Sangrado libre: controlar la menstruación sin compresas, tampones ni copas

¿Es posible controlar la menstruación para ser consciente de cuándo se va a expulsar sangre y, así, poder ir al baño y no utilizar compresas, tampones ni copas menstruales? Esto es lo que promueve la técnica de free bleeding o sangrado libre.
Sangrado libre

Si haces memoria, posiblemente seas capaz de recordar a la maratoniana Kiran Gadhi corriendo mientras su pantalón se manchaba con la sangre de la menstruación. Los que en 2015 calificaron el acto como un descuido (otros muchos lo calificaron como un acto protesta) no era más que una mujer practicando el sangrado libre o free bleeding, una técnica que aboga por la eliminación y por el no uso de ningún artículo de recogida de la menstruación (ni comprensas, ni tampones, ni copa menstrual ni nada). ¿Entonces? Aboga por aprender a escuchar el cuerpo para saber cuándo va a producirse el sangrado y, así, poder ir al baño a expulsar esa sangre directamente en el retrete.

Sangrado libre - steklo

“Con la práctica, la mujer puede detectar cuándo va a ocurrir la expulsión de la sangre e ir al baño o a algún lugar a expulsarla sin comprometer la higiene, pues en ningún momento manchará nada”, explica a Ser Padres Lola Hernández, directora de La Caravana Roja (un proyecto que difunde, entre otros, este tipo de prácticas) y psicóloga especialista en salud emocional y ciclo menstrual.

¿Cómo practicar el sangrado libre?

“La menstruación es la descamación periódica del endometrio cuando la mujer no queda embarazada, es un hecho natural y se manifiesta en forma de sangrado más o menos abundante”, explica a Ser Padres el doctor Antonio del Toro Salas, especialista en Obstetricia y Ginecología del Hospital Vithas Sevilla. Ese sangrado se expulsa por medio de unas contracciones que tienen lugar en el útero.

Pues bien, la técnica del sangrado libre aboga por aprender a escuchar de forma consciente al cuerpo para saber en qué momento se va a producir esa contracción (ya que, de acuerdo a sus principios, la mujer no menstrua constantemente, si no en unos momentos puntuales). 

Una vez que la mujer detecte que va a sangrar, aboga por acudir a algún baño o a algún lugar donde poder expulsar la sangre sin miedo a comprometer la salud íntima. “No se trata de programar cuándo quieres menstruar, porque el cuerpo tiene sus propios ritmos, sino de aprender a escuchar cuándo se acerca la contracción para preparase y acudir a un lugar donde se pueda expulsar”, explica Lola, a Ser Padres.

¿Cuál es el objetivo final? Además de aprender autoconocimiento y aprender a escucharse por dentro, el objetivo principal de esta práctica es eliminar el uso de cualquier tipo de artículo de recogida de menstruación, ya sea comprensa, compresa de tela, tamponeso, incluso, las conocidas copas menstruales.

Pero, ¿cómo ponerlo en práctica? Más a fondo, la misma profesional argumenta que la mujer debe ir, de manera progresiva y sin prisas, aprendiendo a escuchar su cuerpo conscientemente para ver cuándo se va a producir la contracción. De aquí que recomiende empezar a practicarlo en casa para, después, continuar en la calle. “Se trata de entrenar la conciencia la atención en la zona pélvica, en el útero, porque cuando se está en estado de escucha es posible sentir cómo el útero hace la contracción para expulsar la sangre menstrual”, expone. 

Eso sí, es firme al confirmar que el entrenamiento debe ser muy progresivo y que hay que empezar desde lo más sencillo para ir aumentando las horas poco a poco. 

¿El sangrado libre tiene beneficios?

Aunque, de acuerdo al análisis del medio Maldita no existe ningún estudio científico que avale los beneficios físicos de esta práctica, Lola explica que pueden verse a nivel emocional y mental.

“Uno de los beneficios más destacados es el de llegar a estados de conciencia más profundos, más calmados, llegar a ver más allá de lo evidente en lo que tiene que ver con la menstruación”, explica Lola. En otras palabras: entrar en conexión con nosotras mismas. “Algo importante, sobre todo, de cara a conservar la correcta salud íntima femenina”.

A nivel ecológico, disminuye la contaminación asociada al uso de artículos de recogida de la menstruación y, por supuesto, disminuye el gasto que todas las mujeres desembolsamos en ellos. 

Un método nacido en los años 70 que ahora gana adeptos

Esta práctica del sangrado libre no es nueva, ni mucho menos. Eso sí, en los últimos años ha ganado más fuerza después de resurgir las tendencias de ‘mi yo interior’. Este método nació en los años 70 en los Estados Unidos como una forma de protesta ante el Síndrome del shock tóxico que puede tener lugar después de utilizar tampones y copas menstruales y que puede ser tan grave que puede acabar con la muerte de la persona. Aquí, de hecho, hablábamos largo y tendido sobre ello.

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