La capacidad de espera es una cualidad que no viene “de fábrica”. Debemos cultivarla en los más pequeños porque su ausencia deriva a menudo en frustración, una emoción que deben aprender a manejar, controlar y tolerar lo antes posible porque no siempre van a conseguir aquello que quieran o necesiten a lo largo de su vida.

Pero, ¿qué significa exactamente “capacidad de espera”? Pues nos referimos a la habilidad de una persona para tolerar y sobrellevar la demora, la incertidumbre o la frustración sin perder la paciencia o la calma. Esta capacidad implica ser capaz de mantener la compostura y la tranquilidad mientras se enfrenta a situaciones en las que se requiere tiempo para obtener resultados deseados, resolver problemas o enfrentar desafíos.
Y, ¿qué es la tolerancia a la frustración?
“Aprender desde pequeños a tolerar la frustración permite que los niños puedan afrontar de manera positiva los diferentes retos y dificultades que se les presentarán en la vida”, explica el equipo del hospital infantil Sant Joan de Déu de Barcelona. “Tolerar la frustración significa ser capaz de afrontar los problemas y limitaciones que nos encontramos a lo largo de la vida, y las molestias o incomodidades que puedan causarnos”, añade. Como actitud que es, puede trabajarse con independencia de cómo sea el carácter del niño y el clima familiar, y una de las mejores herramientas que podemos ofrecerles como padres es la capacidad de espera.
La vida nos enseña el impacto positivo de la paciencia, pero si somos capaces de mostrárselas a nuestros hijos pequeños y adelantar su aprendizaje en este sentido, les estaremos haciendo un gran favor. Hay que tener en cuenta, como advierten desde el hospital Sant Joan de Déu que los niños “No saben esperar porque no tienen desarrollado el concepto del tiempo ni la capacidad de pensar en los deseos y necesidades de los otros”, pero existen consejos prácticos que se pueden aplicar con ellos para que aprender a ser más pacientes, a saber esperar.
¿Cómo enseñarles a ser pacientes?

Trabajar la capacidad de espera en niños puede ser un gran reto, ya que la paciencia no es una habilidad innata. Sin embargo, existen varias estrategias que las familias pueden emplear para ayudar a los niños a desarrollar esta habilidad tan importante:
- Pedir perdón cuando perdemos la paciencia con ellos si no somos capaces de controlarnos en un momento dado. Cuando los niños ven a los adultos manejando situaciones de espera con calma y paciencia, es más probable que imiten ese comportamiento.
- Utilizar la metáfora con ejemplos que conocen como los animales, dialogar y razonar todo lo posible o recurrir a los cuentos e historias.
- Introducir desde muy pequeños esperas limitadas en el día a día.
- Enseñarles la importancia de respetar el turno de palabra.
- Explicarles que hay momentos en los que es necesario esperar, ya sea en la fila del supermercado, en el consultorio del médico o en otras situaciones cotidianas.
- Jugar juegos de mesa, rompecabezas y actividades que requieran tiempo y paciencia pueden ayudar a los niños a desarrollar su capacidad de espera de manera divertida.
- Cuando estéis en situaciones de espera, explicarles lo que está sucediendo y por qué es importante ser pacientes. Esto les ayuda a comprender la razón detrás de la espera y a desarrollar una mentalidad más tolerante.
- Elogiarlo y reforzar comportamientos positivos de espera para que se sienta incentivado a seguir practicándolos.
¿Cuáles son los beneficios de estimular la capacidad de espera en los niños?

Trabajar en la capacidad de espera en los niños conlleva múltiples ventajas a largo plazo:
- Ayuda a mejorar la toma de decisiones informadas.
- Fortalece el autocontrol y la resolución de problemas.
- Fomenta relaciones interpersonales más empáticas.
- Reduce el estrés.
- Promueve la persistencia y la planificación.
- Eleva la autoestima a través de logros.
- Impulsa el rendimiento académico.
- Brinda a los niños con herramientas emocionales y cognitivas para enfrentar con éxito diversas situaciones y desafíos en su vida.