Los niños pequeños a veces presentan rabietas, fruto de no ver cumplidos sus deseos y demandas. En concreto, hay niños que pueden presentar rabietas derivadas de algunas manías, obsesiones o fijaciones con las prendas de vestir.

Debido a ello, tener que vestir a estos niños cada mañana resulta complicado, incluso puede convertirse en una lucha y llegar a suponer un reto para los padres. En estas situaciones los padres tienen que gestionar una larga lista de exigencias y llegan a sentirse desesperados y agotados con esta situación.
Además, los padres tienden a atribuir esta conducta a un capricho, tozudez o rigidez del niño, por ejemplo, y tienden a manejar la situación de manera inadecuada.
¿Por qué algunos niños tienen rabietas al vestirse?
Las rabietas a la hora de vestirse aparecen sobre todo en el caso de los niños altamente sensibles (NAS), los cuales suelen quejarse a menudo de la ropa y rechazan algunas prendas.
Los niños altamente sensibles tienen múltiples quejas, manías o fijaciones, y parece que los padres no aciertan nunca con las prendas de vestir. Pero no son quisquillosos, quejicas o exagerados por gusto. En realidad, tienen este comportamiento debido a su gran sensibilidad sensorial.
Su exigente sentido del tacto hace que puedan llegar a molestarles de forma extrema detalles como:
- Las texturas de los tejidos
- Las costuras de la ropa
- Las etiquetas que llevan las prendas
- El roce de los calcetines y de los zapatos

En algunos casos esta sensibilidad tan grande hace que los niños altamente sensibles tengan un bajo umbral para el dolor. Cuando dicen que algo les molesta, es porque les duele de verdad e incluso puede llegar a hacerle daño.
Es importante que tengamos siempre presente que estos niños tienen un sentido del tacto muy desarrollado y que este es el verdadero origen de estas manías. Esto nos ayudará a manejar las situaciones de conflicto de manera adecuada.
¿Qué hacer cuando los niños tienen rabietas al vestirse?
Si te encuentras con manías y obsesiones a la hora de vestirle, no debes criticarlo o forzarle, de lo contrario empeorarías la situación.
No debes obligarle a soportar lo que le incomoda, ya que hacerlo no le hará superarlo ni ser más fuerte o resistente a este tipo de situaciones. Por el contrario, el niño podría volverse más obsesivo o maniático aún y esto podría llegar a interferir en su vida.
Lo recomendable es que intentes encontrar un equilibrio entre no forzar estas manías y a la vez irlas flexibilizando, con el fin de que el niño sea poco a poco más tolerante.
Estas son algunas ideas para que consigas gestionar sus exigencias y evites las rabietas a la hora de vestirle:
- Puedes intentar llevarle de compras contigo para que pueda probarse la ropa allí mismo y pueda escoger.
- Puedes adelantar la hora de vestirse sabiendo que te llevará más tiempo vestirle que a otros niños de su misma edad.
- En el momento de vestirse dale varias opciones entre las cuales escoger la ropa para ponerse.
- Ten presente la posibilidad de que muchas prendas queden sin estrenar. Aunque en la tienda dio su aprobación a esa prenda, a la hora de ponérsela aprecia algo que no le gusta y ya no la quiere.
- Puedes intentar distraerlo y desviar su atención con un cuento, una canción o cosquillas a la hora de vestirle.
- Revisa tus expectativas: lo ideal sería que se vistieran rápido y sin rechistar, pero en la realidad nunca va a ser así.
- Elige las batallas que puedas ganar: no te obsesiones con la ropa que deben llevar, porque al final no es algo tan importante y no vale la pena.