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La pediatra Mar López tiene los trucos definitivos para niños que no quieren comer

Un niño que no quiere probar bocado puede ser un auténtica pesadilla para los padres que, desesperados, buscan cualquier remedio para que se lleven algo a la boca. Estos son los trucos que sí funcionan, según la pediatra Mar López.

Tener en casa un niño que no quiere comer puede llegar a resultar una situación demasiado frustrante para los padres. Tanto que, gran parte de las veces, los padres ceden ante sus rabietas y pataletas cuando se niegan a probar alguna verdura o cuando se ponen la mano en la boca para evitar que ningún alimento pueda atravesarla.

trucos para niños que no quieren comer

niño no quiere comerGetty Images/iStockphoto

Ante esta situación, llegan los consejos no pedidos: “Si no quiere comer, que no se levante de la mesa hasta que se termine todo el plato”; “Si no se quiere comer las lentejas, se las pones para merendar, para cenar o para desayunar al día siguiente hasta que se las termine comiendo”; o uno de los más duros: “Si no quiere comer, que no coma, ya comerá cuando tenga hambre” (confieso que esto se lo dijo un pediatra a mi madre cuando yo tenía un año y terminé en el hospital).

Es tan frecuente este problema que se ha convertido en una de las dudas recurrentes en las consultas de los pediatras. Mar López, una de las pediatras más conocidas de las redes sociales, es consciente de que estos consejos no suelen funcionar: “Probablemente lo hayáis probado y os hayáis dado cuenta de que no habéis arreglado nada o que, incluso, el problema se ha hecho más grande”, afirma en su cuenta de Instagram.

¿Por qué hay niños que no quieren comer?

“Cada vez que se ponen malitos, en algunas etapas o, a veces, porque tienen poco interés, es frecuente que los niños coman poco o que, directamente, algunos días no coman nada”, afirma en su post.

No son estas, sin embargo, las únicas causas de inapetencia infantil: haber malcomido momentos antes de la comida es una de las principales, según el pediatra Carlos González, equivocarnos con la cantidad de comida (darle más de lo que necesita) su propio desarrollo son otros de los motivos más frecuentes.

La pediatra Mar López, dice, lo vivió en sus carnes de pequeña porque fue ‘niña mal comedora’ y, a sabiendas de ello, es consciente del agobio que puede suponer para los padres ver cómo su hijo no prueba bocado.

Foto: Istock

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Por eso, ha compartido algunos trucos que, de acuerdo a su formación y su experiencia, sí que funcionan. Spoiler: ninguno se parece (ni un poco) a los que nos suelen dar por la calle).

Cinco trucos para niños que no quieren comer

“No haremos magia, la magia la hace la paciencia”, explica la pediatra en su post viral. Así que, armándonos de ella, podemos poner en práctica estos trucos que según ella sí que ayudan a que quieran comer.

  • Los beneficios de comer directamente de la olla

“Deja de coma de la olla o del bol donde has preparado la comida”, afirma la pediatra. Esta es, de hecho, una moda que cada vez es más conocida en nuestro país. Denominada ‘dump dinner’ consiste, básicamente, en comer directamente de la mesa o de la cazuela donde hemos preparado la comida.

El objetivo no es otro que hacer más atractiva la hora de la comida sin recurrir a distracciones que eviten que el niño se ‘dé cuenta’ de que esté comiendo: los protagonistas son los alimentos; a partir de ahí, la imaginación tiene que echar a volar.

  • Deja que comparta la comida con su peluche favorito

Otra forma de distraer sin dejar de centrar la atención en el plato de comida. “Jugad con el peluche: una cucharada para él y una para el niño”, dice Mar López. Según su criterio, es otro de los trucos que mejor funcionan.

  • Comed de un solo plato central

En lugar de dar un plato lleno de comida al niño, comed todos del mismo pla to (como si estuvierais en un picoteo). “Comer todos de un solo plato central ayuda a bajar la presión que sienten los niños por comerse todo lo que hay en su plato y, además, tendrán la sensación de que de alguna manera se lo van a acabar los demás y se van a quedar sin comer, por lo que se darán más prisa y comerán con más ganas”, asegura la misma experta antes mencionada.

  • Comer en un sitio nuevo

No hace falta irse fuera de casa; basta con que dejéis que coma en la mesa del salón sin nunca lo hacéis o que le pongas una mesita baja adaptada a su tamaño. El truco es cambiar el contexto en el que se produce la hora de la comida para aumentar su interés.

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“Añadir unas gotitas de limón a la comida aumenta su interés y les resulta divertido; podemos hacer ruidito al echarlo o contar de una en una las gotas si el peque está aprendiendo los números”, dice la pediatra Mar López.

Otro truco adicional: los manteles Montessori

Como en cada post, la profesional insta a sus seguidores a que dejen en comentarios otros trucos que particularmente funciona a cada uno.

En este post en concreto, una seguidora lanzó uno cuyo funcionamiento también ha sido avalado por la profesional: el mantel Montessori.

“A mis hijos les funciona mucho el mantel Montessori con el plato, cubiertos, servilleta y vaso dibujados”, dice una de sus seguidoras. “¡buena idea!”, responde Mar López.

Y es que, el mantel Montessori está especialmente diseñado para que los peques aprendan a comer por sí solitos y convierte la hora de la comida en un ‘juego’ (siguiendo uno de los pilares de este método educativo). Como explica la seguidora, se trata de un mantel individual de colores que incluye en el centro la silueta en tamaño real de un plato, un tenedor, un cuchillo y cuchara y de un vaso.

Un mantel con el que los peques aprenderán a poner la mesa y que les ayuda a ganar independencia mientras se divierten.

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