El Gobierno de España, en línea con lo que anunció a finales del año pasado su presidente, Pedro Sánchez, está trabajando en un plan que garantice la continuidad de la educación en una situación de emergencia como fue el confinamiento de 2020 por la COVID-19 y, mucho más reciente, la DANA que afectó sobre todo a la provincia de Valencia y que obligó a reaccionar a los colectivos sanitarios como el Consejo de Psicología, que redactó una guía para ayudar a las mujeres embarazadas afectadas por la DANA.
En el mes de noviembre, Pedro Sánchez, en plena crisis por las consecuencias de la DANA en las provincias de Albacete, Málaga y, sobre todo, Valencia, anunció que se iban a tomar medidas “urgentes” para mejorar la respuesta en una situación de emergencia tan dramática como esta, que hizo aumentar la ecoansiedad por catástrofes naturales entre los jóvenes tras la DANA de Valencia.
Lo dijo refiriéndose a una modificación de la Ley de Protección Civil, pero citó expresamente a la ley de educación, la LOMLOE, que precisamente se aprobó en plena pandemia, en diciembre de 2020: "Esta emergencia climática va a suceder de manera recurrente en toda la península. Tanto en la ley educativa como en la formación del carnet de conducir vamos a incorporar lo que tenga que ver con atender emergencias", señaló entonces Sánchez en rueda de prensa.
En esta línea estaría trabajando ya, según El País, el Gobierno de España, que está elaborando un plan que mejore la respuesta educativa en una emegercia, como la DANA de otoño, cuando miles de menores estuvieron semanas sin actividad educativa. De hecho, muchos colegios quedaron destrozados por la inundación, y familias de alumnado como el de Paiporta se manifestaron para que se reabrieran los colegios.

Líneas maestras del plan de continuidad educativa
El plan de continuidad educativa en una situación de emergencia que el Gobierno quiere aprobar en los primeros meses de este año 2025 se alinea con la disposición adicional décima de la LOMLOE, la ley educativa en vigor en nuestro país, desarrollada en el contexto de la pandemia.
En dicho punto de la norma, titulado “Plan de Contingencia para situaciones de emergencia”, se detalla el compromiso del ministerio para definir, en colaboración con las administraciones educativas, “un modelo de Plan de Contingencia para dar continuidad a la actividad educativa, de modo que garantice el derecho a la educación del alumnado en cualquier circunstancia”. Así mismo, continúa el texto legal, estos actores deben velar “por su desarrollo, cumplimiento y actualización en todos los centros educativos”.
La ley, en su disposición adicional décima, explica que el plan de continuidad educativa en situación de emergencia debe incluir “aspectos organizativos y de funcionamiento del centro, la coordinación de los órganos de gobierno y de coordinación docente y las medidas que faciliten la comunicación con la comunidad educativa”. Además, también tiene que recoger “la participación de los distintos miembros de la comunidad educativa en la mitigación y respuesta ante la situación de emergencia”.
Por último, el plan de contingencia hace referencia a la vía digital para garantizar la continuidad de la educación. Debe incluir “las medidas que garanticen la competencia digital del alumnado y profesorado, reduciendo en lo posible las brechas digitales de acceso y uso, y las previsiones para la revisión de los elementos del currículo y de las programaciones didácticas centradas en los aspectos más competenciales del currículo”, se lee en la LOMLOE.
Este último punto recuerda al confinamiento, con los colegios en una carrera de velocidad por adaptarse. Aquello dio lugar a la llamada “generación pandemia” , que ya ha llegado al colegio y se ha encontrado con los primeros problemas.

Plan de formación en prevención y protección ante el cambio climático
Este plan de contingencia de continuidad educativa en el que trabaja el Gobierno de España se une a otro plan presentado a raíz de la DANA del pasado otoño, el plan de formación en prevención y protección ante el cambio climático.
Esta iniciativa también está dirigida a la comunidad educativa, y su objetivo es prepararla “para reaccionar ante un evento climatológico adverso”, explicó entonces el ministerio.
Los contenidos del plan serán impartidos por técnicos de Protección Civil y Servicios de Emergencias, de manera que el alumnado y los profesionales docentes “tengan herramientas con las que enfrentarse a fenómenos como la erupción del volcán de La Palma o las inundaciones en la Comunitat Valenciana”.

Este plan, a diferencia del plan de continuidad educativa en situación de emergencia, ya está en marcha puesto que fue aprobado por el Consejo de Ministros en otoño. Está recogido en un decreto ley, donde queda constancia de que será obligatorio para todos los centros del país e implicará a estudiantes de los niveles no universitarios en varias sesiones al curso.
El plan se activará el próximo curso, una vez queden fijados los contenidos y programas específicos del mismo, que serán elaborados por el Ministerio de Educación y el Ministerio de Interior en colaboración con las comunidades autónomas. “Estos programas podrán incluir charlas, tanto para el alumnado como específicas para docentes y familias, talleres, simulacros, etc. Los contenidos también se podrán adaptar o reforzar en función de los fenómenos que sean más probables o frecuentes en distintas zonas del país”, informó el ministerio.