El nombre Penélope es sinónimo de elegancia, tradición y cultura. En España es muy mediático por distintas razones que luego expondremos y, sin embargo, apenas se utiliza entre las familias que tienen niñas. Es un caso realmente llamativo, casi único, porque no hay manera de que termine de crecer su popularidad.
El de Penélope es un nombre que resuena en la mitología, el cine y hasta en la música. Sin embargo, a pesar de su popularidad en el imaginario colectivo, su uso en España es sorprendentemente escaso. Actualmente, solo 1.466 mujeres se llaman Penélope en nuestro país, con una edad media de 34,6 años, según datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística.
Está lejísimos de entrar entre los nombres que son tendencia en España, lista en la que tienen hueco nombres como Alaia, un nombre con raíces vascas que triunfa en España, o India, incluso Adara, a priori todos ellos nombres menos reconocibles.
Es curioso y muy peculiar lo que ocurre con el nombre de niña Penélope porque, en el Reino Unido, solo en 2023, 1.156 niñas recibieron este nombre, una cifra que casi iguala al número total de mujeres llamadas así en toda España. Los datos también son oficiales en este caso —incluyen a Inglaterra y Gales—.
Curiosamente, pasa algo parecido con Isla, el nombre de niña español que triunfa en los países anglosajones y no en España.

Su peso mediático es opuesto a su popularidad entre las familias
La escasa demanda del nombre Penélope para niñas recién nacidas contrasta, como decíamos, con su peso mediático. A nivel global, es un nombre con una fuerte presencia en distintos ámbitos.
En Hollywood, actrices como Penélope Cruz han llevado este nombre a la fama. En la literatura y la televisión, personajes como Penélope Featherington en 'Los Bridgerton' lo han revitalizado entre las nuevas generaciones. Qué decir de la canción Penélope de Joan Manuel Serrat, una de las más emblemáticas de la música española. Y entre la generación actual de padres, Penélope tiene otro input más: la icónica discoteca Penélope de Benidorm, con su distintiva historia en la música y el ocio nocturno, y aquella pegatina que durante muchos años todos los coches de España llevaban en su parte trasera.
Si fuiste niño o adolescente en los 90 te acuerdas seguro.
Pero, aun así, este nombre sigue sin consolidarse entre los favoritos de los padres españoles a la hora de registrar a sus hijas. Ni siquiera el hecho de que para la ciencia sea uno de los 40 nombres más bonitos —según estudios sobre fonética y percepción, porque genera una sensación armónica y agradable al ser pronunciado— ha hecho que Penélope despegue como nombre de niña.
¿Por qué entonces este nombre tan apreciado en la cultura y en otros países no ha logrado despegar en España? Quizás porque los nombres largos han perdido fuerza frente a los nombres cortos y originales. Pero es imposible saber el por qué de este caso inexplicable y casi único en el universo de los nombres, donde los personajes famosos son una fuente de inspiración inagotable para las familias.

Significado, origen e historia de Penélope
El nombre Penélope tiene un origen profundamente enraizado en la mitología griega. Deriva de la palabra pēnélops, que significa "pato silvestre" en griego antiguo, aunque su significado más popular está ligado a la figura legendaria de Penélope, la esposa de Odiseo (Ulises) y personaje de La Odisea, de Homero. Su historia la ha convertido en un símbolo de la fidelidad, la paciencia y la inteligencia.
Según la mitología, Penélope, reina de Ítaca, esperó veinte años el regreso de su esposo tras la guerra de Troya, resistiendo a numerosos pretendientes con una ingeniosa estrategia: tejía y destejía un sudario para retrasar la decisión de casarse nuevamente, que ella había prometido acometer cuando terminara el trabajo manual.

A lo largo de la historia, el nombre Penélope ha sido utilizado en diversas culturas, pero ha sido en los últimos siglos cuando ha ganado notoriedad en países anglosajones.
En Estados Unidos, Reino Unido y Australia es un nombre común y apreciado, como te hemos demostrado unas líneas más arriba con estadísticas oficiales, mientras que en España ha mantenido un perfil discreto, sin llegar a formar parte de las tendencias más populares en ningún momento de la historia reciente.