La OMS (y la mayoría de organismos dedicados a la salud de los niños) recomienda lactancia materna exclusiva durante 6 meses y acompañada de otros alimentos hasta los 2 años o más siempre que la madre y el bebé lo deseen. Si dejamos a un niño que mame hasta que desee, la edad natural de destete se situaría entre los 2 y los 7 años, pero a veces llega un momento en que las madres deseamos destetar. Lo ideal es hacer el destete de manera respetuosa para que el niño (y la mamá) no sufra.
Recomendaciones de la OMS sobre el destete
En esta guía exploraremos cómo llevar a cabo un destete respetuoso considerando las recomendaciones de la OMS.
Importancia de la lactancia materna prolongada
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda la lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses de vida del bebé, y continuar con la lactancia materna junto con la introducción de alimentos complementarios hasta los dos años o más. Esta es la teoría. La lactancia prolongada tiene beneficios, como que contribuye a un sistema inmunológico más fuerte y puede reducir el riesgo de enfermedades tanto para el niño como para la madre.
La decisión de cuándo iniciar el destete debe ser siempre de la madre y el niño, respetando las necesidades y deseos de ambos. Aunque algunos niños pueden mostrar signos de estar listos para el destete antes de los dos años, otros pueden necesitar más tiempo. Igualmente puede ser la mamá quien quiera iniciar el destete por cualquier motivo.
Cuándo iniciar el destete
La edad natural de destete varía entre los dos y los siete años si se deja que el niño decida, pero las circunstancias individuales pueden llevar a una madre a considerar el destete antes. Algunos signos de que un niño podría estar listo para el destete incluyen un interés creciente en otros alimentos, una menor frecuencia en las tomas de pecho y la capacidad de calmarse sin necesidad del pecho.

Por qué optar por un destete respetuoso
La lactancia materna no solo satisface las necesidades nutricionales del bebé, sino que también ofrece consuelo y seguridad. Optar por un destete respetuoso ayuda a minimizar el impacto emocional de este cambio.
Impacto emocional en el niño y la madre
El pecho no es solo alimento: también sirve para calmarse, para dar mimos e incluso para dar paso al sueño. En estos casos va a ser más complicado de sustituir ya que el chupete a los 2 años debemos retirarlo (nos evitará problemas de dentición y lenguaje). En estos casos lo que haremos en caso de rabieta, enfado o dolor es dar un fuerte abrazo, dar besos, acariciar, cantar y sobre todo hablar. El destete es más que un cambio físico; es una transición emocional tanto para el niño como para la madre.
Evitar el sufrimiento y la frustración
El destete respetuoso busca evitar el sufrimiento y la frustración que pueden surgir del proceso de destete. Un enfoque abrupto o forzado puede generar ansiedad y resistencia en el niño, lo que a su vez puede llevar a sentimientos de culpa o estrés en la madre. La idea es permitir que el destete sea un proceso natural y fluido. La paciencia será clave en el proceso.
Filosofía de "no ofrecer, no negar"
A partir de los dos años, los niños comprenden todo y muchos son capaces de expresarse con palabras, así que podemos explicarles cariñosamente que deben ir dejando el pecho poco a poco. Un “lema” fundamental para el destete es “No ofrecer, no negar”. Si lo piden, se da el pecho, pero no se ofrece de forma rutinaria. Este enfoque respetuoso ayuda al niño a sentirse en control del proceso, lo que puede reducir la ansiedad y la resistencia.
Cómo implementar el destete respetuoso
Ante todo se tendrá que tener mucha paciencia y hacerlo desde el cariño y la comprensión de que la retirada de un vínculo tan grande como es la lactancia materna es algo muy difícil en la corta vida de nuestros pequeños.
Establecer rutinas para facilitar el proceso
Las rutinas son una herramienta muy útil en la crianza, y también para facilitar el destete respetuoso. Los niños se sienten más seguros cuando saben qué esperar, y establecer una rutina constante puede ayudar a reducir la ansiedad asociada con el cambio. Involucrar al niño en actividades que reemplacen las tomas de pecho, como leer un cuento antes de dormir o jugar juntos, puede ser una forma efectiva de crear nuevas asociaciones positivas.
Nutrición: sustitución de la lactancia con otros alimentos
Desde un punto de vista nutricional no va a haber problema en sustituir la lactancia por cualquier otro alimento ya que ahora la dieta es muy diversificada. Si el pecho se tomaba habitualmente para desayunar una opción es anticiparse y ofrecerle un vaso de leche. O en caso de que fuese un “postre” podríamos ofrecer un yogur. Si explicamos el proceso, como hemos dicho, será mucho más fácil de hacer.
Estrategias efectivas: uso de libros y juegos
De igual forma que en otros aspectos del desarrollo los libros son un apoyo enorme, en el caso del destete podemos encontrar libros que ayuden a comprender porqué se deja de dar el pecho por las noches, como el cuento de “La Teta Cansada”, de Montse Reverte Vicuña.
Incorporar el juego en el proceso de destete también puede ser útil. Juegos de rol o actividades que involucren cuidado y afecto pueden ayudar al niño a expresar sus sentimientos y encontrar nuevas formas de conexión con la madre.
El papel del padre en el destete
Otra estrategia es el llamado “Plan padre”. El padre poco a poco va adquiriendo “responsabilidad” en la tarea de dormir al pequeño, así como de atenderle en los despertares. Lo ideal es que el padre sea quien duerma al niño la primera vez (tras la cena). De esta manera, si se despierta por la noche, es más fácil que este consiga calmarle. Las rutinas ayudan mucho a los niños, así que es bueno realizar siempre la misma serie antes de dormir (ej. cena, lavarse los dientes, contar un cuento y a la cama). Si hacen colecho es bueno cambiar al pequeño al lado del padre. En los despertares tratará también de calmarle para que se vuelva a dormir; se le puede ofrecer un poco de agua como líquido que puede relajarles e hidratarles. Si no conseguimos que se calme, podrá acudir la madre y darle el pecho, no se tata de dejar llorar al niño. En el siguiente despertar acudirá el padre de nuevo y vuelta a empezar.

