Gloria Labay: “Asumir no poder tener una criatura puede ser todo un desafío para algunas parejas”

La matrona catalana se ha especializado en acompañar a mujeres que no han logrado ser madres. A través de 'La vida sin hijos' ofrece talleres, grupos de apoyo mutuo y formación a profesionales.

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La búsqueda de la maternidad supuso para Gloria Labay (Barcelona, 58 años) un profundo cambio personal y profesional: después de seis años intentándolo asumió que nunca tendría hijos. Pasó así de ser una mujer que esperaba ser madre, a una mujer que no iba a ser madre, lo que, para Labay, supuso un duelo que define como desautorizado. “La sociedad no te autoriza a estar triste por perder algo que nunca has tenido”, dice. En su caso vivió este proceso con mucha tristeza y soledad, ya que se enfrentaba al dolor y a la incomprensión del entorno. No ayudó mucho su profesión como matrona acompañando la maternidad de otras mujeres. Sin embargo, lejos de abandonar una profesión que ama, decidió formarse para saber acompañar a las mujeres que, como ella, no han logrado ser madres y creó el proyecto La vida sin hijos a través del cual ofrece talleres, grupos de ayuda mutua y formación para profesionales.

Gloria Labay, creadora del proyecto La vida sin hijos.

¿Ser madre sigue siendo un destino?

Ha cambiado mucho la sociedad en los últimos tiempos, las expectativas culturales y sociales han evolucionado para que no se vea como un único destino ya que no todas las mujeres desean ser madres, pero aun así, muchas mujeres siguen viendo la maternidad como un pendiente en sus vidas pasados los treinta y tantos.

Hay un cierto mandato, pues históricamente ha existido una presión social que esperaba que las mujeres asumiéramos roles de madres y cuidadoras. Este mandato ha llevado a la idea que ser madre es una parte esencial de la identidad femenina.

¿Qué ocurre cuando una mujer quiere ser madre y no lo consigue?

La incapacidad de concebir y convertirse en madre puede ser una experiencia muy complicada emocionalmente para la mujer y su pareja, si la tiene.

Este proceso está lleno de emociones como la tristeza, la frustración, pena, envidia, vergüenza entre otras. Es muy común también sentir sensación de pérdida y entrar en procesos de duelo por la no maternidad.

Depende mucho el camino que haya recorrido hasta llegar a rotundamente no poder ser madre. Situaciones como tratamientos de fertilidad fallidos, pérdidas gestacionales tempranas, o falta de pareja para iniciar este proyecto parental pueden aumentar la fragilidad emocional.

Entiendo que si bien la maternidad supone una transformación enorme a todos los niveles, ¿puede ocurrir lo mismo en una mujer que asimile que no va a ser madre? ¿Supone un cambio también en ella?

Sí, por supuesto. Pasar de ser una mujer que espera ser madre un día a saber que eso no va a acontecer, supone un antes y un después en la vida de una persona. Aunque muchas veces este umbral pasa desapercibido para el entorno, si este no es conocedor del deseo maternal frustrado de la mujer o la pareja.

Muchas mujeres pasan un duelo desapercibido o poco comprendido por sus familiares y amigos cercanos. Además, deben encontrar maneras de resignificar y buscar propósito en su vida fuera de la maternidad/paternidad.

Cuando la búsqueda es en pareja, ¿puede cada miembro vivir el duelo por la no maternidad o paternidad de forma distinta?

Es posible que los integrantes de la pareja tengan diferentes recorridos. Las mujeres por condicionantes biológicos, ponemos el cuerpo en los tratamientos de infertilidad, sufrimos abortos no deseados, nos inyectamos hormonas, pasamos pruebas muy invasivas durante el proceso de diagnóstico de infertilidad…

Esas experiencias físicas, sumadas a que nos es más fácil la expresión emocional en general, hacen que nos permitamos llorar y hablar del malestar que supone pasar por esta vivencia.

En duelo por la no paternidad a veces queda en un segundo plano, ante la experiencia femenina. Algunos hombres expresaran abiertamente sus emociones al respecto, mientras que otros son más reservados o reticentes a compartir sus sentimientos. Eso no hace que no sean igual o más intensos que los de la mujer, pero la sociedad a menudo espera que los hombres sean fuertes y no muestren vulnerabilidad, lo que puede influir en la forma en la que procesan el duelo por no ser padres.

Algunos hombres hacen el duelo a destiempo, cuando ven a la mujer más recuperada, se pueden entonces permitir ser ellos los que caigan. 

Entiendo que por lo anterior habrá parejas que no sobrevivan a ese duelo…

Sí, es cierto. La experiencia de asumir no poder tener una criatura puede ser todo un desafío para algunas parejas. No todas las relaciones logran sobrevivir a estos retos. La forma en que cada miembro de la pareja maneja el duelo, las diferencias en la manera de afrontar la situación y las expectativas no cumplidas pueden provocar grandes tensiones en la pareja.

Algunas parejas encuentran maneras de adaptarse y fortalecer su relación a través de la comunicación abierta, el apoyo emocional y la empatía mutua. En algunos casos necesitaran terapia profesional para gestionar lo ocurrido y otras parejas puede que no superen esas dificultades y decidan separarse.

