El cepillado dental es una de las rutinas de higiene más importantes del día a día. Ayuda a prevenir las caries y a cuidar las encías, además de evitar posibles infecciones en la boca o problemas más cotidianos como el mal aliento o las manchas en los dientes. Por ello, es importante acostumbrar a los niños desde pequeños a llevar una higiene bucal diaria en profundidad. Para que sea más sencillo hacerlo, te dejamos ocho consejos que te ayudarán a inculcar esta rutina y que permanezca para siempre.

¿Cómo conseguir que el niño se lave los dientes?
1. El modelado: los niños copian a sus adultos de referencia. Cepillarse los dientes juntos es un buen ejemplo, ya que el niño aprende cuando te mira y te imitará. Que el niño te vea cepillarse los dientes de forma correcta después de cada comida será de gran ayuda.
2. Fomenta su autonomía: Sobre todo, cuando quieren hacer las cosas como los mayores. Aprovecha ese momento de “yo solo” para iniciar la rutina y vete marcando los pasos a seguir para que el niño te copie.
3. Plantéaselo como un juego: a los niños les puede resultar aburrido lavarse los dientes. Si lo planteamos como un juego, en el que ellos se cepillan mientras ven cómo aparece la imagen de sus personajes favoritos, aumentaremos su motivación.
4. Dispón del tiempo necesario y ten paciencia: reserva mínimo cinco minutos para ellos, fundamental por la mañana cuando vamos más justos a la hora de salir al colegio. Los niños tardan en aprender y, para favorecer el aprendizaje, es mejor crear un ambiente distendido y de juegos que de prisas y estrés.
5. Explícale al niño por qué hay que lavarse los dientes y los efectos positivos de hacerlo:
- Para que no se caigan.
- Para que estén limpios.
- Para que la boca huela bien.
- Para que no nos duelan.
- Para mantener unos buenos hábitos de higiene bucodental.
- Para que estén bonitos.

6. Crea hábito y no hagas excepciones: Los niños deben de aprender a lavarse los dientes después de cada comiden su mochila.
7. Normalizar las visitas al odontopediatra: no hay que esperar a tener un problema para acudir al dentista, lo ideal es hacer revisiones periódicas que nos ayudarán tanto a prevenir posibles problemas, como a normalizar las visitas.
8. Refuerza al niño por haberse cepillado los dientes correctamente: es preferible que no le premies con nada y utilices la motivación intrínseca. Que sepa que estamos orgullos porque ya es mayor y se centre en lo agradable que es sentir la boca limpia y fresca, y los dientes fuertes y sanos.
En definitiva, recuerda que empezar pronto y bien a enseñar a tus hijos a lavarse los dientes asegurará que los peques conserven una sonrisa bonita y saludable durante toda su vida