Consejos prácticos para el destete en niños de 2 años
Destetar a un niño de 2 años requiere una combinación de paciencia, comprensión y planificación.
Cómo destetar a un niño de 2 años
Es importante comenzar el proceso de manera gradual, reduciendo progresivamente la frecuencia de las tomas de pecho. Explicar el proceso de manera sencilla y cariñosa puede ayudarle a entender y aceptar el cambio. Así como sustituir la teta por otras cosas: leer cuentos, cantar canciones, jugar...
Destete nocturno: primeros pasos
El destete nocturno puede ser uno de los aspectos más complicados, ya que el pecho a menudo se asocia con la rutina del sueño. Hay estrategias, como involucrar al padre (si eso es una opción) en el proceso de dormir al niño y atender sus despertares puede ayudar a romper la asociación entre el pecho y el sueño. El plan padre del que hablábamos antes. La rutina nocturna será otra forma de afianzar el cambio: un baño relajante, leer un cuento o escuchar música suave pueden ayudar al niño a relajarse y prepararse para dormir sin necesidad del pecho.
Adaptaciones para el destete diurno
El destete diurno puede requerir adaptaciones en la rutina diaria del niño. Es importante ofrecer alternativas que puedan reemplazar las tomas de pecho. El pecho, al final sustituye muchas cosas y sirve para muchos momentos, así que hay que averiguar qué puede ser cambiado para obtener el mismo efecto. Si es para calmar, música relajante, masajes... Si es para comer, una merienda rica y saludable. Las actividades al aire libre, los juegos y las interacciones sociales pueden servir como distracciones positivas que reduzcan el deseo del niño de amamantar durante el día.
Recursos y apoyo durante el destete
El destete es un camino en el que la mamá se puede sentir acompañada.
Consultas con el pediatra
Consultar con el pediatra durante el proceso de destete puede proporcionar orientación muy interesante. El pediatra puede ofrecer consejos personalizados basados en las necesidades específicas del niño y puede recomendar recursos adicionales, como grupos de apoyo o talleres sobre destete, que pueden ofrecer a la madre una red de apoyo y compartir experiencias con otras madres en situaciones similares.
Libros y cuentos para niños
Los libros y cuentos pueden ayudar al niño a comprender y aceptar el proceso de destete. Incorporar la lectura de cuentos en la rutina diaria puede ofrecer al niño una forma positiva de procesar sus sentimientos y encontrar nuevas formas de conexión con la madre.
Experiencias de otras madres
La experiencia es un grado, y nadie mejor que otra mamá puede entender lo duro del proceso. Compartir experiencias con otras madres que han pasado por el proceso de destete puede ser un gran apoyo. Escuchar las historias de otras madres puede ofrecer perspectivas y consejos prácticos que pueden facilitar el proceso. Sí, cada proceso de destete es único, pero aprender de las experiencias de otras madres hace que el destete sea una experiencia positiva.

Preguntas frecuentes sobre el destete a los 2 años
Los cambios no le gustan a nadie, y menos a los pequeñitos, que aún no tienen herramientas para enfrentarse a ellos.
¿Cómo manejar la ansiedad del niño?
La ansiedad es una respuesta natural durante el proceso de destete, ya que el niño va a notar un cambio en su rutina. Siempre hay que proporcionar un ambiente seguro y amoroso donde el niño se sienta comprendido y apoyado. Mantener la calma y ofrecer consuelo emocional a través de abrazos, caricias y palabras puede ayudar al niño a sentirse seguro. Así como ofrecer alternativas a ese momento.
¿Qué hacer si el niño resiste el destete?
La resistencia al destete es común y puede ser frustrante tanto para el niño como para la madre. Si el niño muestra resistencia, es importante no forzar el proceso y permitir que se adapte a su propio ritmo. Observar las señales del niño y ajustar las estrategias puede ayudar. Ofrecer alternativas atractivas y explicar el proceso de manera sencilla y cariñosa puede ayudar al niño a entender y aceptar el cambio.