Cuando un niño tiene fiebre, es natural que los padres se preocupen. Sin embargo, es importante entender que la fiebre no siempre es un motivo de alarma. En muchos casos, es una respuesta del sistema inmunitario a una infección, un virus, o incluso a una vacuna. Aunque la fiebre puede ser incómoda para el niño, es una señal de que su cuerpo está combatiendo un problema. De hecho, la fiebre es una respuesta del organismo ante una guerra interna del sistema inmune del cuerpo del menor. La mayoría de las veces no supone un riesgo para la salud del niño, aunque siempre es bueno mantenerla controlada y, si persiste, se debe visitar al pediatra para descubrir su causa. Muchas veces cuando tu hijo tiene fiebre y no le baja, existen diferentes remedios caseros, avalados por un pediatra, que son muy eficaces. Aun así, si la fiebre es alta o persistente, es crucial tomar medidas para controlarla y consultar al pediatra.
Comprendiendo la fiebre en niños
Antes de entrar en los remedios que podemos utilizar para bajar la fiebre de forma mecánica, es importan conocer qué es la fiebre. Según la propia Enciclopedia de Medicina, se trata de "un aumento temporal en la temperatura del cuerpo en respuesta a alguna enfermedad o padecimiento".
¿Qué es la fiebre y por qué ocurre?

El pediatra Nacho Domingo la define como un aumento temporal de la temperatura corporal y es una respuesta natural del organismo ante una infección. El cuerpo eleva su temperatura para crear un ambiente menos favorable para los patógenos, ayudando a combatir la infección. Este mecanismo es parte del sistema inmunitario y, aunque puede ser molesto, no siempre es perjudicial. La fiebre puede ser provocada por diversas razones, como infecciones virales o bacterianas, reacciones a vacunas o incluso por exceso de ropa en climas cálidos.
¿Cuándo preocuparse por la fiebre en niños?
Aunque la fiebre es común, hay momentos en los que puede ser un signo de algo más serio. Si la fiebre supera los 39°C, dura más de tres días, o si el niño presenta síntomas adicionales como dificultad para respirar, erupciones cutáneas, o está inusualmente irritable o letárgico, es fundamental buscar atención médica. También es crucial estar atentos a las petequias en los niños, pequeñas manchas rojas que no desaparecen al presionar, ya que pueden indicar una infección grave.
Importancia de consultar un pediatra
Consultar al pediatra, como Nacho Domingo, es esencial cuando la fiebre es alta o persistente. Un profesional de la salud puede determinar la causa subyacente y recomendar el tratamiento adecuado. Además, el pediatra puede orientar sobre los signos de alarma que requieren atención urgente. No todos los casos de fiebre necesitan medicación, pero es importante tener una evaluación médica para asegurar el bienestar del niño.
Los cinco remedios caseros para bajar la fiebre en niños
Aquí tienes un listado de cinco trucos que pueden funcionar, según un profesional de la salud infantil, para bajar unas décimas con estos remedios caseros cuando un niño tiene fiebre.
Que use ropa ligera y fresca

