El cuento de "Blancanieves y los siete enanitos" es uno de los relatos más emblemáticos de la literatura infantil, un clásico que ha cautivado a generaciones de niños. Publicado por primera vez en Alemania, su popularidad se disparó gracias a la adaptación de los hermanos Grimm y, posteriormente, a la versión cinematográfica de Disney. Este cuento no solo entretiene, sino que también aborda temas profundos como la envidia y la superficialidad de la apariencia física, al tiempo que resalta valores fundamentales como la amistad y la autenticidad.

La historia detrás de "Blancanieves y los siete enanitos"
“Blancanieves y los siete enanitos” es una historia que versa sobre la envidia y la sobrevaloración de la apariencia física. Aunque también resalta el valor de la amistad y les enseña a los niños a no relacionarse con extraños. Una historia perfecta para enseñarles la importancia de aprender a aceptarse uno mismo y a ser verdaderamente auténtico.
Origen y popularización del cuento
La historia de Blancanieves tiene sus raíces en la tradición oral alemana, donde fue recopilada por primera vez por los hermanos Grimm en el siglo XIX. Esta versión se convirtió rápidamente en un éxito, capturando la imaginación de lectores de todas las edades. La narrativa se centra en una joven princesa cuya belleza sin igual despierta la envidia de su madrastra, la reina. A lo largo de los años, la historia ha sido adaptada en innumerables ocasiones, siendo la versión de Disney de 1937 una de las más conocidas y queridas. Esta adaptación cinematográfica introdujo elementos visuales y musicales que ayudaron a inmortalizar el cuento en la cultura popular.
Temas centrales: envidia y apariencia física
El cuento de "Blancanieves y los siete enanitos" explora la envidia como uno de sus temas centrales, personificada en la figura de la reina malvada. La historia destaca cómo la obsesión por la belleza puede llevar a actos de crueldad y desesperación. La reina, impulsada por su deseo de ser la más hermosa, se convierte en un símbolo de la superficialidad y la toxicidad de la vanidad. A través de esta narrativa, el cuento enseña a los niños la importancia de valorar las cualidades internas sobre las externas, promoviendo una reflexión sobre la verdadera esencia de la belleza.
Valores destacados: amistad y autenticidad
Más allá de la envidia y la apariencia, el cuento resalta valores como la amistad y la autenticidad. Blancanieves, al encontrar refugio con los siete enanitos, descubre el poder del compañerismo y el apoyo mutuo. Los enanitos se convierten en sus protectores y amigos, enseñándole que la verdadera belleza reside en el corazón. A través de sus interacciones, el cuento transmite un mensaje poderoso sobre la importancia de ser auténtico y fiel a uno mismo, valores que son fundamentales en el desarrollo emocional de los niños.
Personajes principales y su importancia
Además de la protagonista y los siete enanitos que la acompañan, hay otros personajes principales que ayudan a desarrollar el cuento de la mejor manera.
Blancanieves: la princesa y su belleza
Blancanieves es la protagonista central del cuento, una princesa cuya belleza es descrita como incomparable. Su piel blanca como la nieve, labios rojos como la sangre y cabello negro como el ébano, la convierten en el objeto de la envidia de su madrastra. Pero más allá de su apariencia, Blancanieves es un personaje que encarna la bondad y la inocencia. A lo largo de la historia, su carácter amable y compasivo se convierte en su verdadera fortaleza, permitiéndole forjar lazos de amistad que la ayudan a superar los desafíos que enfrenta.
La reina malvada y su intento de asesinato
La reina, madrastra de Blancanieves, es el antagonista principal de la historia. Su obsesión por ser la más hermosa del reino la lleva a cometer actos atroces, incluido el intento de asesinato de Blancanieves. A través de un espejo mágico, la reina descubre que su hijastra ha superado su belleza, lo que desencadena su ira y envidia. Su carácter refleja los peligros de la obsesión con la apariencia y actúa como una advertencia sobre cómo la envidia puede corromper el alma y destruir las relaciones.
Los siete enanitos: amigos y protectores
Los siete enanitos juegan un papel crucial en la historia como los protectores y amigos de Blancanieves. Cada uno con su personalidad única, representan la diversidad y la importancia del trabajo en equipo. Viven en una cabaña en el bosque y trabajan en una mina de diamantes, ofreciendo a Blancanieves un refugio seguro. A lo largo del cuento, demuestran lealtad y valentía, enseñando a los niños el valor de la amistad y el apoyo incondicional. Su relación con Blancanieves es un ejemplo de cómo las conexiones genuinas pueden brindar consuelo y seguridad.

