Ahora que estamos preparando las vacaciones (salvo los adelantados que ya estén disfrutando de ellas), viene como anillo al dedo la publicación que la pediatra Mar López Sureda compartió recientemente en Instagram en la que mostraba cómo es su botiquín de viaje.
Siempre es aconsejable llevar un pequeño neceser o botiquín con algunos productos esenciales en caso de emergencia sanitaria, de manera que podamos responder rápido a un mareo, la subida de la fiebre o una caída que nos haya hecho una herida o corte. Pero es todavía más aconsejable hacerlo si lleváis peques de vacaciones.
- En este botiquín, que en el caso de la doctora Mar López Sureda es una cajita de latón, un buen truco porque aísla bien de golpes a las medicinas que lleves en el interior de la misma, no pueden faltar algunas cosas. Y no pocas precisamente.

Los básicos del botiquín
En opinión de la experta, que al fin y al cabo es la que tiene la visión completa de lo que puede suceder a nivel médico con niños de vacaciones, esta es la lista de medicamentos y productos que no pueden faltar en el botiquín de viaje.
- Medicación habitual: sobra decirlo, pero tiene que estar lo primero de la lista porque a veces nos dejamos lo más importante.
- Tiritas: por motivos obvios, aunque solo sea por el efecto placebo que tienen en los peques tras una caída o golpe.
- Gasas: sirven para un roto y un descosido. Es esencial llevar un paquete de ellas en el botiquín de viaje.
- Suero oral en monodosis: “para limpiar heridas o secreciones”, dice la pediatra Mar López Sureda.
- Antiséptico: también sirve “para desinfectar heridas”, algo más en profundidad que el suero. Es la segunda parte de ese trabajo de limpieza y desinfección de heridas.
- Termómetro. De toda la vida, digital sí, pero no de los de “pistolita”, de infrarrojos, que no son tan fiables.
- Antitérmico: “por si se encuentra mal”, apunta la doctora. Es el producto que uséis para bajar la fiebre en vuestros peques.

- Crema de protección solar: puede ser en spray o en otro formato, pero siempre SPF 50. Con un bote basta siempre y cuando vayáis de vacaciones pocos días y podáis tener acceso a una farmacia o establecimiento donde vendan más. Si no es así, podéis echar al botiquín de viaje un segundo bote, sobre todo si sois muchos en la familia.
- Suero de rehidratación oral: para casos de deshidratación o virus estomacales, por ejemplo.
- Repelente de insectos: “en función de la edad”, subraya la doctora Mar López Sureda.
- Productos para aliviar las molestias de las picaduras: también “en función de la edad”. Tened en cuenta vuestro destino, por si necesitáis algún producto específico de este tipo.
- Medicación para el mareo: una vez más, la pediatra recomienda que esta sea “en función de la edad” de los peques.
- Tarjeta sanitaria: imprescindible. Y la europea si viajáis a algún país de la Unión Europea.
- Bolsa de frío y calor. Las típicas que ayudan a aliviar inflamaciones en articulaciones o a calmar dolores puntuales.