Los seres humanos necesitamos relacionarnos, somos seres sociales y la amistad es un vínculo que ofrece muchos beneficios para nuestro desarrollo. Cuando una mujer es mamá por primera vez, vive un momento emocional muy intenso, en el que todas las experiencias son nuevas y necesita apoyo, comprensión y crear vínculo. Eso no quiere decir que ya no pueda tener amistad con sus amigas de siempre, ni que ya no se vaya a entender con las amigas que no son mamás, ni mucho menos, aunque es cierto que en algunos aspectos esa relación puede cambiar, pero lo que sí sucede es que esa mamá necesitará tener a su alrededor otras mamás con las que tener amistad. Compartir un momento vital tan importante como la maternidad con otras mujeres que se encuentren en la misma etapa, con las mismas inquietudes, miedos o preocupaciones es de gran ayuda y el sentimiento de apoyo, comprensión y de sentirse tribu es muy reconfortante, además de necesario.

Las amistades evolucionan y cuando una mujer es mamá su relación con sus amigos también puede variar: en unos casos, las amistades se fortalecerán, pero lamentablemente en otros casos habrá un distanciamiento si el cambio en el tipo de vida de la amiga, las inquietudes, los intereses compartidos o la afinidad se alteran demasiado.
Tener amigos sin hijos también ofrece muchas ventajas y beneficios, pero no hay que pasar por alto que ser madre no es fácil y que, en algunos aspectos, una mamá puede entender mejor que nadie a otra mamá.
¿Por qué las mamás necesitan amigas mamás?
“Es importante que existan vínculos y relaciones con otras mamás porque, por un lado, cuando una mujer es madre por primera vez está desconectada del mundo educativo y escolar, un mundo tan importante para su hijo y además tener otras amigas mamás promueve que los niños tengan relaciones con sus iguales, con los hijos de estas mamás. Es decir, les permite acercarse más al mundo de sus hijos, que es el mundo educativo”, explica Mercedes Bermejo, Fundadora y Directora de Psicólogos Pozuelo.
Sin embargo, no es el único beneficio de tener amistad con otras mamás: “Desde el punto de vista emocional y psicológico reconforta, ya que tienen un rol en común, el rol maternal, que normalmente en nuestra cultura está muy afianzado y hay entorno a él mucha exigencia, mucha presión sobre hacerlo bien, por eso la amistad con otras mujeres madres mejora el estado de ánimo de las mamás”.
Como decíamos anteriormente, en una amistad es enriquecedora porque “hay una serie de afinidades, de vivencias y preocupaciones comunes que se comparten y hacen que se tengan temas en común, se contrasta información, es un lugar de encuentro para la expresión emocional, para el desahogo, ya que se encuentran en situaciones vitales parecidas”, explica la psicóloga.
La situación actual que estamos viviendo por culpa de la pandemia de la COVID-19 está poniendo a prueba a todo el mundo y las familias están teniendo muchos quebraderos de cabeza y preocupaciones acerca de la evolución de la situación y el futuro de sus hijos, por eso, ahora esas amistades son aún más importantes si cabe: “En estos momentos de tanto cambio y tanta incertidumbre, estas amistades son el lugar de encuentro en el que poder desahogarse y entender que hay otras personas en situaciones similares a la tuya y compartir cómo lo gestionan esas otras personas también ayuda y mejora el estado de bienestar y de salud mental a nivel general”, comenta la fundadora y directora de Psicólogos Pozuelo.
Por tanto, que las mamás busquen y necesiten tener en su entorno a otras amigas mamás es lógico, además de necesario: “Es normal que ocurra y es recomendable que las madres y padres se integren dentro de la comunidad educativa y se relacionen con otras mamás. Todo esto permite tener un lugar en el que sentirse reconocidas dentro de su rol marental”, concluye Bermejo.
Tener amigos es tener un tesoro
La frase “tener amigos es tener un tesoro” todos la conocemos y, sin duda, no puede ser más cierta. Las amistades se pueden afianzar, evolucionar, cambiar e incluso algunas romperse, pero rodearnos de gente con las que nos sintamos “en casa” es una de las sensaciones más maravillosas que el ser humano puede experimentar.