Arnés de Pavlik: el mejor tratamiento para la displasia de cadera en bebés

El arnés de Pavlik es un tratamiento eficaz que se utiliza en aquellos bebés que tengan alteraciones en el desarrollo de cadera, en especial en caso de displasia de cadera. Aunque es muy simple de usar y de colocar, al comienzo puede causar angustia en los padres. Por suerte, en poco tiempo la alteración se corrige fácilmente.
arnés de Pavlik

La conocida como displasia de cadera es el nombre médico utilizado para describir la existencia de un problema relacionado con la formación de la articulación de la cadera en los niños. La localización del problema suele encontrarse en la bola de la articulación de la cadera (cabeza femoral), en la cavidad de la articulación de la cadera (el acetábulo), o en ambas. Se suele diagnosticar después del nacimiento del bebé, y el arnés de Pavlik se convierte en uno de los tratamientos médicos de elección en la mayoría de los casos por su sencillez y efectividad.

Históricamente, muchos médicos llamaban a este problema como displasia congénita de la cadera, aunque más recientemente la terminología aceptada es el de displasia de desarrollo de la cadera. No obstante, aun muchos pediatras y traumatólogos pediátricos continúan utilizando ambos términos.

El tratamiento de la displasia de cadera depende de la edad del niño. Su objetivo es el de colocar correctamente la articulación de la cadera, y una vez que se consigue la reducción de la cadera, el médico la mantendrá en esa posición reducida, permitiendo que el cuerpo se adapte a ella. Así, cuanto más pequeño sea el niño, mayor será la capacidad de adaptación de la cadera, y mayores serán las posibilidades de recuperación total (y, por tanto, que el tratamiento sea lo más efectivo posible). Pero como ya te hemos comentado en algún momento, el uso del doble pañal ha demostrado no ser útil a la hora de prevenir y solucionar problemas de cadera.

Así, desde el nacimiento hasta aproximadamente los 6 meses de edad, el tratamiento de elección es el arnés de Pavlik.

Bebé tumbado

¿Qué es el arnés de Pavlik y por qué es tan útil a la hora de tratar la displasia de cadera?

El conocido como arnés de Pavlik es un aparato ortopédico que ayuda a mantener las caderas del bebé en una posición fija para mantener la articulación de la cadera reducida. Este arnés se ajusta en el bebé, manteniendo sus caderas en la posición correcta.

Es decir, el arnés de Pavlik es un dispositivo diseñado para mantener la posición de las piernas del bebé en un modo correcto, de manera que las piernas del niño permanecen separadas mientras la articulación de la cadera se reduce de manera adecuada, permitiendo que las caderas acaben por formarse normalmente.

Es fundamental para los padres comprender el uso y el ajuste adecuado del arnés de Pavlik, ya que un arnés demasiado apretado puede dañar aún más las caderas del pequeño, y si se coloca demasiado flojo no sujetará las caderas correctamente.

De ahí que el arnés de Pavlik deba ser revisado regularmente por el médico, para asegurarnos en definitiva de que el dispositivo esté bien ajustado y colocado, y para confirmar que las caderas continúan mantenidas en la posición correcta.

Es un tratamiento seguro y efectivo, estimándose que alrededor del 90 por ciento de los recién nacidos con displasia de cadera, tratados con este dispositivo, conseguirán recuperarse por completo en unos meses.

Madre y bebé - Getty Images/iStockphoto

¿Cuáles son las principales complicaciones que pueden surgir en el uso del arnés de Pavlik?

Lo cierto es que, en los bebés con displasia de cadera, el arnés de Pavlik destaca por ser un tratamiento no solo seguro, sino efectivo. No obstante, esto no impide que puedan surgir algunas complicaciones.

Una de las más comunes es flexionar las caderas mucho, lo que puede causar un daño en los nervios como consecuencia de la curvatura excesiva en las articulaciones de la cadera.

También puede ocurrir que el arnés de Pavlik no sea todo lo efectivo que se requiere. De esta forma, si las caderas no vuelven a su posición adecuada en unas pocas semanas o en un mes, es necesario que el tratamiento se suspenda y se considere el uso de un tratamiento alternativo, que incluyen la aplicación de un yeso rígido o bien un tratamiento quirúrgico.

Un proceso angustioso para muchos padres, pero efectivo. Lo sé por experiencia

Quienes han pasado por el diagnóstico de displasia de cadera pocos días después del nacimiento del niño saben que se enfrentan a un momento angustioso y complicado. Fue lo que nos pasó a mí y a mi pareja con nuestra primera hija, Gaia, hace cuatro años. Lo que se suponía debían ser momentos únicos llenos de felicidad, y también, cierto nerviosismo ante la llegada del primer bebé, se acabó convirtiendo en motivo de preocupación y ansiedad.

¿Qué era la displasia de cadera? Es cierto que, en los primeros momentos del diagnóstico, el pediatra que pasó por la habitación para revisar a la pequeña después del nacimiento no estuvo muy acertado… Simplemente se limitó a decir una frase poco oportuna (“Qué va, esto no está bien; no, no está bien”), y no supo explicarnos nada más, simplemente que tenía que ser el traumatólogo pediátrico quien debía realizar una valoración. Nosotros, es cierto, “patidifusos” ante el insospechado diagnóstico, poco supimos/pudimos preguntar. Y, claro, uno, como padre primerizo que es, piensa que la pequeña está mal, que no podrá andar nunca… En definitiva, se te viene el mundo encima.

Y la angustia es aún mayor cuando descubres que el niño debe tener un incómodo arnés durante varios meses, primero durante todo el día (noche y día), y luego solo durante la noche si todo va como es debido. A esto se le sumó que el primer médico que la valoró una vez nos hicimos con el arnés de Pavlik en una tienda de ortopedia no fue capaz de colocarlo correctamente, algo incomprensible y poco justificable…

Por suerte, la consulta con el traumatólogo pediátrico -ya felizmente jubilado, dicho sea de paso- nos ayudó a conocer más de cerca en qué consistía la displasia de cadera, y sobre todo, cómo debíamos colocar el arnés, cómo utilizarlo y durante cuánto tiempo.

Y aunque es cierto que el arnés de Pavlik es un poco incómodo de usar, en especial cuando el pequeño empieza a crecer y comienza a querer estirarse (y cuando sobre todo es más consciente de que después de cada baño y cada cambio de pañal debemos volver a colocárselo), todo fue muy bien. Tanto que le retiramos el arnés antes de lo esperado, y hoy en día nuestra pequeña es una niña feliz, con 4 años, sin ningún tipo de problema en la cadera.

Si este es tu caso, y ahora mismo te encuentras en esta situación, no te preocupes. La displasia de cadera es una alteración en el desarrollo de la cadera que puede tratarse y curarse fácilmente. Ten paciencia y constancia. Verás como en unos pocos meses todo se habrá resuelto, y tu pequeño/a estará perfectamente bien.

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