“Por qué es tan importante la voltereta?” Se pregunta Álvaro Bilbao en su último vídeo divulgativo publicado en sus redes sociales oficiales. El neuropsicólogo presenta su explicación dando ejemplo; esto es, haciendo la voltereta hacia adelante, un ejercicio que, como él mismo explica, la mayoría de niños y niñas hace con 4 o 5 años, y muchos menos con tres años. En el vídeo, Álvaro Bilbao explica por qué defiende que este sencillo ejercicio tiene mucha trascendencia en el desarrollo de los más pequeños.
Antes de las conclusiones, Bilbao expone el contexto de su teoría: “Lo curioso es que cada vez son menos los niños que aprenden a dar la voltereta”, comienza su exposición el experto en el cerebro de los peques. Esto se debe, dice, a que “pasan cada vez menos tiempo en entornos que les permitan jugar de forma libre”.
Se refiere Álvaro Bilbao a lugares como el parque, pero también al hogar, donde podemos colocar unas colchonetas y que exploren con su cuerpo sobre ellas. “Les ofrecemos pantallas demasiado pronto y tienen muchos juguetes, lo que hace que jueguen menos con su cuerpo”, asegura el neuropsicólogo.
Por qué la voltereta es tan importante
En este contexto, Álvaro Bilbao pone el foco en la voltereta, “una habilidad muy importante a nivel cerebral”, subraya el especialista en neurociencia.

Cuando los niños y niñas aprenden a hacer la voltereta (hacia adelante), argumenta Álvaro Bilbao, “está ayudando a su cerebro a integrar una serie de reflejos que hacen que el niño se asuste o se ponga en alerta cuando pierde el control o se siente desubicado”.
Esto supone, dicho de otra forma, que la voltereta, tanto su preparación como su práctica, es una herramienta de aprendizaje cerebral y emocional para los niños y niñas. Es una forma, dice Álvaro Bilbao, de enseñarles “a sentir seguridad y confianza en situaciones en las que no tenemos todo el control”.
Esto no quiere decir que sea un problema que tu hijo o hija no haga todavía la voltereta. “Puede que no sepa hacerla porque todavía no lo ha intentado o porque le dé miedo enfrentarse a una superficie dura”, cita como ejemplos Álvaro Bilbao, que anima a todos los padres y madres de peques en edad para poder conseguir hacer la voltereta que animen a ello a sus hijos e hijas, en condiciones seguras, por supuesto.
Para ello, aconseja empezar por demostrarles cómo se hace en superficies blandas como las citadas colchonetas o su cama, si es seguro. “Es una habilidad que le va a ayudar a tolerar mejor la incertidumbre y sentir más confianza en él o en ella”, concluye sobre la voltereta y su impacto en los niños pequeños Álvaro Bilbao.