Desarrollo de la trama
Como sucede con todas las historias, durante su desarrollo es cuando se producen la mayoría de las tramas principales que deben ser resueltas a través de los personajes.
La huida de Blancanieves y su refugio en el bosque
La historia toma un giro dramático cuando Blancanieves debe huir al bosque para salvar su vida. Después de que el cazador, encargado de matarla por orden de la reina, decide dejarla escapar, Blancanieves se encuentra sola y asustada en el vasto y oscuro bosque. Su viaje es tanto físico como emocional, simbolizando un rito de paso hacia la madurez. Finalmente, encuentra una pequeña cabaña que resulta ser el hogar de los siete enanitos, quienes la acogen y le ofrecen un nuevo comienzo. Este refugio se convierte en un símbolo de esperanza y renacimiento para la joven princesa.
La advertencia de los enanitos sobre los extraños
Consciente del peligro que representa la reina, los enanitos advierten a Blancanieves sobre los extraños y le piden que no abra la puerta a nadie mientras ellos están en la mina. Esta advertencia refleja una lección importante sobre la precaución y la confianza. A pesar de su bondad, Blancanieves debe aprender a protegerse de aquellos que podrían hacerle daño. Este consejo, sin embargo, es puesto a prueba cuando la reina, disfrazada, intenta acercarse a ella con intenciones malignas, destacando la importancia de estar alerta y confiar en el instinto.
El engaño de la reina y la manzana envenenada
La reina, decidida a acabar con Blancanieves, recurre a un disfraz para engañarla. Se presenta en la cabaña de los enanitos como una anciana vendedora de manzanas, ofreciendo a Blancanieves una manzana envenenada. Este acto de engaño y traición es uno de los momentos más tensos del cuento. Blancanieves, confiada, acepta la manzana y cae en un sueño profundo tras darle un mordisco. La manzana envenenada se convierte en un símbolo de la astucia y maldad de la reina, así como de la vulnerabilidad de Blancanieves ante las apariencias engañosas.
El desenlace del cuento
Aunque el final de la historia ya lo conoces, merece la pena recordarlo porque a través de él se simboliza el triunfo del amor y la pureza sobre la maldad.
El sueño profundo de Blancanieves
Tras morder la manzana envenenada, Blancanieves cae en un sueño profundo que la hace parecer muerta. Los siete enanitos, desconsolados, construyen una urna de cristal para proteger su cuerpo y velan por ella día y noche. Este estado de letargo simboliza la suspensión entre la vida y la muerte, un momento de espera y esperanza. Los enanitos se niegan a enterrarla, convencidos de que no ha muerto realmente, sino que está bajo un hechizo. Su devoción y amor por Blancanieves reflejan la profundidad de la conexión que han formado con ella.
La llegada del príncipe y el despertar mágico
Un día, un joven príncipe que pasa por el bosque escucha hablar de la bella princesa que yace en la urna de cristal. Fascinado por la historia, decide verla por sí mismo. Al contemplar a Blancanieves, queda cautivado por su belleza y siente un profundo deseo de protegerla. Mientras sus lacayos levantan la urna, un accidente provoca que el trozo de manzana envenenada salga de la boca de Blancanieves, despertándola mágicamente. Este despertar simboliza el triunfo del amor y la pureza sobre la maldad, y marca el comienzo de un nuevo capítulo para la princesa.
Un final feliz para Blancanieves
Con el despertar de Blancanieves, el cuento alcanza su conclusión feliz. La joven princesa, agradecida por el amor y la protección de los enanitos y el príncipe, comienza una nueva vida llena de esperanza y alegría. La historia termina con la unión de Blancanieves y el príncipe, quienes prometen cuidarse mutuamente. Este final feliz no solo refuerza el mensaje de que el bien siempre prevalece sobre el mal, sino que también celebra la importancia del amor verdadero y las conexiones genuinas en la vida de cada persona.
Lectura recomendada para niños
Este es uno de los cuentos más recomendados para los niños, porque además de ser fácil de entender, es una historia que transmite muchos valores y enseñanzas.
