Cumple siempre las promesas que les hagas a tus hijos

Promete solo aquello que de verdad puedas cumplir
Cumple siempre las promesas que les hagas a tus hijos
Cumple siempre las promesas que les hagas a tus hijos. - prostooleh/Freepik

¿Cuándo te hacen una promesa te gusta que la cumplan? Lo mismo les pasa a tus hijos, si les haces una promesa, querrán que la cumplas. Si no estás seguro de si podrás cumplir las promesas que les quieres hacer a tus hijos, simplemente, no las hagas.

Es posible que les hayas hecho promesas a tus hijos y que les hayas fallado más de una vez porque pasan muchas cosas y no pudo ser o simplemente porque no te acordaste. Si alguna vez has prometido a tus hijos cosas que no podías cumplir, quizá cruzabas los dedos para que al día siguiente de hacerle la promesa, se levantase sin recordar lo que le dijiste. Pero en lugar de hacer esto hay otra cosa mejor: promete solo aquello que de verdad puedas (y quieras) cumplir.

Cuando tu hijo se dé cuenta de que no cumples lo que prometes te podrá decir frases como: “me has mentido”, “siempre me dices lo mismo y no lo cumples”. Cuando esto te ocurre te puedes dar cuenta de que los niños no olvidan aquello que les parece importante, por lo que si no quieres decepcionarle, es mejor que te pienses dos veces las cosas antes de prometerle algo que no vas a cumplir.

Las promesas hay que cumplirlas. - Getty Images/iStockphoto

La importancia de cumplir las promesas

¿Alguna vez te has parado a pensar en por qué es tan importante que cumplas las promesas que les haces a tus hijos? Porque confían en ti. Muchas veces se les dice a los niños que sí a cualquier cosa solo “para que se callen” en un momento determinado pero no se hace de forma racional, asertiva ni empática. Los niños se dan cuenta de que las cosas no son siempre cómo les gustaría que fuesen.

Los adultos somos el mundo para los niños y si no cumplimos las promesas que les hacemos, les estaremos enseñando que el mundo no es un lugar seguro y confiable. Ellos esperan eso de los adultos de referencia, es decir, ellos esperan que les transmitamos protección y seguridad emocional y confianza.

En cambio, cuando se cumplen las promesas, se les demuestra a los niños lo importante que son para nosotros, que les queremos, que les valoramos. Ellos aprenderán también que pueden contar con nosotros siempre que sea necesario, algo fundamental para la estabilidad emocional.

Las promesas que se les hacen a los niños se deben cumplir y esto es fundamental para que se sientan queridos y sobre todo, para que aprendan que las promesas, se cumplen. Los niños aprenden por imitación y por el ejemplo, por lo que necesitan ver en ti los valores que quieres que aprendan.

Se darán cuenta gracias a las promesas cumplidas que a través de la seguridad y la confianza pueden crear fuertes relaciones de amistad, relaciones estables que estén basadas en el respeto y el amor mutuo.

Si alguna vez has hecho promesas a un niño que no has cumplido, es mejor que te lo pienses dos veces antes de hacerlo otra vez. No hagas promesas vacías y si prometes algo, que sea algo que puedas cumplir.

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