La forma de lograr que tu hija vaya tolerando los sólidos es sencilla: esperar. Con 11 meses sigue una dieta normal: pecho y poco más.
De momento, es buena señal que rechace los triturados, ya que lo que pretendes es que coma lo mismo que vosotros.
Si la niña come un fideo o mordisquea un plátano, y lo hace contenta y voluntariamente, va por buen camino. Comerá más a medida que vaya creciendo.
En cambio, el niño que zampa un plato entero de papilla va en la dirección equivocada, ya que dentro de unos meses sus padres querrán quitarle las papillas y les será muy complicado.