No todos los niños aprenden de la misma manera: a algunos les cuesta menos estudiar a través de imágenes y a otros, sin embargo, les ayuda en cantidad aprender a través de las canciones. Otros, sin embargo, se enteran mejor de la información cuando pueden interaccionar con ella: aprenden mejor un problema de matemáticas si les ponemos delante las manzanas y vamos restando las que queremos que resten, que si se lo contamos de viva voz.
Es lo que se conoce como aprendizaje visual, auditivo o kinestésico (dependiendo de la facilidad que tenga cada niño) y esto está basado en la Teoría de las Inteligencias Múltiples propuesta en 1983 por el psicólogo estadounidense Howard Gardner. El mismo decía que la inteligencia no es una, si no múltiples (lógico-matemática, visual,…) y que cada persona tiene facilidad y dificultad para unas inteligencias en concreto.

¿Por qué es importante saber cómo aprende nuestro hijo?
Esto que os contamos es más que útil y necesario en el día a día con un niño. ¿Por qué? Porque quizás, esa lección que le cuesta tanto entender se le hace más amena y fácil de comprender si le presentamos el material de otra manera. En otras palabras, si personalizamos el aprendizaje para cada uno.
¿Cómo podemos saber si nuestro hijo es visual, auditivo o kinestésico?
Quien mejor nos puede decir cuál es la forma de aprender de nuestro hijo es un profesional experto en este campo. Sin embargo, respondiendo a las preguntas de este sencillo test que encontraréis un poquito más abajo (y que podéis hacer de manera gratuita), os acercaréis de alguna manera a la respuesta y podréis actuar en consecuencia, además de ayudarle a potenciar sus puntos fuertes en el aprendizaje.
e2181d28-5f85-4428-8646-8c590c44540bDiferencias entre visual, auditivo y kinestésico
Que no se asuste nadie; ninguno de estos tres estilos de aprendizaje es malo. Simplemente, demuestran que, efectivamente, no todos los niños aprenden de la misma manera y que, por tanto, el aprendizaje debería personalizarse a cada uno de acuerdo a su facilidad para aprender.
A un niño que aprende de manera visual le costará poco retener información que se le presenta en imágenes, en esquemas, en texto...
A uno auditivo, sin embargo, se le quedarán grabadas las lecciones cantadas, las sumas a través de música, cuando le hablamos en voz alta y, además, se expresará de la misma manera.
Por último, el aprendizaje kinestésico es ese que identifica a los niños que aprenden con la práctica: si entiende más una resta cuando le presentamos las manzanas y se las restamos visualmente, por ejemplo. Expertos, como los de la Universidad Internacional de la Rioja, afirman que este es el estilo de aprendizaje que más perdura en el tiempo.