Los melones en la crianza se van abriendo a medida que los niños de la casa van creciendo, y no todo lo pueden aprender en el colegio. En casa, podemos acompañarles también en esos primeros viajes por nuevos conocimientos. Conocimientos como los que pueden descubrir en Internet a través de los famosos buscadores, con Google a la cabeza. Por el peligro que conlleva su uso, y por la dificultad que entraña la búsqueda de información veraz en la red, es aconsejable echarles una mano, guiarles en el camino del aprendizaje de sus habilidades digitales.
A los estudiantes les cuesta encontrar información fidedigna, y tampoco se molestan demasiado en hacerlo. Los profesores se hartaban de criticarnos por utilizar El Rincón del vago y ahora están aburridos de ver trabajos de corta y pega con información de Wikipedia o de ChatGPT.
Hay que exigirles un poquito más a nuestros hijos e hijas. No solo por sus resultados académicos, ya que la búsqueda y selección de la información es algo que les acompañará toda su vida, y que está íntimamente ligado con el pensamiento crítico, la máxima aspiración para muchos profesores y padres en esta vida en lo que respecta a sus alumnos e hijos respectivamente.
Consejos para enseñarles a usar los buscadores
En nuestra humilde opinión, en el acompañamiento a nuestros hijos e hijas en sus primeras experiencias con Google y demás herramientas digitales disponibles, conviene diferenciar entre consejos enfocados en la seguridad y la responsabilidad, y consejos que son eminentemente prácticos, trucos para que sean más efectivos buscando.
Entre los primeros consejos, el más importante no es para los niños, sino para los adultos: adecúa el ordenador en el que tu hijo o hija va a aprender a buscar contenidos. ¿Cómo? Aprovechando las opciones de bloqueo de contenidos que ofrecen buscadores como Google. La seguridad y la responsabilidad empieza primero en lo que tú hagas.

A partir de aquí, y sin ánimo de aburrirles, no sobra que les contemos en dos o tres minutos qué son los buscadores como Google y para qué sirven si todavía no han entrado en contacto con ellos. Es importante advertirles, además, de la gran cantidad de información que van a encontrar a través de ellos, y matizar que no toda la información tiene el mismo valor ni tiene por qué ser cierta. Aunque no entiendan todavía qué significan, es bueno que se empiecen a familiarizar con palabras y hábitos como verificar, información oficial o fuentes fiables, ya sean primarias o secundarias, periódicos, etc. Dependiendo de la edad y su predisposición podréis profundizar más en este plano teórico o menos.
También es interesante enseñarles que Google no es el único buscador que existe. Por ejemplo, los hay pensados para el público infantil, como Kiddle, que facilita las búsquedas a través de imágenes, o Bunis, que utiliza los filtros de seguridad de Google.
Además, podéis enseñarles, en función de sus intereses, herramientas en las que buscar contenidos específicos. Servidores de fotos gratuitas (y así aprovecháis, si tienen edad para ello, a explicarles que todo lo que hay en Internet no es gratis y no se puede utilizar) para hacer mejores trabajos, herramientas que sean muy visuales como Google Maps o Google Arts & Culture , enseñar a los más mayores que hay herramientas muy fiables y de mucha calidad como la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, o que tienen a mano el diccionario de la RAE para afinar su ortografía y ampliar su vocabulario. Esto dependerá mucho de qué estáis buscando y de la edad, pero la idea es ir guiándoles poco a poco por la red.

Por otro lado, en paralelo, podemos enseñar a los peques (los adolescentes ya lo saben) hasta qué punto la ortografía y las palabras claves afectan a la efectividad de una búsqueda.
En este sentido, podéis ponerles ejemplos prácticos. Que sean ellos y ellas los que os digan que quieren buscar y que lo escriban. Y luego proponedles hacer lo mismo acortando, poniendo solo palabras clave y asegurándote de que estén bien escritas. Este es un buen ejercicio para entender el funcionamiento de la escritura en la red, que no tiene nada que ver a lo que ocurre en el papel.
Y, finalmente, cuando les veáis preparados para ello si son novatos en el uso de buscadores, podéis ya sí retarles a que hagan alguna actividad que implique utilizar Google u otras herramientas digitales de búsqueda. Puede ser que encuentren cinco animales africanos, que os digan qué ponen en el cine de la ciudad este fin de semana… Cualquier cosa que se os ocurra que pueda motivarlas será productiva. Este reto puede serviros también para que vean otro uso de ChatGPT, integrándolo de algún modo en la búsqueda y que así podáis también hablar sobre su utilidad.
Y si disponéis de estas herramientas en casa, podéis enseñarles también a incluir en las búsquedas la herramienta de la voz. Los adultos no solemos usar la voz en nuestras búsquedas, pero para ellos, que son coetáneos a Siri o Alexa, es algo más natural. Y muchas herramientas digitales permiten la búsqueda por voz.