¿Es verdad que la forma de la tripa indica el sexo del bebé?

Es habitual escuchar a las abuelas decir que la tripa de embarazada, cuando es picuda quiere decir que viene un niño y que sin embargo, cuando tiene una forma más redonda es porque es una niña. Te contamos de qué depende la forma de la tripa y si esto es una realidad o un mito.
¿Es verdad que la forma de la tripa indica el sexo del bebé?

Seguro que tú también lo has escuchado alguna vez. Puede venir de boca de tu madre cuando pasa una embarazada por vuestro lado mientras dais un paseo, quizás es algo que te ha contado desde chiquitita tu abuela, o tal vez esa conocida que insistió una vez en hacerte el método de la cadena para saber cuántos hijos tendrías. El caso es que las siguientes palabras te van a resultar familiares: Si la mujer embarazada tiene la barriga puntuda, entonces esto quiere decir que va a tener un niño. En cambio, cuando el peso está más distribuido en el medio, va a dar a luz a una niña.

Eso dice la sabiduría popular, pero, ¿qué opina la ciencia al respecto?

La forma de la barriga

¡Falso! Los expertos en la materia aseguran que tanto la forma como el tamaño de la barriga de la mujer embarazada no tiene ninguna relación con el sexo del bebé. Insisten en que es imposible determinar el sexo del futuro recién nacido por otro medio que no sea una ecografía.

Toca desmontar uno de los más famosos mitos que circulan sobre el embarazo que tiene una posibilidad de acierto del 50%, ¿con qué tiene que ver la forma de la tripa? Lo primero que hay que tener en cuenta es que cada mujer es un mundo, así como cada embarazo también lo es, y, por lo tanto, la barriga es también diferente. Incluso una misma mujer puede tener una barriga distinta en tamaño y forma en cada uno de los embarazos, sin que el sexo del bebé tenga nada que ver.

  • El primer factor que influye es el estilo de vida de la mujer embarazada. El útero no deja de ser un músculo más, así que si los músculos del abdomen están bien tonificados, la barriga es más alta y plana. Al contrario, si la mujer vive una vida sedentaria en la que apenas practica deporte, sus músculos abdominales están flácidos y la tripa sobresale mucho más.
  • La constitución también es un aspecto importante a tener en cuenta. En una mujer de constitución grande, con caderas anchas, la tripa suele sobresalir menos que en una de constitución pequeña y estrecha.
  • En muchos casos, la forma viene dada por la colocación del bebé en el útero. Cuando no está cabeza abajo la tripa puede tener un aspecto puntiagudo. Si el feto está colocado de manera transversal, la barriga se ve mucho más ancha.

¿Tripa grande, bebé grande?

¡No tiene por qué! Tampoco es cierto que una tripa grande sea sinónimo de bebé grande.

  • Cuando la futura mamá tiene lordosis o tiende a caminar con los hombros echados muy hacia atrás, entonces la tripa sale más y se ve más abombada.
  • Hacia el final del embarazo, el feto flota en un litro de líquido amniótico, aproximadamente. Pero también puede ser algo más o algo menos, lo cual influye en el tamaño de la tripa.
  • Con el segundo embarazo, la tripa suele notarse bastante antes que con la primera y, a partir del tercer embarazo, tiende a aumentar más a lo ancho.

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