“Blancanieves y los siete enanitos” para diferentes edades
El cuento de "Blancanieves y los siete enanitos" es una lectura ideal para niños de diversas edades, gracias a su narrativa envolvente y sus enseñanzas atemporales. Para los más pequeños, de alrededor de 3 años, las versiones ilustradas y simplificadas pueden ser una excelente manera de introducirlos al mundo de los cuentos de hadas. A medida que los niños crecen, pueden disfrutar de versiones más completas que les permitan explorar los temas y valores del cuento en mayor profundidad. Esta historia ofrece una oportunidad única para discutir conceptos como la bondad, la envidia y la importancia de la amistad.
Versiones resumidas y adaptadas para imprimir
Para aquellos que buscan una experiencia de lectura más accesible, existen numerosas versiones resumidas del cuento de "Blancanieves y los siete enanitos" que pueden ser impresas y leídas en casa. Estas adaptaciones son perfectas para sesiones de lectura rápidas o para introducir a los niños a la historia antes de sumergirse en la versión completa. Además, las versiones impresas ofrecen la posibilidad de personalizar la experiencia de lectura, permitiendo a los padres y cuidadores adaptar el contenido a las necesidades y preferencias de los niños, asegurando así una experiencia educativa y entretenida.
Resumen del cuento de Blancanieves para niños
Erase una vez una hermosa reina que no tenía hijos y que deseaba con anhelo una niña. Un día mientras tejía con su aro de ébano contemplando el horizonte se pinchó el dedo con la aguja y algunas gotas de sangre cayeron sobre la nieve que se había acumulado en la ventana. La reina se quedó mirando el bello contraste de la sangre roja sobre la blanca nieve y su aro de ébano.
– ¡Cómo quisiera tener una hija que tuviera la piel tan blanca como la nieve, los labios rojos como la sangre y el cabello negro como el ébano! – dijo suspirando en voz alta
Poco tiempo después, su deseo se hizo realidad y nació una hermosa niña con piel blanca, labios rojos y cabello negro a quien dio el nombre de Blancanieves.
Desafortunadamente, la reina murió cuando la niña era muy pequeña y poco después el padre de Blancanieves volvió a casarse con una hermosa mujer. Tanta era la belleza de la nueva reina que pasaba todo el día contemplándose frente al espejo. Pero no frente a un espejo cualquiera, sino frente a un espejo mágico al que le podía preguntar todo lo que quisiera. Así que cada día se paraba frente a su espejo y le preguntaba:
– Espejo mágico, ¿quién es la más hermosa del reino?
Y el espejo le respondía:
– ¡Oh reina! Tú eres la más hermosa de todas las mujeres.
Así pasaron los años. La reina seguía tan absorta en su belleza que apenas le dedicaba tiempo a sus deberes en el reino. Mientras tanto Blancanieves crecía a ojos vista y al llegar a los quince años se había convertido en una joven muy bella a la que todos adoraban. El día en que se celebraba en todo el reino la fiesta de los quince años de Blancanieves, antes de salir de su alcoba, la reina fue hasta su espejo mágico y como solía hacer, le preguntó:
– ¿Quién es la más bella de este reino? – preguntó la reina.
Pero en esa ocasión el espejo no tenía la misma respuesta.
– Majestad es usted muy hermosa, pero hay alguien que es más bella aún. ¡Blancanieves es la más hermosa del reino!
La reina entró en cólera. Comenzó a tirar las cosas de su habitación por doquier. Llena de ira y de envidia mandó a llamar a su más fiel cazador y le ordenó:
– Al terminar la fiesta, llévate a Blancanieves a lo más profundo del bosque y mátala. Como prueba de haber cumplido mi orden, tráeme en este cofre su corazón.
El cazador inclinó la cabeza como señal de obediencia y en cuanto acabó la fiesta fue en busca de Blancanieves.
– ¿A dónde vamos? – preguntó Blancanieves.
– A dar un paseo por el bosque su Alteza – respondió el cazador.
Sin embargo, el pobre hombre estaba muy acongojado y sabía que no sería capaz de ejecutar la orden de la reina y matar a la princesa. Así que al llegar al medio del bosque, el cazador le explicó a Blancanieves el motivo por el que la había llevado hasta allí y le dijo:
– ¡Vete lejos de aquí y escóndete en un lugar donde la reina no pueda encontrarte! ¡No regreses jamás al palacio!
Dejó que huyera y para que la reina no se percatara que no había cumplido sus órdenes sustituyó el corazón de Blancanieves por el de un jabalí.
– La Reina creerá que es el corazón de Blancanieves. Así la princesa y yo viviremos más tiempo – pensó el cazador.
