¿De qué está hecho el arcoiris? La respuesta sencilla a una pregunta compleja habitual en los niños

Las preguntas de los niños pueden ser tan curiosas como desconcertantes. ¿Cómo responder con sencillez a dudas como "de qué está hecho un arcoíris"? Este artículo te guía con ayuda de expertos para que esas preguntas no te pillen desprevenido.
La magia del arcoíris vista a través de los ojos de los niños: curiosidad, asombro y preguntas que merecen respuestas claras.
La magia del arcoíris vista a través de los ojos de los niños: curiosidad, asombro y preguntas que merecen respuestas claras (Midjourney-RG)

Los niños y niñas tienen una habilidad asombrosa para poner en jaque a los adultos con sus preguntas. A veces lo hacen con una inocencia desarmante: “¿Por qué el cielo es azul?”, “¿A dónde van los sueños?”, “¿Qué hay dentro de un arcoíris?”. En otras ocasiones, sus preguntas nos hacen sudar frío: “¿Qué es la muerte?”, “¿Cómo empezó todo?”, “¿Por qué la gente se pelea?”. Aunque algunas de estas preguntas pueden parecer simples, esconden detrás una complejidad que ni los adultos más preparados saben responder con claridad. La dificultad está no solo en tener la respuesta, sino en saber cómo explicarla con palabras que un niño pueda comprender sin perder la magia de la curiosidad.

Aunque muchas veces se asocia este tipo de inquietudes profundas con los niños con altas capacidades, lo cierto es que todos los niños y niñas, en mayor o menor medida, son exploradores del mundo a través de sus preguntas. Los más intensos o precoces pueden sentir una fascinación temprana por los agujeros negros, los dinosaurios o la muerte. Pero hasta aquellos más reservados o silenciosos, en algún momento se quedan mirando algo tan cotidiano como una sombra, una nube o un reflejo, y preguntan con toda seriedad: “¿Qué es eso?”. La dificultad no está tanto en que pregunten, sino en saber cómo responder sin apagar su asombro.

Una gran herramienta para esos momentos de dificultad en la crianza es el libro Las grandes preguntas de los niños y las sencillas respuestas de los grandes expertos, una obra sencilla en la que Gemma Elwin Harris compila respuestas de expertos en distintas materias para facilitar respuestas sencillas que dar a los peques. Entre esas preguntas está una que casi todos hemos escuchado o pensado alguna vez: “¿De qué está hecho un arcoíris?”.

Después de la lluvia, llega el misterio: ¿de qué está hecho un arcoíris? Una pregunta sencilla que esconde ciencia y maravilla.
Después de la lluvia, llega el misterio: ¿de qué está hecho un arcoíris? Una pregunta sencilla que esconde ciencia y maravilla (Midjourney-RG)

Una respuesta sencilla a una pregunta compleja

La respuesta que recoge el libro combina ciencia con un toque literario y creativo, ideal para que la respuesta sea aprendida. En palabras sencillas, explica que los arcoíris están formados por luz. Ocurre algo muy especial cuando los rayos del sol atraviesan gotitas de agua suspendidas en el aire. La luz blanca, que en realidad está compuesta por todos los colores, se separa en bandas distintas: rojo, naranja, amarillo, verde, azul, añil y violeta. 

Esta separación sucede porque la luz cambia de dirección al entrar en cada gota, se refleja en el interior de la gota, y al salir, vuelve a dividirse. Es un proceso hermoso e invisible que transforma algo tan cotidiano como la lluvia y el sol en un espectáculo de color.

Pero para ver un arcoíris, no basta con que haya sol y lluvia. También es necesario que la persona que lo observa esté colocada en un punto específico: entre el sol y la zona de lluvia. Esto hace que ver un arcoíris sea algo mágico y único. 

Además, por más que lo intentemos, nunca podremos tocarlo ni llegar a su final. Aunque nos acerquemos a él, siempre parecerá alejarse. Esa es la razón por la que, desde hace siglos, muchas culturas han imaginado que al final de un arcoíris hay un tesoro escondido o que el arcoíris es una especie de puente entre mundos. Aunque hoy sabemos que se trata de un fenómeno óptico, su belleza sigue despertando leyendas y sueños.

El arcoíris no se toca ni se atrapa, pero sí se entiende. Una oportunidad perfecta para enseñar y conectar con nuestros hijos.
El arcoíris no se toca ni se atrapa, pero sí se entiende. Una oportunidad perfecta para enseñar y conectar con nuestros hijos (Midjourney-RG)

La explicación científica sobre la formación del arcoiris

Desde un punto de vista más técnico, por si necesitas tener la respuesta más clara antes de dársela a tus hijos, como decíamos, es importante saber que un arcoíris no es un objeto que podamos tocar ni tiene una ubicación fija. Es un fenómeno óptico que ocurre cuando se dan ciertas condiciones atmosféricas específicas.

Para que se forme un arcoíris, tienen que estar presentes tres elementos clave: la luz del sol, gotas de agua suspendidas en el aire (como después de la lluvia), y una persona ubicada en un lugar adecuado para observarlo. La luz del sol, que parece blanca, en realidad está compuesta por todos los colores. Cuando esta luz blanca atraviesa una gota de agua, cada color se separa según su longitud de onda.

La infancia está llena de preguntas inesperadas. Comprender fenómenos como el arcoíris nos permite responder con verdad… y con ternura.
La infancia está llena de preguntas inesperadas. Comprender fenómenos como el arcoíris nos permite responder con verdad… y con ternura (Midjourney - RG)

Los colores con longitudes de onda más largas, como el rojo y el naranja, son desviados menos y, por eso, aparecen en la parte superior del arcoíris. En cambio, los colores con longitudes de onda más cortas, como el azul y el violeta, se desvían más y se colocan en la parte inferior. Cada gota de agua actúa como un pequeño prisma que descompone la luz, y cuando hay miles de gotas en el aire, se forma ese arco multicolor que tanto nos fascina.

Por tanto, el arcoíris no tiene una existencia física en el cielo. No se puede atrapar, ni está “allí” como un objeto. Es una ilusión óptica provocada por la interacción de la luz con el agua y la posición desde la que lo vemos. Es como una pintura que solo aparece si la luz, el agua y nuestros ojos se alinean perfectamente.

Referencias

  • Harris, Gemma Elwin. Las grandes preguntas de los niños y las sencillas respuestas de los grandes expertos, 2016.

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