Quiere estar en brazos todo el tiempo

Con dos años, los niños ya no son bebés y cogerles en brazos durante demasiado tiempo puede destrozarnos la espalda y acabar con nuestra propia energía.
Quiere estar en brazos todo el tiempo

Autor: Leyre Artiz

Tienen mucha vitalidad, no paran quietos y cansan hasta a un batallón, pero, de repente, la energía les abandona con una rapidez asombrosa. Y, entonces, alzan los brazos y gritan: "Mamá".

El contacto físico y los mimos dan a los niños esa seguridad imprescindible para poder ser cada vez más independientes y explorar el mundo solitos. Por eso, no podemos cargar con ellos todo el día. Sin embargo, no siempre piden brazos por el mismo motivo: cada caso es distinto.

Necesitan autonomía y amor

El segundo año de vida viene marcado por el desarrollo motor e intelectual del niño. Aprender a andar les permite decidir cuándo alejarse y cuándo acercarse. Pero, esta autonomía no implica que no necesiten nuestra atención. Aunque tienen que explorar, escalar y tirarse por los suelos, también necesitan brazos y cariño. Les dan sensación de seguridad. Y esa seguridad es imprescindible paa que puedan seguir explorando y aprendiendo a ser cada vez más independientes.

Aunque a veces no exijan brazos por necesidad, siempre que los piden los desean. La cuestión es ceder justo lo necesario, saber si el niño requiere brazos demasiado a menudo y si es capaz de soportar un no por respuesta. Es importante abrazarle y achucharle, pero también lo es permitirle experimentar el malestar, para que aprenda a tolerarlo. Tenemos que ayudarle a que soporte las esperas y aprenda a demorar la consecución de sus deseos, aunque sea unos minutos.

A esta edad, su nivel de comprensión del lenguaje es bastante avanzado, y ya puede entender que nosotros también estamos cansados. Pero que lo entienda no es razón suficiente para que deje de pedirnos brazos. Su autocontrol es escaso y no puede soportar su malestar, a pesar del nuestro. Pero, no está de más explicárselo, porque algunas veces... ¡funciona!

¿Cuándo pide los brazos?

Da igual dónde nos encontremos, en la cola del súper o buscando un taxi; si se siente cansado, pedirá y pataleará por ir un ratito en brazos de papá o mamá.

Puede tener las manos frías, una chinita en el zapato o un grano que le pica. Y cree que la forma de que se le pasen todos los males son unos brazos amorosos. Y la verdad es que un poco de atención y consuelo hacen milagros.

Quiere saber que el hombro de mamá y papá está allí para cuando las cosas no salen como él pensaba. El cariño es el mejor remedio para superar la tristeza y reponer fuerzas. Después de un rato, volverá a a su aire y corretear por todos lados.

De repente, un niño que suele caminar bien y que nos ha demostrado que aguanta mucho tiempo, se hace el remolón. ¿Qué pasa? ¿Es que se ha vuelto vago? No, puede, simplemente, que esté aburrido.

Querer estar en brazos también es un recuerdo de los viejos tiempos. Quizá los niños de dos años también deseen volver a ser bebés, como cuando les llevaban en brazos y les paseaban en su cochecito como si fueran reyes. Y es que lo siguen siendo.

"¿Cuándo se agotará la paciencia de papá o mamá? ¿Me cogen ya a la tercera vez de pedírselo o tengo que insistir cinco veces?". A veces se pone tan pesado solo para averiguar cuáles son sus límites y los de sus padres.

¿Cómo actuar?

Asesora: Nieves Jerez, psicóloga infantil del Grupo Luria.

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