivos y mediciones de neuroimagen, que abarcan tanto la estructura como la función cerebral, para explorar los correlatos neuronales del sueño y sus implicaciones psicofisiológicas en adolescentes. Todos los datos utilizados en este estudio provienen del estudio sobre el Desarrollo Cognitivo del Cerebro Adolescente (ABCD). Los hallazgos de la muestra de descubrimiento se basaron en los datos de seguimiento de 2 años a los 11-12 años ( n = 3222), y se realizaron dos réplicas con los datos de seguimiento de 4 años ( n = 1190; 13-14 años).

A la par, analizaron imágenes de resonancia magnética para estudiar la estructura y la conectividad funcional del cerebro. Gracias a un sofisticado análisis de correlación canónica escasa (sparse CCA), identificaron que existen tres perfiles o biotipos de adolescentes según sus patrones de sueño y desarrollo cerebral:

  • Biotipo 1: Sueño corto, alta frecuencia cardiaca, peores resultados cognitivos.
  • Biotipo 2: Perfil intermedio.
  • Biotipo 3: Sueño más largo, frecuencia cardiaca más baja, mejores capacidades cognitivas.

Aquellos jóvenes que dormían unos minutos más cada noche, 15 minutos o más, se situaban de manera consistente en el grupo con mejores resultados intelectuales, mejor conectividad cerebral y mayor volumen en regiones clave para el aprendizaje.

Por qué 15 minutos más de sueño son tan importantes en la adolescencia

Uno de los hallazgos más potentes fue la conexión entre un inicio de sueño más temprano y una mayor duración del sueño con una mejor conectividad entre redes neuronales fundamentales para el aprendizaje, la memoria y el autocontrol. Es decir, dormir más y mejor refuerza los "puentes" que el cerebro necesita para trabajar de manera eficiente.

Además, aquellos adolescentes que dormían más tiempo mostraban volúmenes cerebrales más grandes en áreas críticas como el hipocampo, el área ligada a la memoria. La duración del sueño también se asoció a una menor frecuencia cardiaca durante el descanso, un marcador de buena salud general.

Los resultados fueron consistentes en análisis longitudinales: los adolescentes que tenían mejores patrones de sueño entre los 9 y los 14 años mantenían una ventaja cognitiva a lo largo del tiempo.

Con este hallazgo, puedes reforzar el mensaje que les das a tus hijos e hijas cuando no se quieren acostar. Porque cuidar del sueño en la infancia y adolescencia no es un capricho, es una necesidad biológica que influye directamente en el futuro académico y emocional de los niños. Desde los primeros años de vida, dormir bien está relacionado con mejor regulación emocional, mayor capacidad de atención y mejor memoria a largo plazo.

Figura 4. Tres biotipos con diferentes perfiles de sueño y rendimiento cognitivo.
Figura 4. Tres biotipos con diferentes perfiles de sueño y rendimiento cognitivo.

¿Cómo pueden aplicar estos hallazgos las familias?

El estudio nos deja algunos aprendizajes prácticos para la crianza de los hijos e hijas que se pueden fomentar antes de la adolescencia. Son hábitos positivos para el desarrollo infantil:

  • Priorizar rutinas de sueño: intentar que los adolescentes tengan horarios regulares y se acuesten antes.
  • Aumentar progresivamente el tiempo de sueño: solo 15 minutos más por noche pueden marcar la diferencia.
  • Crear un ambiente propicio para dormir: sin pantallas al menos una hora antes de acostarse.
  • Educar sobre la importancia del sueño para el éxito académico y el bienestar emocional.
Dormir más y mejor refuerza los "puentes" que el cerebro necesita para trabajar de manera eficiente.
Dormir más y mejor refuerza los "puentes" que el cerebro necesita para trabajar de manera eficiente (Midjourney - RG)

A menudo se subestima el impacto que un buen descanso tiene en la salud mental. Dormir bien no solo mejora el aprendizaje, también protege contra la ansiedad, la depresión y otros trastornos emocionales que pueden aparecer durante la adolescencia.

En un momento en que muchos adolescentes sacrifican horas de descanso por actividades escolares, redes sociales o videojuegos, este tipo de evidencia aporta argumentos decisivos para cambiar pequeños hábitos que tendrán un impacto enorme en su futuro.

Referencias

  • Qing Ma, Barbara J. Sahakian, Bei Zhang, Zeyu Li, Jin-Tai Yu, Fei Li, Jianfeng Feng, Wei Cheng. Neural correlates of device-based sleep characteristics in adolescents. Cell Reports, 2025. DOI: 10.1016/j.celrep.2025.115565

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