Los alimentos que afectan negativamente a la calidad del sueño de los niños

La alimentación es un factor clave en la salud de los niños, y lo es de múltiples maneras: una de ellas, por su impacto en la calidad del sueño.
niño chocolate

Los pediatras, psicólogos infantiles, docentes y demás expertos en la infancia recalcan una y otra vez la importancia que tienen las rutinas y hábitos saludables en la infancia. Lo dicen para que los adultos facilitemos que los niños y niñas lleven vidas activas, para que descansen las horas de sueño que necesitan en función de su edad y para fomentemos una alimentación saludable y equilibrada. Todas estas cuestiones están conectadas; de hecho, los alimentos que comen los peques tienen un impacto directo en la calidad de su sueño.

A grandes rasgos, los expertos diferencias entre alteraciones en el sueño de los niños y trastornos del sueño. Los problemas del sueño “son patrones de sueño que son insatisfactorios para los padres, el niño o el pediatra”, indica el doctor J. Cruz Navarro, miembro del Grupo de Sueño de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap), y los trastornos del sueño, añade “se definen como una alteración real, no una variación, de una función fisiológica que controla el sueño y opera durante el mismo”.

La alimentación, por lo tanto, afecta sobre todo a las alteraciones del sueño, que según el doctor Cruz Navarro, se estima que entre un 25 y un 30% de los niños menores de cinco años las presentan. “Se sabe que estos problemas presentan una tendencia familiar, de forma que en los hijos de padres con hábitos de sueño irregulares y que se acuestan tarde se asocian más problemas de sueño, somnolencia diurna y hábitos alimenticios irregulares”, indica el pediatra.

Estos hábitos alimenticios irregulares pueden afectar, señalan desde el Instituto de Pediatría Integral, tanto a la cantidad como a la calidad del sueño de los niños. “Hay ciertos alimentos y hábitos que van a potenciar nuestro sueño, tanto en calidad como en cantidad, y otros que harán todo lo contrario”, señalan. Y tienen especial impacto cuando se han ingerido cerca de la hora de irse a dormir; esto es, en la cena. “Al igual que evitamos el café o comidas pesadas antes de dormir, la cena de tu hijo también debe ser ligera y nutritiva”, asegura al respecto la psicóloga especialista en sueño Rafi López.

Niño comiendo un bocadillo - Getty Images/iStockphoto

Alimentos que afectan a la calidad del sueño

De igual forma que alimentos como las verduras y hortalizas frescas o poco cocinadas, el pescado en general, los huevos, el pollo, la fruta tipo plátano, los lácteos como el queso, la leche o los yogures, y otros alimentos como la soja o el tofu se consideran ideales para que formen parte de un menú de cenas saludables en la infancia, hay una lista de alimentos prohibidos por su impacto negativo en la calidad del sueño de los niños y niñas.

Estos alimentos, o grupos de alimentos, son los siguientes

  • Alimentos de alto contenido en sodio: dice la psicóloga especialista en sueño que deberíamos evitar a toda costa en la alimentación de nuestros peques, sobre todo en las cenas, alimentos ricos en sodio. Estos son, sobre todo, todo tipo de chips y snacks, y platos como las sopas precocinadas, que también tienen presencia en la dieta de algunos niños y niñas.
  • Chocolate: todo lo que sea evitar los chocolates en la infancia, mejor para el sueño. Pero esto tiene mayor incidencia en la cena, así que evitad los postres con chocolate. Así lo recomienda la Asociación Española de Pediatría.
Un niño comiendo una tostada - Getty Images
  • Azúcar: el azúcar está más presente de lo que parece en la alimentación infantil, incluido en las cenas. Lo está, por ejemplo, en multitud de postres, pero también en caramelos o piezas de bollería que dejamos que nuestros hijos e hijas coman en tramos horarios cercanos a la hora de irse a dormir. La AEP aconseja evitarlos.
  • Zumos de frutas: su cantidad de azúcar es tan alta que las asociaciones pediátricas consultadas para esta pieza desaconsejan que los niños y niñas los tomen, sobre todo en las cenas. Para comer y cenar, mejor el agua.
  • Bebidas con cafeína: es una obviedad, pero la cafeína es un enemigo del sueño de calidad, y más si cabe en la infancia, donde se debe evitar todo lo posible, al igual que otras bebidas como el té. 

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