¿Embarazada en verano? Mira estos consejos para dormir bien
Si estás embarazada en verano y te cuesta dormir, estas recomendaciones quizá podrían ayudarte a conciliar el sueño.
Cuando las temperaturas son elevadas, incluso por las noches, a cualquier persona se le hace difícil dormir. Más aún a una mujer embarazada, y es que, a veces es todo un desafío. Veamos algunos consejos para intentar mejorar el descanso en verano durante la gestación.
Recomendaciones para dormir mejor
Ya de por sí en cualquier momento del año es probable padecer algo de insomnio a lo largo del embarazo debido a muchos factores: los cambios físicos y hormonales, los nervios, la ansiedad y por supuesto las temperaturas (en especial cuando son altas durante el verano).
Airea la casa cuando baje la temperatura
En las horas en las que haga más calor (sobre todo las horas centrales del día) cierra las ventanas y baja las persianas. Pero cuando el sol empiece a tener menor fuerza, abre y deja que la casa se airee para que el aire circule. Si es seguro puedes dejar las ventanas abiertas por la noche.
Cuidado con las cenas
Si llenas el estómago mucho por la noche es probable que te cueste conciliar el sueño. Especialmente si estás pasando por tu embarazo. Opta por cenas ligeras que incluyan alimentos frescos y mejor evitar las comidas con muchas especias, picantes y muy grasientas. Si no haces bien la digestión te costará más conseguir dormirte. Recuerda que es mejor que dejes pasar dos horas desde que hayas cenado hasta que te acuestes.
Date una ducha
Vas a agradecer enormemente esa ducha para ayudar al cuerpo a reducir la temperatura. Eso sí, aunque parezca lo contrario, darse una ducha de agua excesivamente fría no ayuda demasiado porque debido al gasto energético corporal, como se reactiva, hace que tengamos más calor. Por eso es mejor el agua algo templada.
Ponte ropa ligera y cómoda
Piensa que cuanto más cómoda te sientas y más ligera sea la ropa, mejor dormirás. Y esto se aplica tanto a tu pijama como a la ropa de cama. Busca prendas que permitan la transpiración como el lino o el algodón. Recuerda también que es más favorable el sueño si no tienes tantas almohadas que guarden mucho el calor.
Usa un ventilador personal
Puede ser que tengas aire acondicionado, pero dormir con él activado puede ser malo para nuestra salud. No obstante, existe una alternativa menos perjudicial: el ventilador. Puedes refrescar algo tu habitación con un ventilador de pie o con alguno pequeño que puedas colocar en tu mesilla cerca de la cama.
Utiliza bolsas de agua fría
Al igual que utilizamos algunas bolsas para llenarlas de agua caliente cuando tenemos frío en las estaciones frías, podemos hacer lo mismo en la situación inversa. Llena una bolsa con agua fría y colócala en las zonas más cálidas de tu cuerpo: pies, axilas, nuca, detrás de las rodillas…
Ten agua fría a mano
Una buena idea es tener un vaso o una botella de agua fría en la mesilla. Aunque puedan aumentar tus ganas de ir al baño, sí que te servirá para mantenerte hidratada.
No des vueltas en la cama si no puedes dormir
Si no consigues conciliar el sueño no te agobies dando mil vueltas por la cama. De esta forma aumentará la temperatura de las sábanas y te entrará mayor agobio. Procura levantarte, dar una vuelta y luego intentar volver a dormir.