En tu caso, deseabas ser madre y después de muchos años intentándolo, a los 45 años asumiste que ya no sería posible. ¿Cómo viviste ese duelo?

Pues es mi caso lo viví con mucha tristeza, rabia, soledad, tabú e incomprensión del entorno. Pensaba que eso no era posible, y tenía mucho miedo a un futuro sin ser madre. También influyó mucho el hecho de ser matrona y dedicarme a la maternidad de las demás mujeres.

Echando la vista atrás veo que fue muy doloroso y todo un desafío y por eso me propuse que nadie más viviera esa experiencia en silencio. Creo que fui muy resiliente por seguir ejerciendo mi adorada profesión.

Infertilidad - Pexels

¿Es un duelo silenciado?

Más que silenciado es un duelo desautorizado, la sociedad no te autoriza a estar triste por perder algo que nunca has tenido.

A menudo, las conversaciones sobre la infertilidad, o las dificultades en la reproducción no reciben la misma atención que otros tipos de pérdida o duelo.

Pero el duelo de la no maternidad es una experiencia tremenda. Actualmente estoy realizando un estudio junto con la Dra. Mònica Cunill en la Universidad de Girona sobre la experiencia emocional que implica el dolor de no haber podido ser madre/padre, y los resultados preliminares demuestran lo difícil que es afrontar esta experiencia humana y lo poco que se sabe de ella.

Esta experiencia te llevó a crear el proyecto La vida sin hijos, que defines como “un espacio para acompañar el duelo de la no maternidad sea por dificultades reproductivas u otras circunstancias”. ¿Es más complejo el duelo en unas circunstancias que en otras?

En estos casi seis años que hace que inicié el proyecto La vida sin hijos by Gloria Labay, he conocido muchas mujeres sin hijos por diferentes circunstancias.

Algunas han realizado hasta 10 tratamientos de reproducción asistida sin éxito, otras ni siquiera lo han intentado por esta vía. Muchas han sufrido pérdidas gestacionales tempranas, otras nunca quedaron embarazadas, algunas nunca tuvieron pareja para intentarlo, otras fueron a la maternidad en solitario y no lo consiguieron.

No hay una jerarquía del dolor por no ser madre según tus circunstancias, desear ser madre y no poder serlo es de por si un duelo, y no tan solo por la criatura deseada, sino por la vida que te has imaginado siendo madre que ya no vivirás

Cuando una mujer decide que no quiere ser madre, ¿se traviesa también un duelo?

Aunque la no maternidad por elección puede ser una decisión consciente y empoderadora, aún puede llevar a una reflexión profunda sobre la identidad, el significado de la vida y las expectativas sociales.

Algunas mujeres pueden experimentar emociones contradictorias o enfrentarse a presiones sociales y expectativas culturales que podrían generar un proceso de duelo o ajuste emocional. 

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¿Qué recursos existen actualmente para las mujeres que no hayan podido ser madres?

Pues no tantos como me gustaría poder ofrecer. Creo que todavía falta hacer más visible este tema. Hay todavía tabú y estigma al respecto y eso hace que las personas que se ven impactadas por este duelo no hablen de ello con confianza.

A pesar de eso hay algunos recursos:

- Grupos de apoyo mutuo en los que las mujeres pueden compartir sus experiencias, obtener apoyo emocional y conectarse con otras que han pasado por situaciones similares.

- Terapia psicológica con profesionales expertos en este tema como Emi de la Llave, en Madrid.

- Libros en los que encontrar otras experiencias. Por ejemplo: No madres. Mujeres sin hijos contra los tópicos, de María Fernández; ¿Quién quiere ser madre?, de Silvia Nanclares; Maternidad (ambivalencia ante la maternidad), de Sheila Heiti; Madres Arrepentidas, de Orna Donath; de Boulder, Eva Baltasar; Living the life unexpected, de Jody Day; Do you Have Kids? Life when the answer is no, de Kate Kaufmann; Las nueve vidas de Rose Napolitano, de Donna Freitas; Todo mal cigüeña, Graciela Pardo; Placenta, de Alaine Agirre; y Diario de una bordadora, de Srta. Lylo.

- Blogs e Instagram también pueden ser buenos recursos. Lavidasinhijos.com; nosoymadre.com; o childlesscollective.com, por ejemplo. O las cuentas en IG de @glorialabay_lavidasinhijos; @otrasleonas; @revolución_nomo; @no_soy_madre; @gracielapardook; @holasoymir; @anabarreraarte; @flora_plataforma; @_lavidainesperada; @adricdmx; @cheasing.creation; @gatewaywomen.

¿Qué le dirías a una mujer que se encuentre en esta situación?

Lo primero, que no está sola, que ya hay muchas mujeres y hombres que han pasado antes por esta experiencia vital. Que sigue siendo una persona valiosa y que es más que la etiqueta de mujer sin hijos

El dolor pasará y podrá encontrar otras maneras de resignificar su vida, otros proyectos y que la vida sin hijos es una vida igual de plena e inspiradora una vez pasado el duelo.

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