Hace apenas unos meses, Dodot lanzaba el Estudio Dodot: padres de niños Prematuros con el objetivo de conocer las emociones y las inquietudes de estas familias que tras el nacimiento de su bebé, su día a día se convierte en una lucha.
Para llegar a los resultados, han encuestado a 150 padres y madres de 18 a 65 años de toda España, 51% padres y 49% madres, el 91% de 25-55 años, cuyos hijos han nacido con edad gestacional de entre 24 y 37 semanas*.

El primer sentido desarrollado por un bebé en el útero es el tacto, por eso cuando un bebé es prematuro, el tacto suave en la piel es crucial, ya que desencadena la liberación de oxitocina y también es la forma de sentir amor. Sin embargo, con la llegada del bebé prematuro, los padres pueden tener dificultades para saber cómo darles este contacto amoroso que necesitan mientras se encuentran en la UCIN. De hecho, el 60 % de los padres afirman sentirse impotentes y no tener control sobre lo que siente su bebé y casi la mitad, un 44% se sienten culpables por no estar preparados.
Los padres reconocen que el contacto piel con piel, sostener a su bebé, simplemente tocarlo o incluso cambiarle el pañal son formas en que pueden sentirse conectados y mostrar el amor por su bebé prematuro. Casi un tercio de los padres de bebés prematuros (31 %) consideran que cambiar el pañal es tan importante como tocar a su bebé (33 %).
Las emociones de los padres de niños prematuros
El nacimiento de un bebé prematuro conlleva un sinfín de emociones. De ellas, llama la atención como el miedo en un 81% de los padres, les acompaña durante el tiempo de hospitalización de su bebé. Sin embargo, aunque sabemos que las circunstancias son complejas, siempre se abre una ventanita, siendo la esperanza (91%) y el agradecimiento (89%) los sentimientos que les siguen con más intensidad. Por otro lado, aunque son sentimientos que tienen menos presencia entre las emociones vividas, no podemos olvidar que un 65% sintieron soledad y un 54% de los padres, sintieron tristeza.
Un 93% de los padres afirman que el hecho de tener que separarse de su hijo, es lo que consideraron más duro de esta etapa. Y para un 73% de los padres fue muy importante sentirse comprendidos. Además, un 83% hubiera querido aprender más sobre su hijo y un 61% reconoce que hubiera necesitado más apoyo psicológico.
Los cuidados durante este tiempo crucial para su desarrollo son extremadamente importantes. Entre ellos, respetar su descanso. Un 71% de los padres afirma que la delicadeza del personal sanitario es clave para ello, seguido de la concentración de los cuidados rutinarios en determinadas horas (51%), disminución del ruido (50%) y un pañal cómodo, con buena absorción y adaptado a su tamaño (44%).
Y es que la piel de un bebé prematuro es hasta un 60% más fina, por lo que es clave contar con pañales adaptados a su tamaño que minimicen las interrupciones durante el tiempo de cambio y que además se puedan adaptar a líneas y cables que salvan vidas, facilitando también la evolución saludable de las caderas y piernas del bebé.
Contar con un pañal que garantice hasta 6 horas de absorción para fomentar un sueño ininterrumpido se convierte en algo fundamental, ya que es la única prenda que estos bebés llevarán hasta que puedan por fin ir a casa. Un 87% de los padres encuestados afirma que en el hospital utilizaron pañales adaptados al tamaño de su bebé.
A la hora de buscar consuelo, más de la mitad (55%) se apoyó en su pareja seguido de familiares (19%) y personal sanitario (7%). Además, un 83% de ellos afirma haberse sentido muy arropado por el equipo sanitario. Entre las mayores preocupaciones a largo plazo para sus bebés, el riesgo de muerte y las secuelas neurológicas, ambas con un 43%, han sido las más destacadas.
Al volver a casa con el bebé, en las primeras semanas en el hogar, un 66% afirma que la emoción que más les acompañó fue la de vínculo y absoluta felicidad, seguidas de agradecimiento (63%) y esperanza (57%). Utilizar productos adaptados para bebés prematuros ha sido para el 63% de los padres lo más destacado a la hora de enfrentarse a las primeras semanas del bebé en casa, siendo lo más utilizado pañal (90%) y ropa (74%) adaptados.