La acogida de Blancanieves por los siete enanitos
Mientras tanto, Blancanieves se encontró sola en medio de la oscuridad del bosque. Estaba aterrorizada. Creía sentir a alguien en todas partes y los ruidos que escuchaba le asustaban mucho. Así que corrió sin rumbo fijo. Caminó y caminó durante horas hasta que finalmente vio en un claro del bosque una pequeña cabaña. Se acercó a la cabaña y preguntó mientras tocaba en la puerta:
– ¿Hay alguien en casa?
Como nadie respondía, Blancanieves empujó la puerta y entró. En medio de la habitación vio una mesa redonda servida para siete comensales. Blancanieves volvió a llamar, pero nadie respondió, así que sintiéndose más segura, subió las escaleras que conducían a la planta alta. Allí había siete pequeñas camas pequeñas dispuestas una al lado de la otra.
– Descansaré un poco, ¡estoy tan cansada! – pensó y se acostó hasta que se quedó profundamente dormida.
Sin embargo, lo que Blancanieves no sabía era que la cabaña pertenecía a siete enanitos del bosque. Eran personitas muy pequeñas que tenían barbas muy largas y llevaban sombreros de vivos colores. Pasaban todo el día trabajando y a la noche regresaban a casa después de una larga jornada de trabajo en una mina de diamantes. Esa noche tardaron un poco más en regresar pero cuando llegaron a casa se encontraron con una gran sorpresa. ¡Alguien había entrado en su casa!
Entraron con cuidado, revisaron la habitación y no encontraron nada, así que subieron la escalera.
– ¡Miren! ¡Hay alguien durmiendo en nuestras camas!
Uno de ellos tocó delicadamente el hombro de Blancanieves, quien despertó sobresaltada.
– ¿Quién eres? ¿Qué haces aquí? – preguntaron los enanitos sorprendidos.
Blancanieves les contó su trágica historia y ellos la escucharon asombrados y llenos de compasión.
– Quédate con nosotros. Aquí estarás segura. ¿Sabes preparar tartas de manzana? -preguntó uno de ellos.
– ¡Sí, sí! Puedo preparar cualquier cosa – respondió contenta.
– La tarta de manzana es nuestro postre preferido, así que puedes ayudarnos con las labores de casa y nosotros te daremos cobijo – le dijeron.
Finalmente, Blancanieves se quedó. Ella se ocupaba de las faenas de la casa mientras los enanitos iban a trabajaban en la mina de diamantes y durante la noche ella les contaba divertidas historias. Vivían muy felices aunque los enanitos estaban muy preocupados por la seguridad de Blancanieves.

El consejo de los enanitos y la trampa de la reina
– No hables con extraños cuando estés sola. Y, sobretodo, ¡no le habrás la puerta a nadie! – le advertían siempre al salir.
– No se preocupen. Tendré mucho cuidado – les prometía Blancanieves.
Los meses pasaron y Blancanieves cada día lucía más hermosa. Pasaba los días leyendo, bordando y cantando hermosas canciones. Algunas veces soñaba que se casaba con un apuesto príncipe y que su vida cambiaba para siempre.
Mientras, en el palacio, la malvada reina convencida de que Blancanieves había muerto, nunca más había vuelto a interrogar a su espejo mágico. Sin embargo, una mañana decidió preguntarle de nuevo.
– ¿Es verdad que soy la más hermosa del reino? – le preguntó
– No, tú no eres la más hermosa, Blancanieves sigue siendo la más hermosa del reino – respondió el espejo.
– ¡Pero Blancanieves está muerta! – gritó desesperada la reina.
– No. Ella sigue viva y vive con los siete enanitos del bosque – le contestó el espejo
La reina encolerizada mandó a buscar al cazador pero este ya se había marchado del palacio. Entonces empezó a pensar cómo haría para deshacerse para siempre de la joven princesa. Pensó en un maléfico plan: iría disfrazada a la casa del bosque y envenenaría a Blancanieves.
A la mañana siguiente, los enanitos salieron a trabajar, se despidieron de Blancanieves y como cada día le dijeron que tuviera mucho cuidado y que no le abriera la puerta a nadie. Cuando los enanitos se fueron, Blancanieves se puso a preparar una tarta de manzanas y sintió que alguien se acercaba a la casa. Se asomó a la ventana y vio cómo se acercaba una viejecita.
– Veo que estás preparando una tarta de manzanas – le dijo la anciana acercándose a la ventana de la cocina.
