El tercer trimestre también tiene unas pruebas similares a las de los otros trimestres, pero se añaden otras pruebas específicas de este trimestre para valorar diferentes parámetros?
En este caso están muy dirigidas al momento del nacimiento y sus resultados pueden influir en él.
La ecografía del último trimestre

En este último trimestre tenemos muy en cuenta las condiciones particulares de la madre y el embarazo y en base a ello se realizan unas pruebas complementarias a las rutinarias.
- En todo caso, la ecografía del tercer trimestre se realiza entre las semanas 32 y 36.
- Se valora la situación, presentación y posición fetal y hacer una aproximación del peso fetal estimado del nacimiento.
- Se estudia el entorno fetal; es decir el estado de la placenta y del líquido amniótico por si no están cumpliendo bien su función, y todos estos valores permiten a los facultativos determinar si la gestación está teniendo una correcta evolución.
Pruebas analíticas del tercer trimestre
En el tercer trimestre vuelve a haber al menos una analítica. En este caso se realiza:
- Hemograma.
- Estudio bioquímico básico.
- Estudio de coagulación.
- Analítica de orina.
Gracias a sus resultados se puede saber el estado de salud de la madre y la evolución de algunas patologías asociadas a la gestación, como la hipertensión, la anemia, además de descartar que haya infecciones de orina o algún problema de tiroides, entre otros.
Prueba del Exudado Vagino-Rectal
- Entre las semanas 35 y 37 se realiza un exudado vaginal y rectal.
- Consiste en tomar una muestra de la cavidad vaginal, la entrada de la vagina, la zona próxima a la uretra y la zona perianal.
- Estas muestras, que se recogen con un hisopo, serán analizadas posteriormente.
La finalidad de esta prueba es descartar la presencia de una bacteria en concreto llamada Streptococus Agalactiae, que según la evidencia científica el 25% de las mujeres embarazadas la tienen presente.
- Se realiza este tipo de estudio ya que hay evidencia que nos indica que existe mayor infección por parte del feto si está presente. Para intentar prevenir en la medida de lo posible dicha infección, en el momento que la mujer se encuentre en un parto activo, se administra un antibiótico profiláctico a parte de los controles posteriores del bebé para comprobar que todo está dentro de la normalidad.
La consulta con el anestesista

Lo primero tener en cuenta que no se realiza en todos los centros, normalmente la encentramos más en los centros privados. Estad tranquilas que no es imprescindible, pero cierto es que es una consulta a valorar ya que tenemos la oportunidad de preguntar al sanitario correcto sobre la analgesia que podemos utilizar el día del parto y así poder resolver todas nuestras dudas.
En caso de no tener esta consulta, podemos siempre acudir a nuestra matrona / ginecólogo par que nos informe de todo el proceso.
- La consulta con el anestesista, o “estudio preoperatorio”, se lleva a cabo alrededor de la semana 36 de embarazo. En esta consulta el anestesista preguntará a la madre si tiene antecedentes de complicaciones con la anestesia y hará una exploración física por si hubiera alguna circunstancia a tener en cuenta durante la anestesia.
- Además, el anestesista valorará los resultados de la analítica y explicará a la madre todos los pormenores de la analgesia que puede utilizar.
Monitorización
Este tipo de prueba, puede variar de un hospital a otro en cuanto a las semanas en las que se realiza y por supuesto siempre teniendo en cuenta el historial médico de cada embarazada.
- Se realiza una monitorización externa donde podemos determinar la frecuencia cardiaca del feto y sus movimientos.
- Además, registra las contracciones uterinas de la madre, lo que puede indicar si el parto está más o menos cerca.
- Se realiza a partir de la semana 37 de forma semanal hasta la 40. Si el parto no se desencadena en la semana 40, se hará con más frecuencia.