Un masaje siempre es beneficioso
Una de las formas de favorecer el crecimiento y desarrollo del bebé es aumentando el contacto físico con sus padres. Los masajes infantiles ayudan a tonificar la piel, aumentan la flexibilidad y mejoran la coordinación de las extremidades tanto superiores como inferiores. Además durante un masaje los padres tocan, palpan y acarician al niño; por lo que el bebé mejora sus capacidades para captar estímulos y propicia el apego seguro con sus cuidadores.

¿Por qué son importantes los masajes para los bebés que sufren cólico de lactante?
Los bebés tienden a sufrir problemas gastrointestinales los primeros tres meses de vida, siendo uno de los más frecuentes el cólico de lactante. Se desconoce la causa exacta de los cólicos, pero se piensa que se debe principalmente a la "inmadurez" del sistema digestivo del niño, interviniendo a su vez otros factores como el tipo de leche que toma el bebé, la alimentación de la madre durante la lactancia, la prematuridad y otros síntomas que están relacionados con el aparato digestivo, como el reflujo gastroesofágico.
No hay ningún tratamiento que aplicado de forma aislada haga remitir los cólicos, y tampoco que tenga eficacia científica cien por cien demostrada, pero los padres pueden al menos paliar las molestias que produce. Una forma de hacerlo es mediante un masaje, ya que con él se favorecerá la función digestiva aliviando al peque de gases y cólicos.
¿Cómo dar un masaje a mi peque?
Procurad que sea en un entorno tranquilo, con luz indirecta y temperatura elevada. La idea es dar un masaje, no que el niño "coja frío". También es recomendable una música tranquila pues facilita la relajación del bebé. Es conveniente que os quitéis relojes, pulseras o anillos y que procuréis que vuestras manos no estén frías. En principio no es necesario ningún tipo de aceite, loción o crema. Pero si decidís usar una, optar por un aceite de origen biológico y de calidad.
No os lancéis directamente a la zona abdominal. Lo recomendable es que empecéis el masaje en el pecho y después lo extendáis hasta los brazos. Transcurridos unos minutos, en los que el peque estará ya relajado y acostumbrado, es cuando los padres pueden centrarse en la zona del vientre.
Primero mediante movimientos de arriba hacia abajo desde el cuello hasta el ombligo, es decir, siguiendo el curso del tracto intestinal. No hay que empezar con la palma de la mano ni haciendo presiones bruscas. Empezad con dos dedos siguiendo el curso natural del alimento. En unos minutos notaréis como el peque se va relajando. Al estar menos tenso y con el abdomen más relajado es cuando ya podéis hacer el movimiento arriba-abajo con toda la palma de la mano alternando presiones leves con alguna presión más pronunciada.
Una vez pasados unos minutos con los movimientos arriba-abajo viene la parte más importante. Los movimientos circulares en la zona umbilical. Debéis hacerlos con las palmas de la mano, en el sentido de las agujas del reloj, sin alternacia ni cambios en movimientos y presiones, simplemente mantener ambas manos acompañando el movimiento circular durante unos minutos.
Si lo hacéis bien es probable que vuestro peque "os recompense" echando los gases que le aquejan en ese momento. Por último dedicad unos minutos a hacer el movimiento de doblar las rodillas del bebé sobre su barriga para luego volver a estirarlas a delante hacia su posición natural. Repetid este gesto durante varios minutos. De nuevo si lo hacéis bien vuestro peque aliviará gases.

¿Qué beneficios le estaré originando a mi bebé?
Un masaje realizado correctamente supondrá:
- La expulsión de gases.
- Una mejor digestión.
- Disminución de su tensión abdominal.
- Un aumento de la relajación del bebé. Recordad que un bebé con cólico es un niño que descansa menos horas de las debidas.
- Disminución de su estreñimiento.