El síndrome de ovarios poliquísticos (SOP) es considerada como una de las causas más comunes de infertilidad femenina. En nuestro país, por ejemplo, se calcula que alrededor de un 10 por ciento de las mujeres lo sufre.
Sin embargo, aunque se trata de una causa habitual de infertilidad, lo cierto es que es posible conseguir el embarazo, gracias a la existencia de distintas opciones de tratamiento de fertilidad, como podría ser el caso de la Fecundación In Vitro (FIV) o las gonadotropinas, entre otros.
No en vano, como manifiestan muchos especialistas, la mayoría de las mujeres con SOP podrían concebir con una combinación de medicamentos y tratamientos para la fertilidad y cambios en su estilo de vida, especialmente cuando existe sobrepeso u obesidad (debido a que el síndrome afecta de forma negativa a cómo el cuerpo procesa la insulina, lo que puede traducirse en un aumento de peso).
Por este motivo, una de las principales recomendaciones que se dan cuando una mujer con SOP quiere quedarse embarazada es perder peso, lo que podría ayudar positivamente a la hora de reiniciar la ovulación, puesto que aquellas mujeres con este síndrome y sobrepeso tienden a ser más propensas a experimentar una anovulación más severa.
En este sentido, y de acuerdo a los estudios publicados hasta el momento, se ha encontrado que perder entre un 5 a un 10 por ciento del peso actual podría ser suficiente a la hora de conseguir que los ciclos menstruales vuelvan a la normalidad (y se reactiven).
De ahí que llevar una dieta saludable y practicar ejercicio físico de manera regular sea, cuanto menos, fundamental, sobre todo en aquellas mujeres que desean aumentar sus posibilidades de concepción. En este aspecto, es esencial asegurarse de que la dieta sea rica en alimentos especialmente ricos en nutrientes, baja en alimentos con alto contenido en azúcar y con la cantidad de proteínas adecuadas.
Pero, ¿cómo puede afectar el síndrome de ovarios poliquísticos al embarazo, en especial una vez se ha producido la concepción? ¿Existen riesgos para la salud de la mamá o del bebé?
¿Cuáles son los riesgos para las futuras mamás con ovarios poliquísticos?
Mientras que, como hemos visto, el síndrome de ovarios poliquísticos puede ocasionar desequilibrios hormonales que, a su vez, influyen en los problemas para conseguir el embarazo, lo cierto es que, una vez se produce la concepción, las mujeres embarazadas con SOP pueden tener un riesgo mayor de complicaciones.
Por ejemplo, esto podría incluir la preeclampsia, que consiste en una condición peligrosa tanto para la salud de la mamá como del bebé, anteriormente conocida con el nombre de toxemia, que causa presión arterial elevada y que puede acabar cursando con eclampsia, una afección todavía más grave, al poder surgir también convulsiones y otros síntomas graves.

Por tanto, es imprescindible seguir el tratamiento recomendado por el especialista, con la finalidad de disminuir y resolver los síntomas que puedan surgir, sobre todo durante el parto. En caso de que se desarrolle preeclampsia durante la gestación, será necesaria una mayor supervisión por parte del médico.
Pero también existen otras preocupaciones relacionadas, como podría ser el caso de la hipertensión arterial inducida por la gestación y la propia diabetes gestacional, lo que podría hacer que el bebé sea más grande, pudiendo ocasionar problemas durante el parto.
En este sentido, también se sabe que se tienen un riesgo mayor de parto por cesárea, debido precisamente a que tienden a tener bebés de mayor tamaño.
¿Cuáles son los riesgos para el bebé?
Lo cierto es que, en el bebé, también podrían surgir algunos riesgos potenciales, como por ejemplo podría ser el caso de una puntuación de Apgar más baja, ser más grande para la edad gestacional, o un riesgo aumentado de nacimiento prematuro.
En caso de que el bebé sea niña, distintos estudios han encontrado que existiría hasta un 50 por ciento de probabilidades de que también tenga síndrome de ovarios poliquísticos en el futuro.