Son muchos los padres que buscan la manera de fortalecer el sistema inmunitario de sus hijos a través de estos jarabes o complementos vitamínicos. Lo primero que debe quedar claro es que la utilización de estos medios no va a suponer una mejora del sistema inmunitario de manera rápida y automática. No existe por tanto "fórmula mágica" que mejore las defensas del niño a base de suplementos. Se debe eliminar la idea de que una ingestión elevada de éstos va ir ligada a un aumento elevado de las defensas, así como evitar delegar en ellos todo el aporte vitamínico para las defensas del pequeño.

Debemos tener en cuenta que el sistema inmunitario es una máquina realmente compleja en la que intervienen otros muchos factores como el psicológico, el emocional, la alimentación... Por tanto, la mejor forma de mejorar el sistema inmunitario del niño será a través de hábitos que propicien una vida sana.
Soy lo que como
Una dieta sana es básica para el desarrollo del niño. En los recién nacidos la lactancia materna está íntimamente relacionada con las defensas del bebé, por lo que, siempre será la mejor opción. En caso de niños de dos años en adelante se debe proporcionar una alimentación lo más sana posible.
Para ello son especialmente indicados frutas, verduras y hortalizas que aporten vitaminas, destacando al respecto alimentos como brócoli, zanahoria, boniato, calabaza, fresas, naranja y kiwi.
Alimentos ricos en fibra de absorción lenta también son recomendables, así como pescado azul rico en proteínas y grasas saludables. Las legumbres y frutos secos nos proporcionan nutrientes importantes, así como los lácteos no desnatados y el aceite de oliva, que son alimentos ricos en vitamina D. En cuanto a los alimentos no recomendables, la premisa es clara: evitar alimentos procesados, industriales y en general, cualquier alimento rico en grasas saturadas y azúcares.
Niño activo, defensa activa
Cualquier actividad deportiva será siempre beneficiosa para el desarrollo de las defensas del niño, ya que el ejercicio físico repercutirá en un mejor sistema respiratorio, cardiaco y locomotor. Un importante consejo que no debéis olvidar es el procurar, en la medida de lo posible, que el ejercicio se haga al aire libre pues propiciará un aumento en la absorción de la vitamina D.
Destacar también la importancia de las horas de sueño, ya que no sólo suponen la mejor forma para la recuperación física del peque, sino que además son otro importante factor para el desarrollo del sistema inmunitario. Por tanto, nada mejor que hábitos de vida sana para unas mejores defensas, pero ¿y si se pueden usar medios de apoyo?
Jarabes para las defensas

Estos preparados suelen contener vitaminas y minerales que son importantes para el sistema inmunitario, pero ojo: estos nutrientes también se pueden conseguir con una dieta adecuada y, el hecho de darlo a nuestro peque no significa que no pueda infectarse de cualquier virus que pulule por su alrededor.
Además, el tomar estos suplementos no sustituye en ningún caso los hábitos mencionados de dieta sana, ejercicio y sueño reparador. Para hacernos una idea, es como pretender bajar de peso a base de pastillas y comprimidos quemagrasas sin hacer dieta ni ejercicio.
¿Qué suelen contener estos jarabes? Encontramos compuestos con diferentes vitaminas, que suelen incluir la C y la D, además de moléculas que intervienen en la activación del sistema inmunitario, como la PH4 y la AM- 3. También podemos encontrar jarabes con una composición más natural a base de equinácea, propóleo y jalea real, algunos de los cuales también incluyen vitaminas. Magnesio, selenio y zinc son fundamentales para el buen funcionamiento del sistema inmunitario, aunque con una adecuada dieta, no tendremos déficit de estos minerales.
Así que, como última recomendación si te estás planteando usar alguno de estos suplementos decir que los jarabes para las defensas no son malos, todo lo contrario, nos ayudan, pero siempre en el contexto de una vida sana.