La crianza aporta estrés a los padres y eso es una realidad. No hay nada más bonito y reconfortante en la vida que tener hijos, pero una realidad es, sin duda, esa: la crianza trae consigo estrés diario. Los horarios escolares, la incompatibilidad de estos con el horario laboral de los padres, las extraescolares, los planes en familia, el tiempo de calidad, los cuidados infantiles, la falta de sueño… Todo suma.

Síndrome de Burnout en padres
Son muchos los padres que, agobiados y agotados, acaban por desarrollar el conocido como Síndrome de Burnout o de agotamiento parental. Un síndrome que, de acuerdo a una encuesta realizada por Lingokids, afecta a 7 de cada 10 padres españoles.
Dicho síndrome, tal y como explica la clínica Cenit Psicólogos, se caracteriza por agotamiento físico y emocional, distanciamiento emocional de los hijos y sentimiento de incompetencia en el rol de madre o padre.
Es muy importante, por ello, intentar no llegar a esta situación y practicar diariamente algunos trucos fáciles que eviten el estrés.
Algunos de esos trucos están, incluso, avalados por la ciencia. Recientemente, la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard ha elaborado el manual para el manejo del estrés, en el que incluye sencillos trucos para ayudar a las personas a terminar o reducir el estrés diario. Trucos que, además, son perfectos para que los padres no se vean desbordados por el cuidado diario de los más pequeños de la casa. “Mejora tu bienestar al reducir el estrés y aumentar la resiliencia”, reza el propio título del manual.

Trucos para evitar el estrés en padres
Si quieres evitar el Síndrome del padre quemado (síndrome de Burnout en la crianza) , entonces procura introducir en tu rutina algunos de estos trucos avalados por la ciencia.
- Empieza el día diez o quince minutos antes. Este truco tan sencillo y fácil de seguir puede marcar la diferencia entre un día lleno de prisas y uno relajado. Si tus hijos se levantan a las 8, levántate a las 8 menos diez para ir preparando todo
- Si sientes que el estrés está a punto de aparecer, da un paseo de diez minutos para volver a la calma. Si lo puedes dar por el medio de un parque, mejor que mejor
- Procura que la hora de dormir y despertarte sea la misma todos los días (incluidos los fines de semana)
- Cuando hayas terminado las tareas de casa al final del día, evita las actividades que puedan estresarte (como las pantallas o mirar el correo electrónico): mejor lee o ponte un poco de música relajante para finalizar la jornada
- Recuerda que puedes pedir ayuda si la necesitas: puedes delegar tareas si sientes que no puedes con todo
- Afirma Harvard que los alimentos ultraprocesados (con gran cantidad de azúcar o carbohidratos refinados) pueden aumentar el estrés, pues nos colapsan por dentro. Por ello, los expertos aconsejan cambiarlos por otros ricos en Omega-3, como los frutos secos
- Organízate: “El uso de estrategias para ayudar a administrar la carga de trabajo puede reducir el estrés”, afirma Harvard. Por eso, aconsejan tener a mano una lista de tareas diarias que se puedan ir tachando, a fin de que no parezca demasiado abrumador
- Respirar profundamente sí es positivo: de acuerdo al doctor Ramchandani, inhalar y exhalar diez veces de manera lenta cuando aparece el estrés, puede ayudar a reducirlo
- Haz reuniones familiares: estas pueden ayudar a evitar llegar tarde a los sitios y gestionar mejor el tiempo. Por ejemplo, podéis definir entre todos que serán los niños los encargados de hacer su cama cada día (y así tú evitarás hacerla)
- Recuerda que la ausencia de estrés es prácticamente imposible: “una vida sin estrés no solo es imposible, sino que también sería bastante poco interesante; cierto grado de estrés es útil para el crecimiento”, dice el doctor Ressler, de dicha universidad; por esta razón, es interesante centrarse en las respuestas que tenemos al estrés y no tanto en eliminarlo radicalmente de nuestra vida