– Sí – le respondió Blancanieves un poco nerviosa. Le ruego me disculpe pero no puedo hablar con extraños.
– ¡Tienes razón! Pero yo solo quería regalarte una manzana. Las vendo para poder vivir y quizás un día quieras comprarme. Son deliciosas, ya verás. La anciana cortó un trozo de manzana y se lo llevó a la boca.
El sueño profundo de Blancanieves
– ¿Ves hijita? Una manzana no puede hacerte ningún mal. ¡Disfrútala! – dijo alejándose lentamente.
Blancanieves no podía alejar sus ojos de la manzana. ¡No solo parecía inofensiva sino que se veía jugosa e irresistible!
– No puede estar envenenada si la anciana comió un trozo – pensó para sus adentros.
Pero lo que Blancanieves no sabía era que la anciana era en realidad la reina disfrazada y que había envenenado la mitad de la manzana. Así que sin pensarlo dos veces, tomó la manzana en sus manos y le dio un mordisco. A los pocos minutos cayó al suelo, donde la encontraron los siete enanitos al regresar de la mina.
– ¡Esto sin duda es obra de la reina! – gritaron angustiados mientras intentaban reanimar a Blancanieves.
Pero todos sus esfuerzos por despertarla fueron en vano, la joven permanecía inmóvil, no daban ninguna señal de vida. Su aliento ni siquiera empañaba el espejo que los enanitos le ponían cerca de la boca.
Los siete enanitos lloraron amargamente la muerte de Blancanieves y no querían separarse de ella. Tal era su belleza que al verla daba la impresión de que no había muerto sino que estaba simplemente dormida. Pensaron que probablemente fuera víctima de un hechizo, así que decidieron no enterrarla sino ponerla dentro de una urna de cristal y hacer turnos para cuidarla.
El despertar de Blancanieves por el príncipe
Un día un joven príncipe que pasaba por el bosque oyó hablar de la hermosa princesa que yacía en la urna de cristal.
– ¡Quisiera verla! – pensó mientras se dirigía a la casa de los siete enanitos.
Al acercarse a la cabaña, tocó a la puerta y les pidió a los enanitos ver a la bella joven de la que tanto se hablaba. Los enanitos accedieron a que el príncipe la viera. Lo llevaron hasta la urna y cuando el príncipe estuvo ante ella, inmediatamente cayó rendido ante la belleza de Blancanieves. ¡Era la joven más hermosa que jamás había visto!
– ¡Por favor déjenme cuidarla! – les suplicó a los siete enanitos. Yo velaré su sueño y la protegeré por el resto de mi vida.
En un inicio los enanitos se negaron, pero después aceptaron pensando que Blancanieves estaría más segura en un castillo.
Cuando los lacayos del príncipe levantaron la urna de cristal para llevársela, uno de ellos tropezó y la urna de cristal se estremeció. En ese momento, salió de la boca de Blancanieves el trozo de manzana envenenada. Sus mejillas, que hasta entonces eran de un color pálido mortal, comenzaron a teñirse de rosa y sus ojos se abrieron lentamente. Los enanitos no podían contener su alegría. Y así fue como Blancanieves despertó y todos fueron felices y comieron perdices.
Lecciones y moralejas del cuento de Blancanieves
La importancia de no confiar en extraños
Una de las principales lecciones del cuento es la advertencia sobre el peligro de confiar en extraños. A pesar de las advertencias de los enanitos, Blancanieves sucumbe al engaño de la reina disfrazada, lo que casi le cuesta la vida. Esta enseñanza es crucial para los niños, ya que subraya la importancia de ser cautelosos y de escuchar los consejos de quienes se preocupan por nosotros. La historia nos recuerda que no todos los que parecen amables tienen buenas intenciones y que es vital protegernos de posibles engaños.
El triunfo del amor y la amistad
Finalmente, el cuento de "Blancanieves y los siete enanitos" celebra el poder del amor y la amistad como fuerzas capaces de superar cualquier adversidad. La bondad de los enanitos y el amor del príncipe son elementos clave para la salvación de Blancanieves. Estos valores no solo son esenciales para el desarrollo emocional de los niños, sino que también les enseñan la importancia de cultivar relaciones basadas en el cariño, la confianza y el respeto mutuo. La historia concluye con un mensaje esperanzador: el amor verdadero y la amistad sincera pueden vencer incluso a la maldad más profunda.