La sensibilidad en los niños no entiende de género

Mi niño es cariñoso, sensible y le gusta dar afecto, ¡eso es algo muy bueno!
Las emociones no entienden de género en la infancia

“Deja de llorar, que los niños no lloran” o "no llores, que no pasa nada" son frases comunes que no deberíamos utilizar. Intentar hacer que los niños repriman sus emociones, que no entiendan qué les ocurre cuando tienen emociones y sentimientos intensos y por tanto, que se conviertan en adultos incapaces de mantener un control sobre sí mismos.

Los niños desde que nacen solo buscan el afecto de sus padres, necesitan ser guiados para comprender sus emociones (y no ser reprimidos por tenerlas), les gusta ser cariñosos con las personas que tienen cerca y además, saben ser empáticos y asertivos si se les enseña a serlo.

Niños y niñas, sensibles por igual

Las emociones no entienden de género en la infancia - Freepik

Hay que desarrollar la parte más sensible de los niños y niñas y emplear tiempo diario para conseguirlo. La sensibilidad, la delicadeza o la ternura no solo tienen que estar vinculadas a las niñas o a las mujeres, de hecho, todos los niños y niñas son sensibles hasta que se les enseña lo contrario.

Un niño que no aprende habilidades emocionales o comunicativas en su infancia tendrá problemas en su vida adulta. No sabrá comunicar sus necesidades emocionales y esto le llevará a tener problemas con sus familiares, relaciones sentimentales, amigos… No sabrá exteriorizar lo que le ocurre, no entenderá qué sentimientos recorren su cuerpo, no sabrá ponerles nombre y entonces, como ocurre con los niños pequeños, aflorarán sentimientos incontrolables, rabietas de adulto que acaban en agresividad.

Un niño sin habilidades emocionales no sabrá tolerar la frustración, no aprenderá a gestionar emociones tan importantes y comunes como el enfado, el miedo, la tristeza… y lo mostrará siempre con agresividad y rechazo. Serán adultos infelices porque no sabrán gestionar sus propias emociones.

Los niños son cariñosos por naturaleza - Getty Images

Todos los niños y niñas son amorosos desde que nacen, estamos programados de forma natural para conectar con otros, para entender las emociones y para que el vínculo que creamos con nuestros seres queridos sea fuerte. Como padres y madres es necesario trabajar con nosotros mismos las emociones para así, poder trabajarlas con nuestros hijos… tanto si son niños como niñas.

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