Entre los consejos, es imprescindible que, si la fiebre aumenta, hay que asegurar que el niño use ropa ligera y fresca es uno de los métodos más sencillos para ayudar a bajar la fiebre. La ropa de algodón es ideal porque permite la transpiración y evita que el calor corporal se acumule. Al elegir prendas ligeras, se facilita la regulación de la temperatura corporal, lo que ayuda a que la fiebre disminuya gradualmente. Evitar el exceso de ropa es clave para que el cuerpo pueda liberar calor eficazmente.
Dale un baño de agua tibia
Un baño con agua tibia es un remedio casero eficaz para reducir la fiebre. El agua tibia ayuda a equilibrar la temperatura corporal, permitiendo que el calor se disipe de manera gradual. Es importante que evitar el agua fría o caliente, ya que puede provocar un aumento de la temperatura corporal. Mantener al niño en el agua durante un tiempo moderado puede ser beneficioso, siempre asegurándose de que se sienta cómodo y relajado. Este es un remedio casero para la fiebre en niños.
Regula la temperatura de la habitación
Mantener una temperatura adecuada en la habitación donde descansa el niño es crucial para controlar la fiebre. En invierno, es recomendable bajar la calefacción para evitar un ambiente demasiado cálido. En verano, ventilar la habitación puede ser útil, siempre evitando corrientes de aire directo. Un ambiente fresco y bien ventilado contribuye a que el cuerpo del niño regule su temperatura de manera más eficiente.
Utiliza compresas de agua fría
Las compresas de agua fría son un método tradicional para reducir la fiebre. Aplicar un paño húmedo en la frente, la nuca y las muñecas puede ayudar a bajar la temperatura corporal. Es importante refrescar el paño regularmente para mantener su efectividad. Este método es sencillo y proporciona alivio al niño, ayudando a que la fiebre ceda de manera progresiva.
Enfría los pies
Permitir que el niño camine descalzo sobre una superficie fresca es otro remedio casero eficaz. El contacto de los pies con el suelo frío ayuda a disipar el calor corporal, contribuyendo a la reducción de la fiebre. Este método es sencillo y puede ser una actividad que el niño disfrute, además de ser una forma natural de ayudar a su cuerpo a regular la temperatura.
El papel de la cebolla en el entrenamiento de la fiebre
¿Cómo bajar la fiebre con cebolla en niños?

La cebolla es un remedio casero y natural para bajar la fiebre de los niños. Se cree que colocar rodajas de cebolla en los pies del niño, cubiertas con calcetines, puede ayudar a absorber el calor y reducir la fiebre. Aunque no hay evidencia científica concluyente sobre su efectividad, es un método que se ha transmitido de generación en generación y que algunos padres encuentran útil.
¿La cebolla es buena para bajar la fiebre?
La idea de usar cebolla para bajar la fiebre se basa en sus propiedades antiinflamatorias y antibacterianas. Se considera que la cebolla sirve para bajar la fiebre en niños ya que extrae toxinas del cuerpo y reducir la temperatura. Sin embargo, es importante recordar que este método debe ser complementario y no sustituir la consulta médica ni otros tratamientos recomendados por profesionales de la salud.
Aplicación de cebolla en los pies
Para aplicar la cebolla en los pies, se recomienda cortar una cebolla en rodajas y colocarlas en las plantas de los pies del niño. Luego, se pueden cubrir con calcetines para mantenerlas en su lugar. Este remedio casero es fácil de realizar y puede ser una opción adicional para los padres que buscan métodos naturales para ayudar a reducir la fiebre de sus hijos.
Consejos adicionales para el cuidado de un niño con fiebre
Además, el experto en pediatría nos ha ofrecido otros consejos que hay que tener en cuenta cuando la fiebre comienza a subir, se deben tener en cuenta estas ideas:
Hidratación adecuada

Mantener una buena hidratación es fundamental cuando un niño tiene fiebre. La fiebre puede llevar a la pérdida de líquidos, por lo que es importante ofrecerle agua, caldos o soluciones de rehidratación oral. La hidratación adecuada ayuda a regular la temperatura corporal y a prevenir la deshidratación, que puede complicar el cuadro febril.
Alimentos recomendados y a evitar
Durante la fiebre, es aconsejable ofrecer al niño alimentos ligeros y fáciles de digerir, como sopas, purés y frutas. Estos alimentos proporcionan nutrientes esenciales sin sobrecargar el sistema digestivo. Es mejor evitar comidas pesadas, grasas o muy condimentadas, ya que pueden ser difíciles de digerir y no aportan el confort necesario durante la fiebre.
Señales para buscar atención médica inmediata
Es crucial estar atento a ciertas señales que indican la necesidad de buscar atención médica inmediata. Si el niño presenta dificultad para respirar, confusión, rigidez en el cuello, o convulsiones, se debe acudir al médico de inmediato. Además, si la fiebre no responde a los remedios caseros y persiste por más de tres días, es importante consultar con un profesional de la salud para una evaluación detallada.