Así se trabaja la música en el método Montessori: consejos para aplicar en casa con tus hijos

Para María Montessori, la música tiene un poder transformador, de ahí que sea una disciplina esencial en su método educativo. Te contamos cómo se trabaja en el método Montessori la música. 
Un grupo de niños en clase de música

La música está en la vida de las personas desde antes de nacer. Son muchos los estudios que insisten en los beneficios de la música durante el embarazo y también hay expertas que explican los beneficios de cantar antes, durante y después del parto, una forma de conectar con el bebé que pronto nacerá y seguirá estando rodeado de música. Esta es una disciplina esencial en la educación, y no lo es menos para el método Montessori. Y es que María Montessori defendía el poder transformador de la música.

Ya en los primeros meses de vida, los bebés descubren la música a través de la exploración. Lo hacen con su oído, pero también con el tacto y la vista a medida que van desarrollando habilidades y sus sentidos, siempre empujados y guiados por su curiosidad innata. Aquí te explicamos más sobre cómo introducir la música en la vida diaria de tu hijo.

Tres niños con instrumentos - Rubén García

Teniendo en cuenta que las características esenciales y diferenciales del método Montessori, que aboga precisamente por el aprendizaje a través de la experimentación, respetando siempre el ritmo de cada peque y fomentando al mismo tiempo su autonomía desde pequeños, no es de extrañar que la música sea un elemento esencial.

Así lo confirma el centro Montessori IMI, que incide también en la importancia que la propia María Montessori le daba a la música: Maria Montessori reconocía el poder transformador de la música, utilizándola como una herramienta valiosa para estimular el aprendizaje y la creatividad”, señalan. Para el método Montessori, añaden desde el mismo centro especializado, “desde instrumentos simples hasta experiencias sonoras, cada nota contribuye al enriquecimiento sensorial y emocional de los pequeños”. No son pocos los expertos que hablan de los beneficios de tocar un instrumento desde temprana edad.

El equipo de otro centro especializado, Montessori Village, explican sobre la importancia de la música en la infancia que, si bien ayudar en casa a que se familiaricen los bebés desde el nacimiento con la música, es a partir de los 18 meses cuando se inicia en dicho método educativo el período sensible de la música, que perdura hasta los 6 años.

Durante este período sensible de la música, hasta los 6 años, la educación musical desde el punto de vista Montessori también se puede trabajar en casa. Pero, eso sí, es fundamental la observación, nunca hay que forzar a un niño a escuchar música o a aprender música, tiene que ser algo innato, advierten a modo de consejo desde Montessori Village.

En el aula, o en casa, se pueden desarrollar actividades sensoriales Montessori, tanto para reforzar el sentido del ritmo y la propia experimentación, como otras que ayuden a mejorar la coordinación motora en los peques. Por ejemplo, con instrumentos de madera o utilizando otros elementos que tengáis en casa con los que se pueda hacer música con libertad. En este sentido, un consejo para que las actividades sean Montessori es que sea atractivo, bien organizado y todo a mano de los peques.

Un grupo de niños tocando instrumentos - Rubén García

También es importante a la hora de potenciar la relación de los niños pequeños con la música el tipo de esta que escogemos. La elección de la música también es importante, hay peques más sensibles que los sonidos agudos no los toleran, conviene elegir melodías pegadizas, con ritmo y bailables”, apuntan al respecto desde Montessori Village.

A partir de los 6 años, el trabajo musical en el método Montessori es de continuidad, ya que se van agregando semitonos al trabajo de discriminación de tonos, y se potencia también la relación de la música con la escritura ahora que los peques empiezan a desarrollar esa habilidad. 

Sobre el trabajo de patrones de ritmo a través de negras y corcheas, la escuela Un Paraíso Montessori explica que “al involucrar a los niños en actividades que impliquen la identificación y reproducción de patrones rítmicos, estamos estimulando áreas clave de su cerebro relacionadas con la percepción auditiva, la coordinación motora y la memoria”.

Es también en esta etapa, hasta los 9 años, cuando los niños Montessori empiezan a desarrollar y tomar consciencia de otros elementos complementarios en la educación musical como la audición y la respiración, y siguen investigando y explorando distintos instrumentos.

En cualquier caso, como recuerdan desde la escuela Montessori Village, la educación musical es esencial para el método Montessori por los múltiples beneficios que ofrece al desarrollo de la infancia. 

Entre otras, el aumento de la memoria, la atención y la concentración, la mejora de la fluidez de expresión o la mayor facilidad para la resolución de problemas, pero también el aumento de la autoestima y hasta la mejora de la salud. “Escuchar melodías tranquilas y alegres ayuda para la recuperación tanto física como mental”, concluyen desde el centro especializado.

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